Urkullu, que ha admitido que aún no tiene fecha para las elecciones autonómicas, pero sí la intención de trabajar hasta «el último segundo» de su mandato, ha subrayado que no busca reconocimiento, sino dejar «de la mejor manera posible Euskadi y en las mejores manos posibles».
El Lehendakari ha respondido, de esta manera, a las preguntas en el 'Foro Expectativas Económicas', organizado por El Correo y el Banco Santander en el Palacio Euskalduna de Bilbao, al que han asistido consejeros del Gobierno vasco y dirigentes del PNV, encabezados por Andoni Ortuzar, sentados junto a Pradales.
Iñigo Urkullu ha asegurado que no le gusta «la política del 'yo'» porque es más de la «política del 'nosotros'», y del «objetivo comunitario, compartido».
A su juicio, hay que «hacer esfuerzos» para «pasar del egosistema al ecosistema». «Yo no me fijo en el 'yo'. Y dije públicamente hace meses que la Ejecutiva Nacional del PNV y el partido debían sentirse absolutamente libres para hacer la reflexión que estimaran pertinente y tomar las decisiones que creyeran más convenientes», ha indicado.
Tras aseverar que siempre ha estado a disposición de la formación jeltzale, ha afirmado que ha atendido «siempre sus decisiones y también en este momento». Por ello, ha dicho que no se trata de lo que él «hubiera querido, deseado o pretendido», porque «nunca» se ha situado «en ese estadio».
«Es una decisión que corresponde a una organización, que tiene sus órganos de decisión, de valoración, de reflexión, y los que formamos parte de esa organización sabemos que esto es así», ha insistido.
Preguntado por si conocía desde verano, como se ha asegurado, que no repetiría como candidato y si son ciertos los rumores sobre que a partir de septiembre se estaba reivindicando como aspirante, reforzando su presencia en actos e impulsado iniciativas políticas del calado de 'la convención constitucional', ha rechazado las acusaciones de que estuviera en «campaña electoral».
«En modo alguno yo me he reivindicado. Mi planteamiento político ha sido permanente, haya tenido que asistir a escenarios de procesos electorales internos o públicos. Yo creo en la evolución también de la política», ha señalado.
En ese marco, ha contextualizado su planteamiento de 'convención constitucional' (de 2018), que recuperó el pasado mes agosto y reclamó, de nuevo, en septiembre, en una cuestión que va más allá de elecciones porque es una reflexión sobre el modelo territorial del Estado.
En este sentido, ha recordado los objetivos que mantiene para cumplir en su mandato y ha negado que sean «campaña electoral». «No, es el ejercicio de Lehendakari», ha remarcado.
Iñigo Urkullu ha rechazado que haya fallos en la bicefalia del PNV, y que las relaciones entre el PNV y los diferentes lehendakaris hayan terminado mal. Tras «rebatirlo», ha asegurado que solo «se terminó mal» con Carlos Garaikotxea.
"sin terminar mal"
En lo que a él se refiere, ha reiterado que el próximo candidato del PNV que surja del proceso interno del PNV contará con «todo su apoyo y ayuda», en referencia a Imanol Pradales. «Yo no voy a terminar mal con el PNV, ni el PNV creo que va a terminar mal conmigo, en absoluto. Somos de una cultura de organización del partido», ha manifestado.
En este sentido, ha recordado que él ha sido presidente del BBB y del EBB, y tiene sobre sus «hombros y espaldas conocimiento suficiente de cómo son los procesos». «Yo soy un hombre del PNV que atiende sus decisiones, las respeta y las cumple», ha reiterado.
Preguntado por si su relevo atribuido al cambio generacional se hará extensivo a la Ejecutiva jeltzale, ha replicado que no le corresponde a él decirlo. «Creo que hay que valorar las circunstancias de incertidumbres, incógnitas que se dan en el ámbito de la vida política, institucional, económica y social. Y, luego, las organizaciones son dueñas de lo que deciden internamente», ha insistido.
Además, no se siente «señalado» por su partido como causante de la perdida de votos del PNV en las pasadas elecciones municipales y forales, y las posteriores generales: «No, en absoluto. No lo he sentido así», ha indicado.
En esta línea, ha puntualizado que, si la razón es el cambio generacional, «no tiene que ver con resultados electorales».
Asimismo, ha recordado que el último sociómetro daba la victoria a la formación jeltzale en las próximas autonómicas, lo que demuestra «la fortaleza» de su partido, tras sus tres legislaturas como presidente del Gobierno, dos de ellas en coalición con el PSE-EE.
A su juicio, esto «avala que nada tienen que ver las circunstancias que hayan afectado» a los dos últimos procesos electorales con el de los comicios de 2024 al Parlamento vasco.
Preguntado por si se ha sentido «solo» en la gestión de Euskadi, después de que el presidente del EBB, Andoni Ortuzar, admitiera que en los últimos tiempos su partido ha estado «mirando a Madrid», lo ha rechazado.
«La soledad se podría haber mostrado también en los resultados de unas elecciones autonómicas, y sin embargo, los resultados han ido mejorando cada vez más en cada una de las tres contiendas electorales», ha subrayado. Por ello, ha reiterado que no ha tenido «esa sensación de soledad», sino solo «compromiso de estar centrado en lo que tenía que estar».
Cuestionado por su opinión sobre la cita en Waterloo del PNV con el expresident Carles Puigdemont, ha señalado que fue una reunión entre dirigentes de partidos políticos, y ha defendido la máxima en política de «diálogo, negociación y acuerdo». Asimismo, ha dicho que no tiene opinión sobre Puigdemont.
Elecciones autonómicas
Sobre la fecha de las próximas elecciones autonómicas, ha explicado que «sinceramente» no lo sabe cuándo las convocará. «En el Gobierno vamos a dar todo de nosotros mismos hasta el último segundo del mandato», ha indicado.
No obstante, ha recordado que en 2020 las elecciones tendrían que haberse celebrado el 5 de abril, pero la pandemia lo impidió. «No se ha cubierto, por lo tanto, el mandato de cuatro años», ha aclarado.
Iñigo Urkullu ha reflexionado sobre el «rum rum» de la necesidad de un adelanto electoral y no cree que, por el hecho de que los partidos políticos se «tomen sus tiempos» para elegir a sus candidatos, se deba dar «por agotado o amortizado» el mandato. «Me parece que no es un ejercicio serio», ha apuntado.
El Lehendakari ha recordado que todavía existe un programa de Gobierno y legislativo por cumplir, y ha aludido a la Ley de Educación, del Instituto Vasco de Finanzas, de Empleo, de Presupuestos o Ley de Transición Energética y de Lucha contra el cambio climático".
En todo caso, ha precisado que él no es candidato, está en el ejercicio de sus funciones, y no sabe «cuándo van a ser las elecciones».
En cuanto a Pradales, ha recordado que le ha aconsejado que sea «él mismo».
Por último, ha mantenido que no busca «reconocimiento», sino que Euskadi «sea en cada momento lo mejor posible» y dejar «de la mejor manera posible Euskadi, en las mejores manos posibles». De momento, no ha pensado en qué hará en el futuro porque está centrado en su función de Lehendakari y, cuando entregue la makila, lo decidirá.
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