En el debate parlamentario, el diputado de Vox José Ignacio Arias ha sostenido que la integración de estos menores es «fallida» porque las «políticas de la izquierda de las puertas abiertas están favoreciendo a las mafias» que traen a los menores «engañados» condenándoles a «la delincuencia o a caer en redes de prostitución». Así, ha defendido que solo procede «el retorno a sus países de origen».
Por su parte, la parlamentaria de PSOE Lorena Morales ha criticado que esto sea un nuevo ataque «de la extrema derecha hacia los menores extranjeros solos» y que intenten «crear miedo como si hubiera hordas de estos niños y la gente no pudiera salir ni a comprar el pan». «Son puras mentiras», ha lanzado, al tiempo que ha afeado a Vox que busque «calentar la calle» y a la Comunidad de Madrid que les esté «abandonando».
Desde Más Madrid, la diputada Emilia Sánchez-Pantoja ha tachado de «racismo y xenofobia» que Vox diga que los valores culturales de los niños solo se pueden inculcar en su país de procedencia así como que estén mejor devueltos a «unas condiciones terribles». «Dejen a los niños en paz, dejen de utilizar a los más débiles para agitar el odio. Dejen de intentar que seamos un país que no somos porque España es un país solidario y un país que siempre está dispuesto a proteger y ayudar», ha remarcado.
Por último, la parlamentaria de PP Laura Ezcurra ha sostenido que esta iniciativa le provoca «nausea y perplejidad». «Que en pleno año 2024 un grupo político traiga a una cámara de representación democrática una iniciativa que consiste básicamente en expulsar automáticamente de nuestro país a un grupo de personas perfectamente definido y al mismo tiempo heterogéneo, que además son menores de edad, incluso algunos de ellos niños, por razón de su raza y de su origen, sin media garantía, sin media procedimiento y sin la mínima humanidad, me parece como poco irresponsable», ha trasladado.
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