Mazón avanza que se ejecutarán 20 millones en el trasvase Júcar-Vinalopó tras ocho años de "impresentable demora"

Así lo ha manifestado este lunes el jefe del Consell en declaraciones a los medios de comunicación, después de mantener una reunión con la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, L'Alacantí y el Consorcio de Aguas de La Marina Baja y visitar el embalse del Toscar en Monòver (Alicante), a las que también ha asistido la consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas.

«El tiempo de espera se ha terminado en el Júcar-Vinalopó», ha aseverado, al tiempo que ha celebrado que la Generalitat ha puesto en marcha «en tiempo récord» las obras del postrasvase, de las que ya se ha adjudicado el tramo 1, cuyas obras se iniciarán próximamente con un presupuesto de 9 millones de euros; y la fase de licitación del tramo 2, que ha indicado que beneficiará a regantes de Monòver, Novelda, Monforte, Agost, Sant Vicent del Raspeig, Alicante y Elche. Este se hará «de manera paralela» porque no pueden «esperar más».

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El 'president' ha tachado de «vergüenza» el tiempo de espera. «Con la vergüenza había que acabar, con el no hacer nada había que acabar, con el parón había que acabar», ha recalcado, al tiempo que ha celebrado que las próximas semanas habrá «días históricos» para las comarcas del sur de Alicante.

Mazón ha destacado que la ejecución del trasvase «ya va a ser una realidad», pero ha precisado que todavía queda «mucho camino por delante». «Esto ya no es un presupuesto, aquí estamos ya ejecutando», ha apuntado.

Además, ha querido agradecer el trabajo previo de planificación y proyecto que se ha hecho estos últimos meses y ha sostenido que «el ritmo de obra, de gestión y ejecución ha comenzado por fin en el Vinalopó», lo que a su juicio pone remedio al «abandono y pérdida de derechos que ya no se podían tolerar más».

«Esta impresentable demora no le ha salido gratis a mucha gente con la que queremos trabajar y queremos hablar», ha lamentado, al tiempo que ha apostado por «recuperar una cultura de agricultura de calidad, a precio razonable y sostenible que es lo que necesita el Vinalopó».