La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha reiterado este lunes que no se plantea ninguna fragmentación en la gestión de la cuenca del Ebro ni «ningún volumen de agua trasvasable» en este río y ha descartado recuperar el embalse de Biscarrués, anulado por el Tribunal Supremo, como ha reclamado el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón.
Ribera ha recibido este lunes en la sede ministerial al presidente aragonés, con quien ha mantenido una reunión de alrededor de dos horas en torno a la gestión hídrica, la despoblación, las energías renovables o el Plan Pirineos, en la que ambos han coincidido en que se ha producido con un tono «amable», «colaborativo» y «constructivo».
Azcón solicitó este encuentro hace dos meses, tras conocer que la ministra se iba a reunir con la Generalitat de Cataluña para tratar el problema de la sequía, y lo primero que ha subrayado en la rueda de prensa es su «obligación» de defender el agua en la Comunidad Autónoma, recogida en el artículo 19 del Estatuto de Autonomía, que establece que corresponde a los poderes públicos aragoneses «velar especialmente para evitar transferencias de aguas».
En este sentido, la ministra, tras defender el principio de unidad de cuenca y que es «obligación del Estado» velar por el interés general de todos los territorios, ha señalado que son «extraordinariamente sensibles» al tratarse de «un bien de primera necesidad» y «un bien ambiental» para los ecosistemas. «Nuestra intención es seguir rigiéndonos por este principio», ha asegurado, sin pronunciarse expresamente por ninguna petición de trasvase procedente ni de Cataluña ni de las comunidades del Levante.
El presidente autonómico, por su parte, ha compartido el «anhelo» de la gestión unitaria de la cuenca hidrográfica del Ebro y ha pedido que se estudien «de una forma más inmediata» la regulación del río Gállego y las obras excluidas del Pacto del Agua, aunque estén fuera del plan hidrológico de cuenca 2022-2027.
Ribera ha abogado por «cumplir a rajatabla» esta planificación, aprobada en enero de 2023, que contempla el volumen de agua, los usos y las inversiones en la cuenca del Ebro, algunas de ellas «diseñadas hace mucho».
No a biscarrués
Asimismo, la ministra ha agregado que en el Gobierno de España son «extraordinariamente respetuosos» con las sentencias, por lo que están «comprometidos» a ejecutar la sentencia que anula el pantano de Biscarrués.
Ha indicado que el plan actual contempla los embalses de Yesa, Mularroya y Almudévar, que una inversión de más de 800 millones de euros, que están en ejecución.
Teresa Ribera ha recordado que los tribunales consideraron que la inversión en Biscarrués «no estaba suficientemente justificada» y ha contrapuesto esta obra con la del embalse de Almudévar, en la que la Audiencia Nacional determinó que la administración debía seguir trabajando en el plan de restitución, pero debía seguir adelante.
Este es, por tanto, un ejemplo de cómo ser «cuidadosos» en el diseño de este tipo de infraestructuras. En cualquier caso, Ribera ha asegurado que seguirán escuchando las necesidades de Aragón de cara al próximo ciclo de inversión, pero sin modificar el plan vigente.
En Biscarrués, los tribunales consideraron que «no estaba suficientemente justificada», en el caso de Almudévar la Audiencia Nacional consideró que había que trabajar en el plan de resitutción pero la obra debía seguir adelante.
En la reunión de este lunes, se ha planteado también que la ministra vuelva a acudir a las Cortes de Aragón para informar sobre la ejecución de las obras del Pacto del Agua en el seno de la Comisión Mixta de seguimiento, aunque deberá ser la presidenta de la Cámara autonómica, Marta Fernández, la que lo solicite formalmente.
Ribera, quien compareció por última vez en esta comisión en 2021, ha considerado que es una manera «eficaz» de compartir información, de dar explicaciones y de escuchar de primera mano las peticiones desde el territorio.
Lindano
Por otro lado, el presidente aragonés ha planteado la necesidad de que se inviertan 500 millones de euros en los próximos cinco años para la restauración ecológica del río Gállego ante la contaminación con lindano, que es «el problema medioambiental más importante de la actualidad y de la historia de la Comunidad Autónoma».
A este respecto, Jorge Azcón ha opinado que las inversiones en los últimos años han sido «escasas» y que es necesaria una mayor colaboración para resolver un problema suscitado décadas atrás.
Ribera, por su parte, ha asegurado que la contaminación por lindano «no es uno de los episodios más gratificantes de nuestro pasado común» y ha señalado que el Ejecutivo central ha ido acompañando en la restauración medioambiental del Gállego con medidas puntuales, planes específicos o compromisos presupuestarios durante «muchos años».
Ha remarcado que llevan más de diez años trabajando en este ámbito, por lo que no es «novedoso», pero se ha comprometido a estudiar en detalle cómo seguir contribuyendo desde el Ministerio para la Transición Ecológica a la descontaminación.
Tras el encuentro, la ministra Ribera ha destacado la apuesta por la Agenda Verde en distintas vertientes: innovación, empleo, restauración de ecosistemas y calidad de vida para las personas, lo que se pone de manifiesto en cuestiones como la seguridad en el acceso al agua.
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