El Ayuntamiento de El Burgo de Ebro ha adquirido nuevos desfibriladores, que ha repartido por el municipio y que convierten a la localidad en una de las más cardioprotegidas de todo Aragón.
El Consistorio organizó recientemente sesiones informativas para explicar su funcionamiento a los vecinos, de la mano de la Asociación Cuidae. La iniciativa ha supuesto aumentar la red de desfibriladores automáticos hasta alcanzar nueve equipos de cardioprotección adquiridos por el Ayuntamiento para cubrir a toda la población, a los que se suman los que tienen las empresas de los polígonos. En total, han tenido un coste para las arcas municipales de 9.300 euros.
Con los últimos equipos, El Burgo de Ebro se sitúa entre las localidades más cardioprotegidas de Aragón, con 3,7 desfibriladores por cada 1.000 habitantes. Es importante destacar que algunas entidades especializadas consideran una población bien protegida cuando hay un desfibrilador por cada 5.000 habitantes. Si la media en la comunidad autónoma es de 1,4 desfibriladores por cada 1.000 habitantes (13,9 por cada 10.000 habitantes), la tasa se multiplica por tres en El Burgo de Ebro.
«La prioridad es que la atención sea la más rápida posible» La concejal delegada de Deportes, Empleo y Sanidad, Cristina Martínez, ha señalado que la iniciativa del Ayuntamiento de El Burgo «muestra el compromiso de la corporación con la salud de los vecinos» y ha recordado que, «en los casos de infarto, la prioridad máxima es que la atención sea lo más rápida posible, por lo que es necesario que los desfibriladores estén bien situados».
«Hablamos de salvar vidas humanas, con lo que no podemos escatimar en gastos», ha añadido Martínez. Los dispositivos se sitúan en puntos clave del núcleo urbano. Así, hay uno en el Ayuntamiento, uno en el Centro Cultural, otro en el Centro Social, en el Centro de Educación Infantil, en el Pabellón Multiusos, en el polideportivo municipal y otro situado en las piscinas, localizado en el campo de fútbol durante la temporada deportiva y en la recepción cuando la piscina abre sus puertas.
A esos siete se añaden el que lleva incorporada la ambulancia, que es móvil, y otro más en el colegio, aunque de propiedad autonómica. A estos nueve hay que sumar los instalados por las empresas de los polígonos industriales, que suman otros trece, según los datos de la Asociación Cuidae. Los desfibriladores situados en establecimientos no sanitarios son los únicos que es obligado registrar.
Curso vital de seguridad
El Consistorio organizó el pasado mes de febrero, en colaboración con la propia Asociación Cuidae, un exitoso desarrollo de un curso vital para la seguridad y el bienestar ciudadano que consistió en un curso de Reanimación Cardiopulmonar Básica y Uso de Desfibriladores Automatizados de Acceso Público. Dicho programa permitió la capacitación de 70 vecinos del municipio para actuar como primeros intervinientes y rescatistas cardíacos en situaciones de emergencia, cumpliendo con los requisitos establecidos por el Gobierno de Aragón.
La capacitación fue conducida por enfermeros altamente especializados en emergencias sanitarias y contó con material de simulación de última generación. Un desfibrilador externo automático (DEA) es un dispositivo que restablece el ritmo cardiaco normal mediante la aplicación de una descarga eléctrica, lo que puede llegar a salvar la vida.
«Si el uso de este tipo de desfibriladores se produce en los 3 minutos después del paro cardiaco, la supervivencia aumenta un 73% y si se utiliza en menos de 5 minutos, las posibilidades se incrementan hasta el 50%», advierte la Fundación Española del Corazón.
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