La consejera municipal de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, visita la estación de Roger de Flor, una de las ocho que forman parte de la Red Municipal de Calidad del Aire de Zaragoza. | Europa Press

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El Ayuntamiento de Zaragoza ha incorporado seis nuevos analizadores a la Red Municipal de Calidad del Aire que van a ofrecer mejor información sobre varios contaminantes que revisten especial importancia para la ciudad. Con una inversión de 308.000 euros, se han duplicado los equipos para medir las partículas en suspensión más finas --PM2,5-- y se ha instalado el primero que medirá el benceno, ubicado en la estación de Roger de Flor, en Delicias.

La consejera municipal de Medio Ambiente y Movilidad, Tatiana Gaudes, ha explicado que el benceno es un precursor del ozono y que hasta ahora no se medía en la ciudad.

«El objetivo fundamental no sólo es renovar los aparatos que ya podían estar obsoletos, sino sobre todo obtener un mayor número de resultados y más precisos para poder tomar decisiones que mejoren la salud de los ciudadanos de Zaragoza», ha remarcado Gaudes, quien ha adelantado que este compromiso «se va a seguir manteniendo al año que viene en los próximos presupuestos».

Ha señalado que los aparatos que se utilizaban eran «muy antiguos» y, aunque «en su momento fueron precursores», ya se habían quedado «obsoletos».

El plan de modernización ha supuesto también duplicar los analizadores de partículas en suspensión PM2,5, las más finas y, por tanto, las que más fácilmente pueden entrar en el organismo humano. Así, a las dos que existían en Picarral y Renovales se han sumado otras dos en Las Fuentes y el Actur, donde se han instalado, asimismo, nuevos equipos de medición de óxidos de nitrógeno y de ozono.

Avance de los datos de calidad del aire de 2023

A falta del análisis detallado de los datos de 2023, el avance de las mediciones de este año revela que Zaragoza tiene una «muy buena calidad del aire», ha indicado Gaudes.

«Zaragoza es una ciudad con una muy buena calidad del aire. No superemos en ningún momento los protocolos de alta contaminación como sí les pasa a otras ciudades», ha recalcado, a la vez que ha apostado por seguir desarrollando acciones a través de la medición. «Cuantos más datos tengamos y cuantos más análisis conozcamos, más fácil podremos tomar decisiones para poder reducirlos», ha agregado.

«Todas las emisiones que vienen de la movilidad, de los coches, como es el dióxido de nitrógeno, hasta ahora no se han superado e incluso se han reducido a niveles de años anteriores», ha subrayado.

Del mismo modo, la consejera ha afirmado que «las partículas se han mantenido» y que también se están midiendo algunos metales como el níquel, que «tampoco han subido e incluso se están manteniendo más bajas que las últimas mediciones».

El avance revela también que los niveles de ozono se han situado por debajo de los umbrales que establece la legislación. Este contaminante no se emite a la atmósfera, sino que se forma a partir de otros y está directamente relacionado con la radiación solar y la reducción de los valores de dióxido de nitrógeno.

A lo largo de este año, los niveles medios de dióxido de nitrógeno, vinculado principalmente al tráfico y la actividad industrial, han continuado descendiendo, mientras que los niveles de partículas se han mantenido, situándose alejados de los valores límite establecidos por la legislación y próximos a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Gaudes ha destacado también el esfuerzo que está haciendo el Ayuntamiento para renovar la flota de autobuses y de taxis, con el objetivo de reducir emisiones y todas aquellas partículas que son contaminantes y nocivas para la salud.