El conseller de Educación, José Antonio Rovira, anuncia que las faltas de ortografía en áreas no lingüísticas no penalizarán a los alumnos diagnosticados de dislexia en la EBAU | GVA

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La Conselleria de Educación, Universidades y Empleo, ha anunciado que los alumnos diagnosticados de dislexia no serán penalizados por sus faltas de ortografía en áreas no lingüísticas en las pruebas de acceso a la Universidad. Asimismo, trabaja para que estas adaptaciones sean también efectivas durante los dos años de Bachillerato.

Así lo ha dado a conocer este martes el conseller de Educación, José Antonio Rovira, junto a Concha Barceló, presidenta de Trenca-dis, asociación comprometida con la dislexia y otras DEA (Dificultades Específicas de Aprendizaje), la directora general de Innovación e Inclusión Educativa, Xaro Escrig, y el director general de Universidades, José Antonio Pérez.

De esta forma, no se tendrán en cuenta los errores de ortografía natural, como la omisión de letras (Ej: Los Reyes Católico en lugar de Católicos), la sustitución de unos grafemas por otros con sonoridad parecida (Ej: empellado por empeñado), las transposiciones de grafemas (Ej: nobelza por nobleza) o la mezcla de minúsculas y mayúsculas. Tampoco se penalizarán las consideradas faltas arbitrarias (uso de la h, b/v, g/j, ll/y y x/s).

Además, en las pruebas de la EBAU los alumnos con dislexia solo verán penalizadas las faltas de ortografía regladas en las áreas lingüísticas --Castellano y Valenciano-- hasta 2/3 de la puntuación total y como máximo 3 puntos. Entran en este grupo las reglas de uso de r/rr, m/n, c/qu, z/c, g/gu, güe/güi o -z/-d.

El conseller de Educación ha puesto en relieve esta medida de «justicia» que supone un paso «importante» en la inclusión de todo el alumnado y la eliminación de barreras de acceso y ha adelantado que se pretende seguir avanzando en inclusión con la extensión de esta adaptación durante Bachillerato.

Esta decisión se ha tomado tras las conclusiones de un informe técnico llevado a cabo por la Unidad Especializada de Orientación de Dénia, que es especialista en trastornos en déficit de atención y otras dificultades específicas de aprendizaje. Al respecto, la directora general de Innovación e Inclusión Educativa, Xaro Escrig, ha señalado que los cambios se centran en cómo se corregirán las pruebas en base a este informe técnico. «Es un paso importante en la inclusión educativa y seguiremos trabajando para conseguir la equidad en el sistema educativo».

"ciegos" ante las faltas de ortografía

Por su parte, la presidenta de Trenca-dis ha agradecido a la Conselleria su trabajo para «hacer realidad» esta medida y ha incidido en la importancia de incorporar esta adaptación pues, según ha explicado, las personas con dislexia son «ciegos» ante las faltas de ortografía.

«Su almacén léxico no reconoce la forma de las palabras y esto no significa que no se esfuercen, sino que no son capaces de tener una representación gráfica de las palabras en su cabeza con lo cual si escriben una palabra de la que tienen dudas con 'b' y con 'v' no son capaces de identificar la que más les suena, porque no les suena ninguna de las dos», ha asegurado Barceló.

En este sentido, ha aseverado que las faltas de ortografía «no tienen que ser un condicionante» para «lograr un buen futuro o para conseguir tu sueño de estudiar la carrera que quieres y aportar a la sociedad» y ha puesto en valor que el profesorado encargado de corregir los exámenes de la EBAU esté informado de la normativa y tenga en cuenta «el contenido y no tanto la forma».

Asimismo, ha indicado que la dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta a alrededor de un 10 por ciento de la población: «En un aula podemos encontrar a uno o dos alumnos con dislexia, siendo la dificultad de aprendizaje con más prevalencia en nuestro sistema educativo. Además, hay alumnado no detectado y al que por lo tanto no se le da la respuesta adecuada, y que engrosa las listas de fracaso y abandono escolar», ha afirmado la presidenta de Trenca-dis.

Esta novedad en la corrección de las pruebas se suma a otras adaptaciones para este alumnado, como es dar un 25% más de tiempo para realizar los exámenes, la posibilidad de que se les lean las preguntas en voz alta para interpretar mejor el enunciado y estar un aula de apoyo si lo desean, donde podrán tener más tranquilidad para realizar el examen.

Además, las pruebas de la EBAU cuentan con diferentes criterios de adaptación para los alumnos con necesidades específicas de apoyo educativo como es la discapacidad auditiva, visual o motriz, entre otras.