Este lunes, Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, se conmemora el vigésimo aniversario de aquel 11 de marzo de 2004, cuando se produjeron diez explosiones casi simultáneas en cuatro trenes de cercanías de Madrid, un atentado perpetrado por la organización terrorista Al Qaeda, cuyo resultado fue 192 víctimas mortales y más de 2.000 heridos.
«Se cumplen 20 años del peor atentado de la historia cometido en Europa. Dos décadas desde que España sintió que el tiempo se detenía, el silencio imperaba en cada rincón y miles de vidas se rompían en pedazos», ha rememorado Lucía Ruiz al inicio de su intervención en el acto.
Ha señalado que, en un mundo cada vez «más individualista», aquel 11 de marzo de 2004 la «empatía» llevó a muchas personas a volver a entrar en los trenes afectados por las explosiones para ayudar a las víctimas, «sin saber si podía volver a estallar otra bomba», también a que los taxistas apagaran sus taxímetros y a que los sanitarios demostrasen que su compromiso iba más allá del juramento hipocrático«. »Se produjo el mayor acto de solidaridad que se recuerda", ha añadido.
En la actualidad, la consigna en lo que se refiere a las víctimas del terrorismo es «que miréis hacia otro lado», pero aquel 11 de marzo «no atacaron a nadie en concreto, sino a toda España, y »necesitamos acompañamiento de por vida, no solo ese día y los cuatro posteriores".
Lo vivido por las víctimas del terrorismo es «totalmente injustificado, sin dobles lecturas ni excusas» y sus consecuencias incluyen estrés postraumático, depresión y ansiedad, «algo a lo que se enfrentan 20 años después las víctimas del 11M».
Silenciar y esconder
La delegada de la AVT en Aragón ha criticado que se pretenda «silenciar y esconder bajo una alfombra» a las víctimas de terrorismo: «¿Cómo quieren que olvidemos y que pasemos página? No queremos, pero sobre todo no debemos».
Bajo esta consigna ha emplazado a que los afectados cuenten su historia a los jóvenes, porque «no es posible mirar al futuro sin recordar y hay que hacerlo para homenajear a nuestros muertos, pero también para no blanquear a los responsables de tanto dolor y sufrimiento».
En este sentido, Lucía Ruiz ha recalcado la importancia de que las nuevas generaciones «pongan cara y nombre» a los responsables por acción y por omisión, «a los que apretaban el gatillo y a los que accionaban las bombas, pero también a los que les aplaudían y les defendían desde las instituciones».
Las víctimas del terrorismo, ha esgrimido, «tenemos, a día de hoy, una sensación de derrota total», ya que los responsables cumplen condena cerca de sus domicilios o han conseguido un tercer grado. «Aunque suene increíble, en este momento no está garantizado que nuestros asesinos cumplan íntegramente sus penas», ha recalcado.
Ha manifestado que poner fin a la política de dispersión de presos de ETA estaba en la agenda del Gobierno de España «desde el principio», igual que los beneficios penitenciarios a terroristas que no han colaborado con la justicia ni se han arrepentido, pero «siguen riéndose de nosotros en los juicios y sin colaborar para esclarecer casos aún pendientes de resolver».
Por otro lado, ha aseverado que los 'ongi etorri', como se conoce a los recibimientos a presos de la banda terrorista ETA, «no son meras manifestaciones de alegría de un vecino que vuelve a su pueblo, sino que son homenajes a los que no tienen otro mérito que el asesinato y la extorsión en el País Vasco y Navarra».
Allí, ha proseguido Lucía Ruiz, «se permite recibir como a héroes a los asesinos y a los principales responsables de vulneraciones de los derechos humanos».
Bildu
Las víctimas del terrorismo «somos rencorosas, vengativas, estamos ancladas al pasado o estamos politizadas», ha enumerado, mientras Bildu «es ahora la luz que ilumina España, un partido joven de izquierdas, con ideas frescas que protege a la clase trabajadora y que vela por los intereses del pueblo», ha ironizado.
Ha planteado: «¿Cómo se puede pensar, por un solo instante, que Bildu es el partido del pueblo?», si mantiene «atemorizado» al pueblo en algunos lugares y «son incapaces de condenar que hace muy poco tiempo vivíamos en una España en los que los pistoleros decidían quién moría y quién no».
En este punto, ha condenado que se tolere que «den lecciones de empatía y convivencia» desde el Congreso de los Diputados al tiempo que «homenajean a terroristas». Ha instado a la sociedad y a los políticos a reflexionar sobre esta realidad y se ha preguntado: «¿Hasta dónde vamos a llegar?».
Además, ha expuesto que el archivo audiovisual sobre terrorismo se considera «aburrido, caduco y muy marcado ideológicamente», mientras que el estreno en la plataforma de Netflix de una entrevista al exjefe de ETA José Antonio Urrutikoetxea, alias 'Josu Ternera', «que ha asesinado a casi mil personas en España y tiene citas pendientes con la Justicia», «crea expectación absoluta».
Ruiz ha defendido que ante la «sensación inequívoca de derrota» que producen estos hechos a las víctimas, no se rendirán. «Por más piedras que nos pongan en el camino no conseguirán silenciarnos jamás, aunque cada vez tengamos menos altavoces y nos limiten los medios materiales y humanos para seguir trabajando», ha advertido.
Acto en zaragoza
El acto ha comenzado con un minuto de silencio, a las 12.00 horas, en recuerdo de las víctimas del 11M y sus familiares y, tras la intervención de la delegada de la AVT en Aragón, se ha depositado un ramo de flores por parte de un grupo de víctimas de atentados terroristas.
Ninguno de los afectados por el atentado del 11M ha participado en Zaragoza, ya que, según ha explicado Ruiz, se encontraban fuera de la ciudad.
Lucía Ruiz ha concluido «rogando» a la sociedad que no olvide, porque hacer es «matarnos de nuevo». Las víctimas, ha destacado, «somos un patrimonio muy importante de este país». Aquel 11 de marzo «nos atacaron a todos, aunque en aquel tren iban personas con nombres y apellidos, pero el objetivo éramos todos, pretendían atacar a todos los españoles, a nuestra libertad, democracia y valores».
Entre los asistentes a esta conmemoración ha estado el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, el vicepresidente primero y consejero de Desarrollo Territorial, Despoblación y Justicia, Alejandro Nolasco, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, el vicepresidente primero de las Cortes de Aragón, Ramón Celma, y la subdelegada del Gobierno, Noelia Herrero.
También han participado el consejero de Hacienda y Administración Pública del Gobierno de Aragón, Roberto Bermúdez de Castro, el consejero municipal de Presidencia, Relaciones Institucionales y Seguridad Ciudadana, Ángel Lorén, así como los diputados autonómicos Fernando Ledesma (PP), Santiago Morón (VOX), y concejales del Ayuntamiento de Zaragoza, como Julio Calvo (VOX) y Alfonso Gómez (PSOE).
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