Entre la docena de locales perjudicados, hay conocidos restaurantes pero también bares que dejan sus mobiliario por la noche atado junto a sus establecimientos. Aseguran que de madrugada y de forma sigilosa cortan con una cizalla las cadenas y se llevan supuestamente en un vehículo las sillas.
Los afectados han denunciado estos hurtos en comisaría --el último, 130 sillas--, reportando en algunos casos también el robo de sombrillas de terrazas y sus soportes. Lo más apreciado, apuntan, son las sillas y elementos de aluminio, ya que podría fundirse y ser reutilizado.
Agentes de la Policía Municipal y Nacional ya estudian estos casos y creen que podría tratarse de la misma banda que actuó hace meses en San Fernando de Henares y Coslada. Mientras, los hosteleros han aumentado las medidas de seguridad y han pedido colaboración a los ciudadanos por si pueden aportar detalles o pistas sobre los posibles ladrones o el destino de los elementos sustraídos.
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