Así aparece recogido en el texto del acuerdo aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta el pasado 21 de noviembre consultado por Europa Press. La autorización deriva del escrito del rector de la Loyola Andalucía recibido en la Administración andaluza el pasado 7 de noviembre y en el que se solicitaba el visto bueno para la implantación del grado de Medicina.
Este mismo día se le había notificado a la Loyola la «estimación de la reclamación interpuesta por la Loyola frente a la resolución de verificación negativa emitida en su día en relación con el título propuesto».
«En consecuencia, y de conformidad con el Real Decreto de 28 de septiembre de 2021, habiendo obtenido el plan de estudios la correspondiente resolución positiva de verificación por parte del Consejo de Universidades, se cumpliría de esta forma con todos los requisitos establecidos para la autorización de su implantación en la comunidad», se recoge en el BOJA.
La Loyola empezó las clases de Medicina el pasado 22 de noviembre, tan sólo 24 horas después de contar con la autorización de la Junta. El propio consejero de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, José Carlos Gómez Villamandos, calificó este paso de «un poco prematuro», apuntando incluso que «deberían haber esperado a que estuviera publicado en el Boletín Oficial del Estado --BOE-- el título».
Por su parte, los rectores de las universidades públicas andaluzas manifestaron que el comienzo de las clases de Medicina en la privada Loyola Andalucía --60 plazas autorizadas con la condición de que la universidad presente un plan «riguroso y detallado» sobre la programación docente-- «no es viable jurídicamente» tres meses después de que haya comenzado el actual curso académico 2022/2023.
Las once universidades públicas andaluzas recordaron que ya en el Consejo Andaluz de Universidades (CAU) celebrado el pasado 20 de noviembre «nos posicionamos unánimemente en contra de esta medida inédita y excepcional». «Esta decisión --continuaban los rectores-- daña notablemente la imagen de la enseñanza universitaria y perjudica el normal desarrollo de la docencia y la calidad del servicio de educación superior prestado al alumnado». Por ello, consideraron que «esta medida excepcional representa un comportamiento de privilegio que ninguna institución académica ha recibido hasta ahora».
En un acto de bienvenida a los nuevos estudiantes de Medicina, la Loyola Andalucía defendía que «cumple todos los requisitos legales». El rector Fabio Gómez-Estern señalaba que la universidad «cumple con todos los requisitos legales establecidos para la impartición de este título, además de con los altos estándares internos de las universidades jesuitas de todo el mundo. Todas las dificultades experimentadas en este largo proceso para la autorización y verificación del título han sido solventadas, y el esfuerzo de todo el equipo de la universidad se ha visto reconocido con el informe final positivo y la autorización de la Junta, así como por la confianza de los estudiantes y sus familias».
Asimismo, el Grado de Medicina de Loyola es, en palabras de Gómez-Estern, «un grado novedoso, muy innovador en su metodología, con un profesorado motivado y que cuenta con unas instalaciones de última generación que lo colocan entre uno de los mejores de España. »Quiero dar las gracias al Consejo de Gobierno de la Junta por la rápida tramitación de la última autorización, pues añadir 60 estudiantes a la oferta de Medicina es bueno para Andalucía, para atender la demanda de profesionales y para evitar la fuga de talento joven de la comunidad", indicaba el rector en sus palabras de bienvenida a los nuevos estudiantes.
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