Archivo - Chapa con el lema 'Metro sí, tuneladora no'. | Alberto Ortega - Europa Press - Archivo

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La Consejería de Educación, Ciencia y Universidades ha garantizado que el alumnado del colegio público de Educación Infantil y Primaria (CEIP) de Carabanchel, en la capital, «no va a ver afectado su derecho a la educación» por las obras de ampliación de la Línea 11 de Metro.

Así lo ha subrayado este martes la directora del Área Territorial Madrid Capital, Coral Báez, durante su comparecencia ante la Comisión de Educación, Ciencia y Universidades de la Asamblea, donde ha defendido la comunicación que su Consejería mantiene con la de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, encargada de las obras.

Báez ha defendido el interés de los propios vecinos de la zona por contar con una nueva estación de Metro que mejore su conexión y ha recordado que «desde el principio» se ha tenido en cuenta la presencia de un colegio en las proximidades de los trabajos, para lo que se han tomado medidas específicas para «evitar las molestias que pudieran afectar a los alumnos».

«Se ha variado desde el proyecto inicial las vías de transporte de materiales para reducir de forma significativa el paso por la calle Antonio Leiva, que es la entrada principal del colegio», ha precisado la directora del Área, quien ha añadido que «se ha modificado el sistema de extracción de tierras y se ha sustituido por una rampa de extracción con ascensores», lo que «reduce la superficie afectada y esto permite un menor impacto en el parque de Comillas».

Además, ha explicado que «se está realizando un estudio acústico» para «implementar las medidas necesarias», entre ellas pantallas acústicas, que «reducirán el impacto acústico a los límites permitidos», y «se han colocado aspersores para el riego automático», enfocado a «disminuir las partículas en suspensión y el polvo que está en el aire».

Por otro lado, Coral Báez ha recordado la dificultad para «poder acercar un Metro y una boca de Metro para los ciudadanos» debido a la «urbanización de esa zona». «Se han tomado todas las medidas necesarias y desde luego consideramos que los niños no se van a ver perjudicados por nada», ha sentenciado a preguntas de la diputada socialista Mar Espinar.

Las obras "no tienen que ser como una plaga de langostas", dice el psoe

Espinar ha defendido la ampliación de la L11, pero ha censurado la forma en que la Comunidad de Madrid está ejecutando el proyecto, pues las obras «no tienen que ser como una plaga de langosta que todo lo destruye», ante lo cual ha aseverado que «un buen Gobierno lo que hace es escuchar y presentar un proyecto que apueste por la minimización de molestias e incomodidades a los vecinos», así como que «no deforeste un parque público» y «no se convierta en una auténtica pesadilla para un colegio público» que además es «un centro preferente para alumnos con trastorno del espectro autista».

«¿De verdad no hay otra manera de llevar a cabo estas obras?», se ha preguntado la parlamentaria del PSOE, quien ha reclamado al Ejecutivo regional que piense «en los bolsillos de los madrileños» y «no en el de las empresas» a la hora de desarrollar los proyectos de infraestructuras.

Por su parte, Pablo Padilla (Más Madrid), ha incidido en el «reguero de árboles talados, chapuzas y alguna falsificación de documentos» que, a su juicio, está dejando este proyecto, para el que ha reclamado una comisión de seguimiento que permita «ver qué está ocurriendo».

Al hilo de esto, la directora de Área ha defendido los contactos mantenidos por la Consejería de Educación con las familias y la comunidad educativa del colegio Perú, dando indicaciones a la directora del centro «para que en cualquier momento que tengan alguna molestia que consideren», lo traslade «de forma inmediata».

En este sentido, se ha referido al cambio de ventanas de la fachada afectada por las obras, una petición de los padres del centro que «ya estaba proyectado» y que «se va a materializar». Se trata de ventanas con rotura de puente térmico para aislar mejor los espacios y que se verán complementadas con la colocación de toldos.

También se accedió a otras peticiones como la apertura de las instalaciones por las tardes para realizar en ellas actividades que, debido a los trabajos, no es posible que los escolares realicen en el parque.

Por último, Coral Báez ha defendido que hasta la fecha «no ha habido ningún tipo de ruidos, ni de polvo, ni molestias ocasionadas por las obras a los alumnos del colegio», si bien ha asegurado que «en el momento en que haya la más mínima situación», el colegio «cuenta con instalaciones suficientes como para trasladar a los grupos que sea necesario dentro del propio centro».