Para Gómez, la alcaldesa María José Catalá celebró este viernes «la peor Cabalgata de Reyes de los últimos años, sin identidad propia, sin valenciano y con los restos de la feria de Albacete». «Un despropósito que el público que asistió coincidió en tildar ayer de decepcionante y cutre», ha afirmado en un comunicado.
«Desde el Grupo Socialista hemos evitado generar absurdas polémicas tal y como hacía el Partido Popular cuando estaba en la oposición, pero es cierto que, tras una campaña absurda en la que se ha pretendido hacer creer que en València se ha vuelto a celebrar la Navidad gracias al PP, anoche vivimos una noche bochornosa», ha afirmado.
En este sentido, ha sostenido que en la Cabalgata se dio «una paradoja» porque «lo que realmente pasó ayer es que fue la peor de los últimos años, con un desfile de personajes sin ningún tipo de identidad hacia la cultura valenciana, la historia y la lengua». «Y no solo, sino que fue una cabalgata montada con los restos de ferias de otras ciudades», ha insistido.
Gómez ha subrayado a María José Catalá que es «alcaldesa de València y no de su pueblo», en alusión a Torrent, y ha hecho hincapié en que València es «la tercera ciudad de España y merece una cabalgata propia y original, no confeccionada con los saldos de otras ferias». En su opinión, «lo sucedido anoche refleja la falta de visión que tiene Catalá de lo que realmente es esta ciudad y demuestra que València no merece tener una alcaldesa con visión de pueblo».
"censura cutre"
Por su parte, el concejal de Compromís Pere Fuset ha criticado en un comunicado que «la censura más cutre y la mala gestión eclipsen incluso aquellas mejoras de los pasados mandatos progresistas que todavía sobreviven a la purga sectaria de PP y VOX».
Pere Fuset, que anteriormente era delegado de Cultura Festiva con el gobierno del Rialto, ha destacado que el gobierno municipal del PP y Vox «ha actuado obsesionado por borrar avances y una identidad propia y arraigada de la Navidad valenciana» y cree que episodios como la supresión de la Missatgera Caterina en los barrios, la de los personajes propios y todos los elementos culturales valencianos de la cabalgata de Reyes, o la «marginación» del valenciano y la supresión de la capitalidad verde como lema de Expojove «hacen que la delegada de Fiestas y Tradiciones, de Vox, se haya ganado a pulso el apodo de Concejala de Censura Festiva».
Desde Compromís lamentan que Expojove haya bajado en participación al igual que en el paje que ha sustituido en los barrios a Caterina. Para Fuset, «es igualmente preocupante la falta de gestión que ejemplifican errores como el tráfico en el encendido de Navidad en la Plaza del Ayuntamiento; anunciar las campanadas infantiles a tan solo tres días de la fiesta, retrasar la guía de Navidad hasta la víspera o perder el ambiente familiar y sin incidentes de ediciones anteriores de unas campanadas con accesos especialmente caóticos sobre los que no se informó suficientemente».
Para la coalición valencianista, «la deslucida Cabalgata de Reyes, la multiplicación de las tribunas VIP y sillas de pago y, sobre todo, el episodio de los muñecos manchegos es el colofón más cutre y surrealista a una Navidad que, como se ha comprobado, mira más hacia Albacete que a València, donde las bandas de música y la cultura valenciana quedan desbancadas por un pupurri incoherente de películas americanas y personajes bíblicos que lejos de destacarse han acabado perdiendo toda coherencia en el relato».
Fuset ha avanzado que pedirán información «sobre cada céntimo de la cabalgata y los contratos relacionados» después de que hayan apreciado «posibles irregularidades» en la coordinación que ya han sido presentadas ante la Agencia Antifraude.
Por contra, más positiva es la valoración de Compromís hacia el mantenimiento de la «descentralización» de la decoración en los barrios iniciada por el gobierno de Joan Ribó y la apuesta por la pirotecnia en Navidad. Fuset ha agradecido el «cambio de discurso» del PP pese a denunciar el «cinismo demostrado en el pasado», al tiempo que ha indicado que los 'populares' «vetaron» los fuegos de las primeras campanadas en 2015 y criticaron un coste inferior a los 50.000 euros para la fiesta de Fin de Año «cuando ahora dedica más de 200.000 euros a la celebración».
«No estábamos tan equivocados cuando apostamos por la pirotecnia en Navidad ante las críticas de la oposición del momento», ha dicho, y se ha mostrado partidario de «replantear el formato y optimizar mejor la gran inversión para que su impacto social y retorno económico sea mayor y no se limite a un vídeo para redes sin eco en ninguna televisión estatal y a participación de poco más de 50 personas en cada punto del disparo».
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.