Hernández, que ha comparecido ante los medios de comunicación frente a la planta de Mercedes Benz en Vitoria-Gasteiz, ha analizado la situación del sector de automoción y las políticas de transición energética.
El candidato de Sumar ha destacado el compromiso de su grupo con «una transición energética justa que convierta a Euskadi en un motor industrial renovable, creando 30.000 nuevos empleos y protegiendo y mejorando el empleo existente».
Según ha recordado a través de un comunicado, tan solo en Álava hay más de 30.000 personas que trabajan directa e indirectamente en la industria de la automoción, en empresas como Mercedes y Michelin.
Desde Sumar se ha recordado que la producción mundial de automóviles se enfrenta a una transformación a nivel mundial derivada del contexto comercial, social, energético y climático.
Fernández ha advertido de que este proceso también afectará a las empresas vascas. En este sentido, ha manifestado que «las grandes compañías ganan miles de millones de euros», y que esos beneficios «deben servir para realizar una transición del sector justa y basada en la calidad del empleo».
Beneficios de mercedes
«Si Mercedes ganó más de 14.000 millones de euros el año pasado, es posible hacer una transición energética verde y justa con las y los trabajadores; una transición que respete el empleo y las condiciones laborales», ha añadido.
Sumar apuesta por impulsar una 'Estrategia de Transición Energética Justa', que vaya acompañada de «los cambios legislativos necesarios para acelerar el uso de energías renovables, fomentar el autoconsumo colectivo e impulsar la creación de comunidades energéticas».
La coalición ha planteado la necesidad de poner en marcha un proceso de reindustrialización verde que genere «prosperidad, cohesión social y competitividad», y que «apueste por cuidar la salud y la calidad de vida de la ciudadanía y por cumplir los compromisos climáticos y ecológicos».
El cabeza de lista de Sumar ha reafirmado el compromiso de la coalición para la reactivación de un grupo de trabajo que permita analizar en el Parlamento Vasco el futuro de la industria del automóvil, «escuchando a las empresas, los sindicatos, organizaciones ecologistas y centros de investigación».
A su vez, ha mostrado su compromiso para impulsar un acuerdo entre industria, sindicatos y la administración para que el Gobierno Vasco acompañe al sector de automoción en su adaptación a «una transición energética justa que proteja a las trabajadoras y los trabajadores».
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