Un hombre ha reconocido que mató a su hijo de 11 años recién cumplidos en su vivienda de la localidad valenciana de Sueca el 3 de abril de 2022 tras separarse de su mujer y discutir con el menor: «Le agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces». Ha indicado que el asesinato no se habría producido si su expareja hubiera frenado los trámites de divorcio y ha llegado a confesar que permitió al menor coger el teléfono móvil a su madre mientras le acuchillaba.
El juicio contra el acusado se debía celebrar a mediados del mes de diciembre ante un jurado popular en la Audiencia de Valencia pero tuvo que aplazarse hasta hoy ante la posibilidad de que la deliberación coincidiera con las fiestas de Navidad.
El hombre se enfrenta a una pena, tal y como reclama el ministerio fiscal, de prisión permanente revisable por un delito de asesinato con la circunstancia agravante de parentesco. Además, esta acusación solicita siete años de prisión para el acusado por un delito de amenazas, otro de maltrato, otro de quebrantamiento de condena, maltrato físico y psíquico habituales.
El suceso tuvo lugar el 3 de abril de 2022 en la vivienda familiar ubicada en Sueca, meses después de que el acusado, de 47 años, se hubiera divorciado de su mujer y se hubiera acordado la custodia compartida del menor --niño muy deseado tras tres inseminaciones artificiales y que cumplió los once dos días antes del crimen-- tras 17 años de matrimonio en los que la madre sufrió malos tratos físicos y psicológicos, según mantiene la Fiscalía y la acusación particular.
Ese día, domingo, el acusado mató a su hijo, de 11 años recién cumplidos, acuchillándole repetida y profundamente con dos cuchillos de cocina en el cuello, cara, torso y cabeza, según las acusaciones. El asesinato se produjo tras una discusión. En un momento dado, el acusado le dijo a su hijo '¡Vaig a per tú!' --Voy a por tí--, con lo que el menor mandó un mensaje de WhatsApp a su madre diciéndole que si podía ir a por él.
La madre intentó ponerse en contacto telefónico con él sin obtener respuesta hasta que el acusado permitió que su hijo cogiese el móvil. Su madre solo pudo oír cómo su hijo la llamaba con un grito desgarrador: 'mamááááá' y se cortó la comunicación.
Al respecto, el acusado ha aclarado que la relación que mantenía con su expareja hasta separarse era «buena» y ha negado insultos o maltrato físico. En el año 2021, ha expuesto, la mujer le comunicó que quería separarse porque se había enamorado de otro hombre y ahí discutieron, pero ha negado haberla agarrado del cuello. «Reaccioné malamente pero no la insulté nunca», ha apostillado pese a que hay una sentencia condenatoria contra él por haberla cogido del cuello.
Seguidamente la mujer abandonó el domicilio familiar junto a su hijo y se fueron a la vivienda de los padres de ella, ubicada en la localidad valenciana de Cullera. Ha indicado que la seguía llamando e intentó volver con ella varias veces pero ha negado que infringiera la orden de alejamiento.
La relación que él mantenía con su hijo, según ha dicho, era «muy buena» y ha expuesto que hasta el momento de los hechos no había tenido «un choque» o una discusión con el menor. El día del cumpleaños del menor, el 1 de abril de 2022, ha explicado que llamó a su exmujer para que el domingo le llevara al niño y poder celebrar ese día con él.
Momentos antes de la comida --ha narrado-- discutió con su hijo porque «no quería estar ahí y quería irse con su madre. No estaba a gusto. Me dijo que yo no era su padre y ahí pasó todo lo que pasó. Nos enganchamos, le agarré del cuello y le clavé el cuchillo varias veces. El niño estaba quieto», ha indicado para afirmar que no recuerda el número de puñaladas que le dio.
Sonó el teléfono
El acusado ha señalado que durante la agresión sonó el teléfono móvil de su hijo y le permitió cogérselo. Era su madre y pudo escuchar cómo le decía 'mamáááá' antes de que se cortara la comunicación. Ha defendido que en ese momento se encontraba bebido puesto que tenía problemas con el alcohol además de depresión.
«En 2022 estaba con una incapacidad en el trabajo por depresión y alcoholismo y estaba tomando medicación para la ansiedad», ha relatado. Tras su testimonio, ha declarado en la vista su exmujer protegida por un parabán y a puerta cerrada para evitar su revictimización.
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