El Movimiento Socialista de Euskal Herria ha anunciado la creación del partido Consejo Socialista de Euskal Herria (EHKS) como «su principal referencia política» para «convertir el comunismo en hegemónico entre los trabajadores». Este nuevo partido defiende una «Euskal Herria libre, el derecho de autodeterminación de la clase trabajadora y la amnistía de los militantes revolucionarios» y califica al PNV o a EH Bildu de fuerzas políticas «burguesas».
La misión de este partido, que no actuará como las fuerzas políticas «profesionales» y que no ha aclarado si tiene previsto concurrir en elecciones, será «ofrecer herramientas políticas a la clase trabajadora para que cada vez más gente se sume a la organización socialista».
Así, EHKS se convertirá en «una forma política que apueste por el bienestar universal» y «un marco intergeneracional» para «empezar a construir desde hoy un modelo de sociedad basado en unos nuevos valores éticos y morales».
Esta formación ha sido presentada este sábado en un multitudinario acto celebrado en el frontón Astelena de Eibar (Gipuzkoa) en el que han participado más de 1.500 personas. En el acto han aclarado que, a partir de ahora, EHKS será «la principal referencia política del Movimiento Socialista de Euskal Herria» -donde tiene un papel destacado GKS, jóvenes disidentes de la izquierda abertzale«- y este partido asumirá las labores de portavocía del movimiento. »Es un paso más dentro del Proceso Socialista que iniciamos hace casi cinco años en Euskal Herria", han remarcado.
En la presentación de la nueva organización, en la que han ejercido de portavoces Ander Goiatxe, Garazi Navarro y Ane Ibarzabal, han hecho un llamamiento a la clase trabajadora a «organizar la alternativa socialista, a organizarse contra la dominación del Capital y la crisis capitalista, a construir el poder obrero contra los empresarios y el Estado, y abrir camino hacia el Estado Socialista». Han defendido lograr «un gran partido comunista de masas a nivel internacional».
Para EHKS el capitalismo «tiene una incapacidad manifiesta para ofrecer a una parte importante de la clase trabajadora las condiciones de vida de antaño». «Ya empezamos a acostumbrarnos al progresivo crecimiento de la pobreza, a las reformas totalitarias, a la destrucción progresiva de los ecosistemas o a la proliferación de guerras. El capitalismo, en cierto sentido, ha tocado techo», han dicho.
«Esta ocasión histórica que nos deja el fracaso del capitalismo, trae consigo las condiciones materiales para la organización internacional del socialismo», han insistido, para añadir que es un reto convertir el comunismo en una «opción política real de transformación de la realidad de miseria».
A su juicio, se vislumbra «una oportunidad, una alternativa» para el proletariado. No obstante, han explicado que para «abrir un nuevo ciclo político revolucionario» será necesario «extender la organización proletaria más allá de nuestras fronteras, a nivel europeo e internacional».
Crítica a los partidos parlamentarios
En el acto, EHKS ha defendido también que «las condiciones de lucha deben disputarse, que las mejoras de las condiciones de vida se derivan de las luchas de la clase obrera y no de las concesiones de los políticos, y que es indispensable construir programas y organizaciones de masas independientes de los partidos burgueses».
Para EHKS esta labor debe realizarse «fuera de los esquemas organizativos y de principios que reproducen los partidos burgueses, de PNV o PSN hasta EH Bildu». «No se puede desarrollar una organización independiente bajo la lógica e instituciones de los estados capitalistas, ni desarrollar programas independientes mientras la política se siga pensando sólo en parámetros institucionales y en los límites del capitalismo», han afirmado.
De este modo, han considerado que «todos los partidos profesionales del arco parlamentario enmarcan su proyecto político en el modelo capitalista». «Ninguno de ellos pone en jaque a la autoridad capitalista en su conjunto, ni tiene en el centro de su programa la reapropiación o socialización de las ganancias tanto de las oligarquías como de los grandes capitalistas», ha proseguido.
Así, ha criticado que «se limitan a repartir las migajas de pan y a cumplir los mandatos de los capitalistas, mientras aumentan su estatus y llenan sus bolsillos». Por todo ello, han insistido en que es necesario que los trabajadores empiecen «a encarnar la alternativa socialista, a organizarse fuera de los partidos de las oligarquías y depolíticos profesionales».
«Creemos que crear una sociedad socialista, más que una utopía, es una opción real», han asegurado, al tiempo que han afirmado que «junto con adueñarse del control de las instituciones en las que se basa el poder del Capital y su abolición, es imprescindible que el proletariado vaya construyendo un poder propio», ha resaltado.
Por ello, han incidido en que «para satisfacer las necesidades que la clase trabajadora tiene como clase, hay que centralizar y hacer operativas las capacidades técnicas y políticas» y han apostado por «crear órganos eficientes para la expansión del comunismo».
Siete cuestiones prioritarias
Con la presentación de la propia organización, se ha hecho pública una propuesta política de trabajo para «plantear una alternativa socialista a las propuestas parlamentarias y reformistas que condenan al proletariado a la impotencia».
Según han detallado, esta hoja de ruta incluye siete cuestiones principales: «el recrudecimiento de las condiciones de vida y la miseria de la clase trabajadora, la OTAN y el aumento de las guerras, el autoritarismo del Estado y el fascismo, la destrucción de los ecosistemas, la represión de las mujeres trabajadoras, el derecho de autodeterminación de la clase trabajadora de Euskal Herria y la amnistía de los militantes revolucionarios».
El Consejo Socialista reivindica esa autodeterminación para la clase trabajadora vasca porque los Estados español y francés «siguen oprimiendo la voluntad nacional de la clase obrera de Euskal Herria y su cultura» y ambos son «Estados ajenos» para esta clase obrera. Considera, sin embargo, que «no es ésta la situación de la burguesía de Euskal Herria».
Así, «la burguesía vasca no tiene ninguna intención de emprender una aventura nacional», según EHKS, y es precisamente ese «uno de los límites del programa de la clase media nacionalista»: «La hoja de ruta de la clase media adopta la forma de Estado capitalista y, por tanto, no supone ningún cambio en la situación de dominación y opresión de la clase trabajadora vasca».
El Consejo Socialista ha señalado que «sólo la construcción internacional del socialismo puede hacer posible el derecho de autodeterminación de la clase trabajadora de Euskal Herria», ya que eso es lo único que puede ser «nuestra Euskal Herria libre; el Estado Socialista de la clase trabajadora vasca e internacional».
EHKS ha pedido además «amnistía y reconocimiento» para los «militantes políticos revolucionarios de la clase trabajadora», para los que ha pedido un aplauso, y ha considerado fundamental «mantener viva la memoria de las millones de personas que han dado su vida por una sociedad libre».
«En el contexto político de Euskal Herria, no se puede hablar de socialismo sin exigir la libertad de quienes han luchado tanto en nuestro país como en todo el mundo frente a estados opresores, y sin incluir la reivindicación de la amnistía».
Finalmente, EHKS ha reivindicado que el suyo debe ser «un programa y una organización que aglutine toda la pluralidad del proletariado» y ha añadido que «esta unidad abrirá la puerta a un nuevo ciclo de lucha, a una nueva fase de formación del proletariado revolucionario».
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