El Ayuntamiento de Barcelona cerró el 2023 con 51,2 millones de superávit, que supone un 1,5% de los ingresos no financieros, y da «por superados» los efectos negativos de la pandemia tras cerrar los últimos tres años en déficit.
Lo han explicado en rueda de prensa este martes el teniente de alcalde de Economía, Jordi Valls, y el gerente municipal, Albert Dalmau, para presentar la liquidación del Presupuesto de 2023.
Los responsables municipales han destacado que los datos de cierre de 2023 denotan la solvencia de las finanzas municipales y apunta a la total recuperación de los efectos de la pandemia de la Covid, además de registrar «un año de récord» en el que se mantiene el endeudamiento, ha recalcado Dalmau.
El superávit generado --por primera vez tras la pandemia-- se destinará a reducir la deuda y, de los 51,2 millones, 20 corresponden a ingresos extraordinarios transferidos por la Generalitat.
Inversión de 584 millones
El Ayuntamiento logró una ejecución presupuestaria del 92,2% con 3.337 millones de euros: el gasto corriente se situó en el 95,5% con 2.213 millones de euros, y la inversión en el 78,5%, con 584 millones ejecutados.
Refiriéndose a la inversión, Dalmau ha destacado que «no hay otro Ayuntamiento como Barcelona en el conjunto de España con este grado de inversión».
Así, el ahorro bruto presupuestario (la diferencia entre ingresos y gasto corriente) se mantiene estable, situándose en el 16,2%, con 534 millones de euros, dentro de la horquilla del 15%-20% recomendado.
El endeudamiento alcanzó los 1.012 millones de euros, que representa un 30,7% del total de los ingresos corrientes, y el remanente de tesorería está en un 5,7% de sus ingresos corrientes, por encima del 5% que se fija en el Ayuntamiento.
Pago a proveedores
El pago a proveedores ha cerrado el año en 21,7 días de media desde el momento en que la factura entra en el registro municipal, por debajo de los 30 días que marca la ley: «Somos uno de los ayuntamientos que más rápido paga de España», ha afirmado Dalmau.
El Ayuntamiento también subraya su solvencia financiera que asegura que «ha quedado de nuevo acreditada con las calificaciones emitidas por las agencias Standard & Poor's y Fitch, que mantienen la máxima calificación que pueden otorgar a la ciudad».
Valls ha explicado que el Ayuntamiento quiere seguir la cultura del 'accountability', con el que se hace referencia a rendir cuentas y ser transparente con la ciudadanía publicando un informe sintético y fácil de entender con los principales indicadores económicos financieros.
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