Alimentos ultraprocesados. | UMH

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Un estudio de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche (Alicante) sobre el efecto a medio y largo plazo del consumo de alimentos ultra-procesados sobre la mortalidad total, cardiovascular y cáncer ha revelado que un mayor consumo de estos alimentos se asocia «de forma significativa» con una mayor mortalidad por todas las causas de muerte.

Las investigadoras Laura Torres Collado y Sandra González Palacios, de la Unidad de Epidemiología de la Nutrición de la UMH, que dirige el profesor Jesús Vioque, lideran la publicación de este estudio, realizado con adultos de la Comunitat Valenciana, según ha indicado la institución académica en un comunicado.

En este trabajo, además de investigadores de la UMH, participan otros investigadores del Instituto de Investigación Sanitaria y Biomédica de Alicante (Isabial), del Grupo de Epidemiología y Salud Pública del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER) y de la Universidad de Poznan (Polonia).

En el estudio, se evaluó la mortalidad durante 18 años de seguimiento en una muestra representativa de la población adulta valenciana (1.538 hombres y mujeres) de 20 y más años que participaron en la Encuesta de Nutrición y Salud de la Comunitat Valenciana.

A las personas participantes se les evaluó la dieta, el estado de salud y los principales estilos de vida, incluido el consumo habitual de alimentos a través de un cuestionario de frecuencia alimentaria previamente validado. El estado vital y la causa de muerte en los participantes se verificó a partir del Índice Nacional de Defunciones de la Comunitat Valenciana.

En comparación con los participantes que tenían un consumo bajo de alimentos ultra-procesados, las personas que tenían un consumo alto de estos alimentos presentaron un 40 por ciento más de riesgo de muerte durante los 18 años de seguimiento. También se observó, «cierta evidencia de un efecto perjudicial» del consumo de los alimentos ultra-procesados sobre la mortalidad cardiovascular y por cáncer, observándose un aumento del riesgo de muerte del 35% y 6%, respectivamente, aunque «no resultó estadísticamente significativo».

Por todo ello, los autores concluyen que un consumo elevado de alimentos ultra-procesados se asocia a una mayor mortalidad por todas las causas a largo plazo en población adulta mediterránea. Estos resultados suponen una «evidencia sólida» sobre el efecto perjudicial del consumo de alimentos ultra-procesados sobre la mortalidad, que se añaden a los observados en otras poblaciones.

Los resultados de este trabajo se han publicado en 'Clinical Nutrition', revista clasificada en el primer cuartil del área de Nutrición en el JCR (Q1).