Los diez miembros de la organización han sido detenidos por los delitos de trata de seres humanos con fines de explotación sexual, tráfico de drogas, delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, tenencia ilícita de armas y pertenencia a organización criminal, según ha detallado la Policía Nacional en una nota de prensa.
La organización criminal desmantelada se encargaba de todo el proceso que este tipo de actividad requiere para lograr sus fines, desde la captación de las mujeres en sus países de origen, su traslado al territorio nacional por parte de sus miembros y su explotación una vez las víctimas eran alojadas en los lugares donde ejercían la prostitución.
Para ello, los detenidos tenían sus papeles bien definidos dentro de la jerarquía establecida para el funcionamiento de la organización, siendo dos de las mujeres ahora detenidas las encargadas de contactar con las mujeres, trasladarlas a España y llevarlas a los prostíbulos, lugares donde el jefe ejercía un «férreo control», obligándolas a realizar prácticas «abusivas, gravosas y desproporcionadas».
La investigación policial comenzó tras tener conocimiento la Policía Nacional de la situación de especial vulnerabilidad que estaban padeciendo varias mujeres que ejercían la prostitución en dos locales sitos en las localidades de Utrera y Rota. Según pudieron saber los agentes, las mujeres eran obligadas a ejercer la prostitución bajo amenazas con una disponibilidad de 24 horas los siete días de la semana, con «un control exhaustivo» por parte de sus jefes a través de cámaras de videovigilancia. Sólo recibían el 25% de su trabajo, siendo el monto restante para la organización en pago por la deuda contraída antes de venir, que alcanzaba los 7.000 euros.
Además, las víctimas no podían salir solas al exterior de los locales y siempre iban acompañadas a todos lados por otros miembros que ejercían como taxistas, siendo obligadas asimismo a consumir sustancias estupefacientes para aumentar el número de servicios sexuales diarios a realizar y atender a clientes en contra de su voluntad.
Por otro lado, a la vez que las víctimas consumían las sustancias estupefacientes, los clientes podían obtener y consumir las mismas en el interior de los prostíbulos, y si las mujeres se negaban a alguna de estas conductas, las deuda adquirida con la organización se incrementaba por esto o con cualquier otra excusa con el fin de retenerlas el mayor tiempo posible.
Una vez recabados los indicios y pruebas necesarias, el Juzgado de Instrucción encargado de la causa, autorizó la entrada y registro en el domicilio de los investigados y en las dos fincas, una en Utrera y la otra en Rota, donde se ejercía la prostitución. En los registros se procedió a la detención de los diez integrantes de la Organización Criminal, y además los agentes actuantes incautaron 24.000 euros en efectivo, 600 gramos de TUSI, 800 gramos de MDMA, un fusil de asalto AK-47 simulado, tres turismos y una motocicleta de alta gama, una moto acuática, diverso material informático y documentación relacionada con la trama financiera y delictiva de los ahora detenidos.
Además, tanto en el domicilio del principal investigado como en el prostíbulo cercano a la ciudad de Rota, la Policía Nacional localizó y desmanteló sendas plantaciones de marihuana, con un total de más de 1.000 plantas, dos laboratorios que la organización usaba para el tratamiento de dicha sustancia y varias bolsas conteniendo 30 kilos de cogollos de marihuana listos para su venta.
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