Archivo - Imágenes de recurso de un grifo de agua para uso doméstico goteando. | María José López - Europa Press - Archivo

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El Ayuntamiento de Málaga, a través de la Empresa Municipal de Aguas (Emasa), tiene en marcha un plan para rebajar de forma gradual la presión del agua que se inyecta en las redes de toda la ciudad con el objetivo de seguir reduciendo el consumo ante la situación de excepcional sequía declarada para el Sistema Guadalhorce-Limonero sin tener que llegar a aplicar restricciones.

Así lo ha dado a conocer el Consistorio en un comunicado, en el que señala que esta regulación ya se está realizando en horas valle y de menor demanda, principalmente por la noche, en algunas zonas donde la presión es mayor y las viviendas tienen menos altura con lo que se obtiene una minoración de los caudales dispuestos que llegan incluso al 50%.

Señalan que en base a estos resultados, se irá extendiendo progresivamente a la práctica totalidad del centenar de sectores en la que está estructurada la ciudad con la previsión de completar el plan en un plazo aproximado de cuatro meses y la estimación de que se podría reducir el consumo en torno a un 20%.

En paralelo, desde la sociedad dependiente del Área de Sostenibilidad Medioambiental también se está avanzando en proyectos para aumentar las aportaciones alternativas a los embalses mediante un mayor aprovechamiento de pozos del Bajo Guadalhorce y del freático, reducir las fugas en la red, optimizar la capacidad de tratamiento de la desaladora de El Atabal y potenciar el uso de agua regenerada.

A la vez se hace un llamamiento a la colaboración de los ciudadanos para que moderen el consumo, también se recuerda que desde el pasado 16 de noviembre está vigente el bando dictado por el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que prohíbe el uso de agua potable para baldeo, riego de zonas verdes públicas y privadas, lavado de coches fuera de establecimientos autorizados o llenado de piscinas privadas.

Emasa está llevando a cabo una serie de actuaciones encaminadas a disminuir el uso de agua y seguir reduciendo las pérdidas en la red sin tener que llegar a aplicar restricciones.

En este contexto se enmarca el plan de regulación de presiones, una acción que se considera más efectiva que los cortes de agua por el mayor ahorro que supone al evitar que los usuarios hagan acopio antes de las interrupciones en el suministro, así como porque esa menor presión también lleva aparejado que se emplee menos agua al abrir el grifo.

Además, se esquiva el riesgo de roturas y averías que pueden provocarse en las tuberías vacías cuando vuelven a entrar en funcionamiento. Así, La empresa municipal está desarrollando planes de sectorización para rebajar la presión en toda la ciudad sin que apenas sea percibida por la mayoría de los usuarios, lo que permitirá incrementar el ahorro de agua y, por tanto, captar menos recursos de las reservas de los embalses.

Para ello, es necesaria la instalación de válvulas reguladoras junto a los medidores de caudales de las conducciones que suministran a cada zona, lo que requerirá una serie de obras en esos puntos.

Ya se han implantado en una veintena de sectores, cuya puesta en marcha sólo está pendiente de la instalación de dispositivos de control para su activación y seguimiento, mientras está previsto que el próximo mes se reciban otros 50 equipos para que esta tarea de instalación prosiga en el resto de los sectores.

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Otras medidas ya implantadas

Esta actuación se suma a otras medidas de ahorro que el Ayuntamiento ha venido implantado en los últimos meses, tales y como los planes preventivos de búsqueda, localización y reparación de fugas que han posibilitado la ejecución de una treintena actuaciones en distintas conducciones principales. En paralelo a estos planes preventivos, también se siguen impulsando obras de renovación de redes en distintos puntos de la ciudad.

Otra actuación consiste en que los parques y jardines públicos no se riegan con agua potable. El verano ya se redujo a la mitad el uso de agua potable tanto en los parques y jardines públicos (el 95% ya se riegan con agua del freático) como en los de las entidades urbanísticas colaboradoras de conservación, que hasta entonces era del 15% ya que se venían regando en un 85% de los casos con agua no potable.

Además, la empresa municipal Limpieza de Málaga está aplicando medidas solidarias para contribuir a ese ahorro, lo que conlleva una reducción de las tareas que emplean agua. De este modo, los servicios diarios que consumen agua se han visto minorados, aunque se garantiza la prestación de todos aquellos cuya suspensión pudiera poner en riesgo la salubridad pública.

También se ha interrumpido el suministro de las fuentes de beber que hay repartidas por la ciudad. Aunque su uso apenas representa un 0,057% del consumo total de la ciudad, en noviembre se procedió a cortar el servicio de estos surtidores en cumplimiento de la orden de la Junta de Andalucía.

También se viene aplicando el corte del suministro del servicio de lavapiés en las playas. Desde el 8 de agosto se cerraron las duchas, aunque se optó por mantener los lavapiés. Desde noviembre también están desactivados como medida de concienciación de la población para que se realice un uso responsable de los recursos.

Y también se realiza un aprovechamiento de recursos subterráneos, toda vez que, además de seguir utilizando los pozos de Aljaima y Fahala, en función de la evolución de la situación también se está trabajando en la posible puesta en marcha de otros pozos en desuso, que se encuentran fundamentalmente en el entorno del Bajo Guadalhorce.

Actuaciones preventivas y campañas de concienciación

La aplicación de estas medidas se suma a los proyectos y trabajos que desde 2022 viene desarrollando el Ayuntamiento para reducir el consumo de agua y lograr una gestión cada vez más eficaz de este recurso ante los periodos de sequía.

En este tiempo se ha conseguido incrementar hasta en dos hectómetros cúbicos el agua superficial del río Guadalhorce a través del mayor aprovechamiento del azud de Aljaima; y se ha desarrollado el proyecto de ampliación de la capacidad de producción de agua potable de la IDAS Atabal, con lo que se ha conseguido aumentar la capacidad de tratamiento en un 10%.

También se pusieron en marcha de forma progresiva los pozos de Aljaima y Fahala en función de la evolución de la situación, aportando hasta tres hectómetros cúbicos al abastecimiento urbano; se ha realizado la obra de bombeo de Rosaleda que ha mejorado la interconexión entre Málaga y Viñuela y se está ultimando la fase de estudio para la interconexión entre la Costa del Sol y Málaga, mediante una actuación a realizar en el depósito de Churriana.

De forma complementaria a las limitaciones fijadas para el uso de agua potable, desde el Ayuntamiento, a través de Emasa, se pondrán en marcha nuevas campañas de sensibilización para que la ciudadanía tome conciencia de la necesidad de hacer un consumo responsable. Desde el pasado verano permanece activa una campaña impulsada en coordinación con la Junta de Andalucía y las mancomunidades de municipios de la Costa del Sol Occidental y de la Axarquía.