El Ayuntamiento de Zaragoza avanza en las obras de reconversión del edificio del antiguo instituto Luis Buñuel en un centro de mayores, iniciadas en diciembre con la previsión de que finalicen a mediados de abril para que el nuevo equipamiento abra sus puertas en el mes de septiembre.
En esta primera fase, adjudicada a la empresa Construcciones Rubio Morte por 460.887 euros, se creará un centro de mayores en la planta baja del edificio con una superficie de 1.722 metros cuadrados.
Esta planta albergará un «gran salón» de 207 metros cuadrados, vestuarios, almacenes, una zona para la administración o más de 100 metros cuadrados de aulas, pero el área «más esperada» es el comedor, con 48 plazas al día, donde a precios «muy asequibles» los mayores del Casco Histórico podrán socializar y alimentarse con una dieta saludable, además de contar con una zona de cafetería, ha señalado la alcaldesa, Natalia Chueca, durante una visita a las obras.
Así, ha afirmado que este nuevo equipamiento va a ser uno de los centros de mayores más amplios de Zaragoza, lo que permitirá desarrollar programas más innovadores, por ejemplo, para ayudar a estas personas con la digitalización.
El edificio cuenta también con un patio de 1.446 metros cuadrados útiles para la realización de actividades al aire libre y un espacio exterior cubierto de 271 metros cuadrados en alineación con la calle Ramón Celma.
Chueca ha asegurado que este centro era una «gran demanda ciudadana» y «muy esperado» entre los vecinos del distrito del Casco Histórico, donde una de cada cuatro personas, más de 10.200, tiene más de 65 años.
Tras el acopio de material para la obra y las primeras catas para comprobar el estado de los forjados, los trabajos se centran ya en las demoliciones y desinstalación de elementos.
En cuanto al resto del histórico edificio, la alcaldesa ha indicado que se están estudiando las necesidades concretas que tiene el distrito, ya que, al ser un espacio «muy amplio», podrá acoger distintos tipos de actividades en las plantas superiores. Todo ello, se ha reafirmado, «siempre prensando en lo que necesitan los vecinos de este distrito».
Un proyecto con un significado "especial"
Chueca ha expresado que la reconversión del Buñuel en un centro de mayores es un proyecto con un «significado muy especial», dado que se trataba de un espacio «ocupado» por alguna asociación «minoritaria» afín al anterior equipo de gobierno de ZeC (2015-2019).
El desalojo, iniciado «con bastantes dificultades» en febrero de 2023 por el Gobierno municipal del 'popular' Jorge Azcón, era una «cuestión de justicia» con los zaragozanos y, en especial, con los vecinos del Casco Histórico.
Tras la desocupación por orden judicial, el Ayuntamiento de Zaragoza inspecciona el estado del inmueble, donde se acumulaba una gran cantidad de basuras, residuos y enseres en grandes cantidades que suponían «un serio riesgo de incendio».
De este modo, se realiza una retirada de emergencia de todos los residuos y una limpieza en profundidad, incluida la desratización, por importe de 183.645 euros a las arcas municipales.
Un coste que el Consistorio pretende repercutir a la asociación Centro Social Comunitario Luis Buñuel, que gestionaba el centro, porque los zaragozanos «no tienen por qué pagar lo que unos pocos han usado mal».
«Este es otro ejemplo de proyecto desbloqueado por el Gobierno», ha reivindicado Chueca, quien ha hablado también de otras demandas «históricas», como el antiguo cuartel de Pontoneros, reconvertido en residencia privada de estudiantes y cuya primera fase ya está en funcionamiento.
A ellos ha sumado también la escuela infantil de Parque Venecia, después de 12 años sin que se abriese un espacio de este tipo en la ciudad, o las 80 viviendas sociales en Fray Luis Urbano --Las Fuentes--, que «fueron a visitar hasta tres alcaldes distintos», pero son inauguradas finalmente por Azcón.
Apuesta por el casco histórico
La alcaldesa ha aseverado que el equipo de gobierno va a mantener su «apuesta por el Casco Histórico», materializada hasta el momento en las reformas de las calles Predicadores, Ramón Celma, Agustina de Aragón o los entornos de las plazas Sas y Magdalena, con 2 millones de euros ejecutados en total.
Asimismo, ha manifestado su compromiso de empezar, en breve, con la reforma de la calle Manifestación, que se adjudicará «muy pronto» y que contará con una inversión de 700.000 euros.
Además, ha recordado que el Gobierno de la ciudad ha destinado 10 millones de euros a la compra de solares en el Casco Histórico, lo que supone un esfuerzo «muy importante» en un distrito «que se había degradado y olvidado en las décadas anteriores».
«Si queremos que Zaragoza siga el proceso de transformación en el que estamos inmersos, después de 16 años de estancamiento con los gobiernos anteriores, necesitamos ese impulso inversor en todos los barrios de la ciudad», ha remarcado Chueca, quien ha mostrado su compromiso de invertir 200 millones a lo largo del actual mandato, frente a los 150 del anterior. «Zaragoza va a lucir como una ciudad referente a nivel de urbanismo del siglo XXI», ha añadido.
Con respecto a otro espacio de titularidad municipal ocupado, la antigua cárcel de Torrero, ahora denominada Centro Social Okupado Kike Mur, la alcaldesa ha señalado que es una cuestión en la que todavía hay que trabajar, ya que no se ha iniciado ningún proceso para la recuperación de este otro edificio, también «tomado por unos pocos».
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