«La vida que empezaste fuera de tu país no sustituye a la anterior: es su prolongación en otra geografía». Es una de las frases que lanza uno de los protagonistas del libro 'El mundo que vimos arder' (Alfaguara), el nuevo libro del escritor peruano Renato Cisneros, quien ha decidido conectar «de forma radical» la historia de un periodista recién divorciado y un piloto que experimenta las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial.
«Los migrantes vivimos en un limbo en el país que nos acoge. Primero, porque no llega a ser nuestro a pesar de que nos sintamos muy contentos. Segundo, porque el país que dejamos va mutando a medida que nosotros vamos creciendo. A veces no sabes muy bien a dónde perteneces», reconoce Cisneros en una entrevista concedida a Europa Press días antes del Día Internacional del Migrante, que se celebra este lunes 18 de diciembre.
Cisneros (Lima, 1976) es también periodista y desde hace más de un lustro reside en Madrid. En 2014 descubrió la historia de Matías Giurato Roeder, un peruano de padre italiano y madre alemana que bombardeó la ciudad de Hamburgo en 1943. Admite que no pudo bucear en esa historia porque estaba escribiendo otra obra, por lo que escribió una columna en un periódico peruano. Hasta que llegó la pandemia.
«En 2020 me reencontré con esta columna por casualidad. Sentía que la historia hablaba un poco de mí. A diferencia de la primera vez, cuando la escuché, yo estaba viviendo en Perú. Lejos de los avatares de la guerra, podía comprender un poco más la psicología de este personaje desterritorializado», explica el escritor.
Sin embargo, Cisneros sentía que los lectores «podían sentir una historia muy anacrónica» al hablar solo de la incursión de la Segunda Guerra Mundial. «Tenía muchas ganas de hablar de mi propia experiencia migratoria a través de un personaje», subraya. Así es como surgió la otra historia del periodista peruano y los temas de la migración, la lealtad y la relación con la patria «dialogan en todo el libro».
«Quizá alguna persona pueda sentir que la tragedia de la guerra tiene una épica, una dimensión y una magnitud especial, pero yo creo que los dramas contemporáneos, como la soledad y la construcción de la identidad, son rigores que uno puede sentir como una guerra muy personal», afirma el escritor.
"la violencia está en el gen humano"
Cisneros reconoce que hace tres años «nunca imaginó» que la publicación de su libro coincidiría con la guerra en Ucrania o el conflicto entre Israel y Palestina. «Yo creo que la violencia está inscrita en el gen humano. La rueda de la violencia gira desde que el mundo es mundo y el hombre es hombre y no va a dejar de hacerlo. Es una utopía pensar que las guerras van a desaparecer», lamenta.
En la obra, el escritor profundiza en las consecuencias de las guerras, sobre todo en los jóvenes. «No hay triunfadores, todos son víctimas. Algunas mucho más que otras. Pero la gran mayoría de las guerras son protagonizadas por gente joven, que va a pelear a veces por causas que ni siquiera entiende del todo», destaca. Un ejemplo de esos daños es Matías, cuyos sueños «son erradicados» tras un bombardeo en Hamburgo en un Boeing B-17.
Este piloto peruano sí existió, pero apenas había información sobre él. No obstante, Cisneros explica que, tras ganar la Beca Leonardo de la Fundacción BBVA, pudo viajar a Hamburgo y Trujillo (Perú) para «investigar y escribir un documento que informe, pero que sobre todo emocione». En cuanto al otro protagonista, el periodista, «todo fue una mezcla de experiencias propias, recuerdos e invención».
La Segunda Guerra Mundial no es la única batalla que está presente en 'El mundo que vimos arder'. El escritor también recuerda las marcas de la Guerra Civil española en las calles de la capital. «Yo no asociaba los bombardeos que sufrió este país con la ciudad, pensaba más en Barcelona. Incluso en la calle que vivo hay huellas», describe.
Madrid, entre los protagonistas
Es la primera vez que Renato Cisneros escribe una novela donde la capital aparece con tanto protagonismo. Según describe el primer protagonista, el periodista divorciado, Madrid es el lugar «para comenzar de cero». «Es el territorio de la expectativa porque el personaje espera rehacer su vida», señala el autor. Asimismo, reconoce que la ciudad «ya es parte de su patrimonio sentimental» debido a que su hija nació aquí.
Una de las calles protagonistas es la de Ferraz, conocida ahora por ser el lugar de las manifestaciones contra la ley de amnistía y los pactos de investidura del Gobierno de Pedro Sánchez. Estas protestas, que iniciaron el 3 de noviembre, han tenido un balance de más de 70 detenidos, acusados por la Policía por delitos de desórdenes públicos, desobediencia y atentado contra agente de la autoridad.
«Curiosamente, en esta calle, entre noviembre y diciembre de 1936, tuvo lugar una serie de incidentes bélicos porque muchos edificios de esa calle recibieron el impacto de los proyectiles durante la Guerra civil. Ahora, ha sido escenario de una pirotecnia verbal profusa, producto de la intolerancia y de la incomprensión», opina.
'El mundo que vimos arder' también recuerda la situación de Perú, pero, otra vez, la actualidad vuelve a superar la ficción. En la historia, el protagonista contemporáneo comenta que no cree que el expresidente peruano Alberto Fujimori, quien estaba cumpliendo una sentencia de 25 años por matanzas de civiles, fuera indultado. Hace una semana, fue puesto en libertad pese a que organizaciones defensoras de los Derechos Humanos habían recordado la gravedad de sus crímenes.
«Siento que todo en Perú es un retroceso. Yo me fui en 2015 cuando había un optimismo sobre su proyección internacional. Sin embargo, la pandemia llegó y desnudó todas sus falencias e inequidades. Creo que lo que está ocurriendo en mi país está sucediendo también en España: estamos ante un cambio de época en el que muchas de las cosas que sentíamos que eran incuestionables, como la democracia, la Constitución y la libertad de expresión, ahora son interpetables», señala Cisneros.
En esta línea, el escritor ve que en España se «está viviendo progresivamente una fragmentación política y social que solo puede derivar en el caos absoluto». «Perú es un triste ejemplo de eso», advierte.
«Creo que la polarización se podría frenar con la fuerza que tiene Madrid: ser una ciudad cosmopolita. Es un lugar donde uno puede interactuar con distintos acentos, distintas apariencias y diferentes formas de ver el mundo. Ojalá eso se convierta en un músculo para frenar esa tendencia de querer violentarlo todo», concluye.
Graduado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Lima y con un máster en Periodismo Escrito en la Universidad de Miami, Renatos Cisneros también ha escrito para los periódicos 'El Comercio' y 'La República'. Además, ha sido presentador en diferentes programas de radio y de la televisión peruana.
Cisneros es autor de novelas como 'Nunca confíes en mí' (2011), 'Raro' (2012), 'Dejarás la tierra' (2017) y 'Algún día te mostraré el desierto' (2019). Su obra 'La distancia que nos separa' (2015) ha sido publicada en seis idiomas y fue finalista de la II Bienal de Novela Mario Vargas Llosa.
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