Edificio en el que se cometió el crimen en Sagunt | Europa Press

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La hija de 13 años de la mujer asesinada en el crimen machista de Sagunt (Valencia) continúa hospitalizada y estable, sin que de momento haya variedad en su estado de salud. Por su parte, la otra hija de la víctima, de 4 años, se encuentra con unos familiares.

Así lo ha informado la vicepresidenta segunda y consellera de Servicios Sociales, Susana Camarero, tras el minuto de silencio a las puertas de la Generalitat para condenar este asesinato machista.

«La menor sigue hospitalizada y sigue estable. Estamos pendientes y de momento no hay variedad en su estado de salud. La Conselleria de Sanidad y todo el Consell estamos pendientes de su evolución. De momento, esperamos que todo vaya bien y que se recupere lo antes posible», ha manifestado Camarero.

La consellera ha comparecido ante los periodistas tras el minuto de silencio al que se han sumado el vicepresidente y conseller de Cultura, Vicente Barrera; la portavoz del Consell y titular de Hacienda, Ruth Merino, y el responsable de Sanidad, Marciano Gómez.

El asesinato machista tuvo lugar este miércoles en una vivienda de un edificio de Sagunt en la que se encontraba la víctima junto a su hija de 13 años, que también resultó gravemente herida tras caer desde el segundo piso a un patio interior. La Policía Judicial investiga los hechos, que se encuentran bajo secreto de sumario.

El hombre arrestado en Sagunt por este crimen fue condenado por maltratar a su mujer en 2016 y acabó de cumplir su condena en 2018. Desde entonces hasta ahora; es decir, durante cinco años, no hubo más denuncias ni condenas sobre él. La pareja estuvo en el sistema VioGén porque hubo una denuncia en 2016 que se desactivó en 2018 porque se cumplió la condena.

El detenido, de 39 años, fue condenado en diciembre de 2016 por un delito de maltrato en el ámbito familiar a 42 días de trabajos en beneficio de la comunidad, privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante 16 meses y prohibición de aproximarse a la víctima a menos de 500 metros y de comunicarse con ella por cualquier medio durante 16 meses. Acabó de cumplir la condena en abril de 2018.

La sentencia declaró probado el relato del escrito de acusación de la Fiscalía, según el cual el acusado había agredido con patadas y puñetazos a su mujer, Fátima, el 9 de diciembre de ese año (2016) en el domicilio donde ambos convivían. Como consecuencia de la agresión, la víctima sufrió policontusiones que precisaron de una primera asistencia facultativa y de las que tardó en curar tres días.