«La esclavitud sigue presente en el siglo XXI y lo hace con rostro de niños, niñas y adolescentes. El trabajo infantil es un problema persistente en el mundo», ha lamentado Navarro.
En este sentido, la coalición ha indicado, a través de un comunicado, que según UNICEF 160 millones de menores de edad --63 millones de niñas y 97 millones de niños-- se encuentran en situación de trabajo infantil a nivel mundial, lo que representa casi 1 de cada 10 niños en todo el mundo. Un total de 79 millones de niños, de 5 a 17 años, que hacen trabajos peligrosos para su salud, seguridad y desarrollo moral.
El Trabajo infantil en la industria textil empieza en una edad temprana. Con tan solo 10 años se hacen frente a jornadas de 12 a 15 horas diarias, en lugares donde además de trabajar también duermen y comen. Se trata de fábricas clandestinas en la práctica convertidas en celdas-prisión, ha continuado la formación.
Según la Organización Internacional del Trabajo, más de 50 millones de personas son víctimas de esta esclavitud moderna que se esconde en la industria de la moda, la mayoría con rostro de mujer y de las cuales el 12% son menores de edad.
Navarro ha remarcado que «la ropa que el mundo occidental adquiere a bajo precio soportando brutales abusos laborales, cuando no lo son sexuales, representan la última pieza de una industria que oculta la esclavitud moderna entre los más vulnerables de la sociedad».
«La pobreza obliga a las niñas a trabajar en un régimen de servidumbre, en condiciones infrahumanas y de hacinamiento, con reiterados abusos, ausencia de control sindical y eliminación de estándares de seguridad que ocasionan accidentes como el ocurrido en Bangladesh en 2013 con el hundimiento del edificio Rana Plaza, con más de 1.000 muertos y 2.400 heridas», ha alertado.
«Marcas reconocidas internacionalmente que explotan a niños y niñas cada día en sus fábricas trabajando en condiciones inhumanas, insalubres, nocivas, sin descanso, violando sus derechos, afectando su salud psíquica y física, desarrollando enfermedades y enfermedades crónicas y desnutrición, impidiéndolos el desarrollo de su infancia, limitando su tiempo de juego y de descanso e interfiriendo en su educación y dignidad que afrontan separados de sus familias», ha agregado.
En esta línea, ha diputada ha sostenido que «en el horizonte de la Agenda 2030, parece difícil ver cumplidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que obliga a adoptar medidas inmediatas y eficaces para erradicar el trabajo forzoso, poner fin a las formas contemporáneas de esclavitud y el tráfico de personas y asegurar la prohibición y eliminación de las peores formas de trabajo infantil, incluidos el reclutamiento y la utilización de niños soldados, y, de aquí a 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas».
«Por eso reclamamos a las distintas administraciones que intensifiquen en su ámbito competencial políticas de protección de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 respecto de la explotación infantil, al tiempo que restrinjan la entrada de mercancías producidas a través de trabajo forzado y obliguen a que se cumplan los requisitos en materia de salarios dignos, derechos humanos y sostenibilidad», ha apuntado.
Finalmente, desde Compromís han puesto en valor la necesidad de garantizar una educación gratuita y de buena calidad para «proporcionar una alternativa viable al trabajo infantil y brindar a los niños y niñas una oportunidad de un futuro mejor».
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