La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y la consejera municipal de Cultura, Educación y Turismo, Sara Fernández, junto a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos. | Europa Press

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La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha anunciado este martes que el Ayuntamiento ha solicitado al Gobierno de Aragón que la Comparsa de Gigantes y Cabezudos de la ciudad sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de reconocimiento cultural según la Ley autonómica de Patrimonio Cultural.

Chueca ha escogido la festividad local de la Cincomarzada para lanzar esta petición al Gobierno autonómico, fecha elegida también para celebrar el vigésimo-quinto cumpleaños de los gigantes de la actual comparsa.

La alcaldesa, tras felicitar a los gigantes por su «cumpleaños», ha definido a la comparsa como «un símbolo de la ciudad muy reconocible para mayores y para pequeños».

Se trata, en sus palabras, de un reconocimiento «merecidísimo» porque los gigantes y cabezudos forman parte de la «identidad cultural» al estar presentes en todas las celebraciones importantes de la ciudad, lo que ha generado «un vínculo emocional» muy importante con los zaragozanos.

Un vínculo emocional, a su juicio, equiparable «a cuando vemos el manto de la Virgen del Pilar lleno de flores» o «cuando escuchamos nuestras jotas», que generan un «nudo en la garganta» de los zaragozanos que les hace estar unidos a sus lazos culturales y sus raíces.

Tradición histórica

Además, Chueca ha destacado la historia de los gigantes, de los que ya hay constancia en el año 1472, con figuras de reyes que acompañaban a las procesiones, o los «ocho gigantones», que representaban a los cuatro continentes conocidos en la época --Europa, Asia, África y América-- que aparecen en las bodas del Rey Felipe II con Isabel de Valois.

Más adelante, en el siglo XIX, se enriquecen los gigantes al aparecer personajes como Don Quijote, Dulcinea o los Duques de Villahermosa, además de cabezudos «también muy reconocidos y conocidos por todos» como La Forana, El Boticario, El Torero, El Morico o El Robaculeros.

La siguiente actualización integral data de 1964, cuando Modesto Armando Ruiz elabora los nuevos gigantes y Modesto González hace lo propio con los cabezudos, previa quema de las figuras vigentes hasta entonces. Así, a los ocho gigantes se les unen el Gastón de Bearn y la Dama Bearnesa.

En los años 80, aparece La Pilara, una de las cabezudas más queridas por los niños, y los gigantes vuelven a renovarse en 1999, a cargo del escultor Francisco Rallo.

La alcaldesa ha señalado también que la comparsa ha seguido renovándose hasta el siglo XXI, con la aparición de los gigantes de Palafox, Agustina de Aragón, Goya y su mujer, Josefina Bayeu, o los cabezudos Cigarrera o Azutero.

Por todo ello, y para seguir «rememorando una cultura viva porque sale a las calles, porque interactúa con todos los zaragozanos generación tras generación y también va recogiendo los personajes más importantes de nuestra historia», el Consistorio quiere hacer partícipe al Ejecutivo autonómico y que declare a la comparsa BIC.

«Zaragoza tiene un gran patrimonio histórico, somos una ciudad bimilenaria por la que han pasado cinco civilizaciones y es muy importante que sigamos fieles a nuestra tradiciones y que sigamos reconociendo ese patrimonio y poniéndolo de manifiesto para las nuevas generaciones», ha añadido la alcaldesa.

La comparsa ha contado para la ocasión con la presencia de gigantes y cabezudos de los distintos barrios de la ciudad porque «es una fiesta de cumpleaños», en la que «se invita a los amigos».

Una de las comparsas más grandes de españa

La actual comparsa continúa una larga tradición que ha ido variando y, en la actualidad, está compuesta por 27 figuras --14 gigantes, 11 cabezudos y dos caballitos--, con lo que es «una de las agrupaciones más grandes de España».

La comparsa predecesora, la de 1964, se encuentra expuesta hasta el próximo 7 de abril en los Depósitos del Pignatelli, en una muestra que ha sido visitada hasta ahora por más de 11.500 personas.

La exposición está integrada por los ocho cabezudos realizados por el artista fallero valenciano Modesto González --El Boticario, El Morico, El Robaculeros, El Torero, El Tuerto, El Berrugón, El Forano y La Forana-- y los diez gigantes encargados al escultor zaragozano Armando Ruiz --Don Quijote, Dulcinea, El Duque, La Duquesa, El Rey, La Reina, El Chino, La Negra, Gastón de Bearn y La Dama Bearnesa--, que recientemente han sido restaurados.

La comparsa ha celebrado su «cumpleaños» saliendo de la Casa Consistorial hasta un escenario, situado en la plaza del Pilar, que ha sido, a su vez, el punto de partida para un pasacalles que ha recorrido la calle Don Jaime I, el paseo Echegaray y Caballero y la calle de Salduba.