Reunión del Comité Andaluz de Humedales en Trebujena, en Cádiz. | JUNTA DE ANDALUCIA

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La Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha informado al Comité Andaluz de Humedales que se están invirtiendo 15,4 millones de euros en la restauración y conservación de humedales en proyectos que están ya «en redacción o en licitación», una apuesta «decidida» por la conservación de un patrimonio natural que es clave para la biodiversidad y que, además, permite el disfrute de los andaluces.

Así lo ha defendido la Junta en una nota de prensa en la que ha detallado que la reunión de este órgano colegiado de participación de expertos ha tenido lugar en Trebujena (Cádiz), donde se están llevando a cabo obras para la puesta en valor y la recuperación de humedales del paisaje agrario del Bajo Guadalquivir dentro de la Inversión Territorial Integrada (ITI) de Cádiz con un presupuesto de dos millones de euros.

En este encuentro, el Comité Andaluz de Humedales ha aprobado «por unanimidad» la inclusión en el inventario de dos nuevos, la Marisma de Cetinas de Puerto Real y la Laguna de la Alberca en Ronda, así como la futura declaración de zona de especial protección para las aves (ZEPA) del Paraje Natural de la desembocadura del Guadalhorce. Asimismo, se han iniciado los trabajos para la redacción del nuevo Plan Andaluz de Humedales 2030.

La intervención que se está realizando en Trebujena, y que han visitado los miembros del Comité Andaluz de Humedales, contribuye a conservar la biodiversidad y potenciarla con especies como la cerceta pardilla. Esta zona contará con un sendero peatonal, distintos miradores y observatorio de aves y pasarelas. «Estos humedales van a ayudar a la producción biológica como zona de refugio y engorde de alevines de numerosas especies que se van a desarrollar en el estuario», ha apuntado la Junta. Estos espacios, además, van a jugar «un papel fundamental» como sumidero de carbono, ayudando en la lucha contra el cambio climático.

Asimismo, se van a recuperar dos grandes lucios --lagunas de agua dulce-- que fueron transformados a mediados de los años 50 del siglo pasado mediante un sistema de drenaje para cultivos, una operación que «fracasó por la elevada salinidad del sustrato y su excesivo contenido en arcillas». Ahora se recuperan estos dos lucios, que ocupan una superficie de más de 200 hectáreas, y que se podrán inundar de manera sectorial regulado por compuertas para que pueda recibir tanto agua dulce procedente de las precipitaciones que recibe la marisma en invierno como agua salobre del Guadalquivir.

Los humedales andaluces constituyen áreas fundamentales para la conservación de la biodiversidad tanto en el ámbito regional, como nacional o internacional. Así, el 66 por ciento de las especies amenazadas de Andalucía dependen de los humedales para sobrevivir y el 80 por ciento de las aves invernantes de Europa visitan las zonas húmedas de la comunidad. Esta riqueza natural y la diversidad de tipos ecológicos están reconocidas en el ámbito internacional con 25 zonas húmedas andaluzas declaradas sitios Ramsar (convenio internacional que acredita la conservación y el uso racional de los humedales).

Para «acercar toda esta riqueza a los ciudadanos», la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul ha dotado a estos espacios naturales con hasta 157 equipamientos de uso público que permiten la observación y el contacto directo con la
naturaleza, destacando 66 observatorios y 48 senderos señalizados.