Ponç Puigdevall resigue las luchas por una herencia familiar en 'Una novel·la comercial'

En rueda de prensa este martes, Puigdevall (Sant Feliu de Guíxols, 1963) ha subrayado que es una novela «muy cerebral, sin ningún tipo de sentimiento», y ha remarcado que parece que los integrantes de esta familia estén en una competición para ver quién es el más malvado.

Sin embargo, ha señalado que ha intentado que el lector disfrute del «espectáculo grotesco de la condición humana», que a él siempre le ha hecho reír, al que ha añadido dosis de ternura.

Puigdevall suma a esta familia a un escritor como secundario de peso, que está obsesionado con ganar un premio literario a toda costa.

Modelo de simenón

Ha remarcado que en una novela llena de referencias literarias ha seguido el modelo literario de Georges Simenon, del que se ha declarado «entusiasta», por lo que hay una familia, una galería de secundarios, barrios pequeños y un crimen, ya sea físico o moral, pero que no está la figura del detective.

El escritor ha asegurado que las relaciones que se establecen para recibir la herencia «no dejan de ser una lucha absolutamente neoliberal» sobre aquello que cada uno de los personajes cree que debe tener.

Puigdevall ha subrayado que en esta novela, la cuarta de su trayectoria, ha realizado «un cambio estilístico» apostando por frases más cortas, y ha remarcado que para él lo más importante de cualquier novela es el ritmo de la prosa.

La novela discurre en Sant Feliu de Guíxols porque es la que conoce el autor: «Es aquella respiración que cada uno tiene del lugar de nacimiento, aunque no se haya fijado».

Puigdevall ha afirmado que, al igual que las novelas de Simenon, hay «toques de una época determinada», en este caso los momentos de mayor auge del proceso soberanista.

Pese a su condición de crítico literario, ha dicho que no es una cuestión que le preocupe si están bien escritas y razonadas, y ha remarcado que esta faceta le ha ayudado a «descubrir mecanismos» a la hora de encarar sus novelas.