Clavero ha precisado que aunque va a ser un descenso lento, «porque más que una punta es una meseta», ha descrito que será una meseta «larga de entre 6 y 12 horas», pero al ir todos los aforos en descenso supone «una cierta tranquilidad».
Por ese motivo, se va a descender del nivel 2 y pasa al nivel 1 del Plan de Emergencia Especial por inundaciones. Esta situación conlleva desmovilizar a la UME porque con los medios propios que dispone la Comunidad Autónoma de Aragón, la Diputación Provincial de Zaragoza y del propio Ayuntamiento de Zaragoza, «son suficientes para atender los incidentes que, seguramente, seguirán surgiendo, pero ya van a ser muchísimos menos», ha estimado.
Al ser una meseta el agua sigue circulando en un nivel mayor durante más tiempo y aunque está en claro descenso en Zaragoza, Villafranca e incluso Gelsa, es desde este punto hasta el embalse de Mequinenza donde hay municipios como Sástago, Escatrón y Cincovillas, que «van muy encajonados, están muy elevados sobre el nivel del río, pero pueden tener alguna infraestructura, alguna carretera, algún camino, alguna instalación que se pueda ver afectada, aunque no es probable con estos caudales». No obstante, ha subrayado que hay que estar atentos y por eso se mantiene el nivel 1 de emergencia.
Clavero ha realizado estas declaraciones a los medios de comunicación tras la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integrada (CECOPI) que ha tenido lugar este sábado, en Pina de Ebro para realizar seguimiento de la crecida del río Ebro.
Dada la evolución de la crecida del Ebro en la zona van a seguir trabajando unos 50 efectivos del Gobierno de Aragón, que se suman a los de otras instituciones, junto al personal del Centro de Coordinación de Emergencias, que está en el edificio Pignatelli, que son otras 15 ó 20 empleados que están operativos en turnos para poder atender todas las llamadas de los ciudadanos. En total permanecen en a zona afectada sobre un centenar de personas.
Afecciones
Sobre las afecciones producidas desde este viernes llegara la punta de la crecida del río procedente de Zaragoza hasta la Ribera Baja del Ebro, ha comentado que alguna mota se ha visto dañada, y también algún transformador se ha tenido que reparar.
Además, en Pina de Ebro, se achica agua en uno de los colectores de pluviales, puesto que, por filtración, se había llenado de agua. Se está vaciando para poder dar paso a las lluvias, que se anuncian para esta tarde.
«Lo demás --ha resumido-- han sido pequeños achiques, pequeños reforzamientos de la mota, y, sobre todo, mucha vigilancia para comprobar, cómo así ha sido, que prácticamente todas las motas, menos una en la zona de Pina, han respondido satisfactoriamente y han aguantado la avenida».
Asimismo, ha dicho que se ha tenido que evacuar alguna explotación de ganado porcino en Villafranca, tras la recomendación del Departamento de Agricultura, «por si acaso».
El caudal del Ebro a su paso por el aforo de Zaragoza este sábado a las 13.30 horas es de 1.268 metros cúbicos por segundo y una altura de 3,77 cuando el pico máximo de este viernes ha sido de 1.633 metros cúbicos por segundo y una altura de 4,51 metros, entre las 13.00 y las 14.15 horas.
El de Zaragoza es el último aforo que tiene la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), mientras que en el resto de poblaciones hay niveles de altura, y en todos estos municipios está es descenso.
En Gelsa, que está a 7,70 metros de altura, es un nivel «todavía alto» y se va a mantener durante unas horas, por eso «hay que seguir siendo vigilantes», ha instado.
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