El director de Comunicación, Marca y Relaciones Institucionales de Ibercaja, Enrique Barbero, y el jefe de Análisis Económico y Financiero del Banco, Santiago Martínez, han trasladado su perspectiva de la economía española y aragonesa para los próximos años este viernes, durante la presentación del número 81 de la Revista Economía Aragonesa, que edita la entidad.
Martínez ha expuesto, con respecto al crecimiento anual del PIB en Aragón en 2023, dos datos diferentes, el de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que apunta un 2,1%; y el del Instituto Aragonés de Estadística (IAEST), que remite un 2,7%, lo que refleja una «incertidumbre» que explica por varios indicadores de coyuntura económica.
El anterior número de la Revista de Economía Aragonesa apuntaba a un crecimiento económico para 2024 de 1,7% de incremento del PIB en Aragón y del 1,6% nacional.
Desde un punto de vista sectorial, destaca la buena evolución relativa de la industria en 2023, con una contribución notable de sectores clave como material de transporte, alimentación, energía y papel, apoyada por la expansión de las exportaciones.
Por el contrario, el crecimiento del sector servicios ha sido algo inferior al de España, ya que Aragón no se ha beneficiado tanto como lo ha hecho el conjunto del país de la recuperación del turismo internacional.
«Los buenos datos en exportación sumados al aumento de la importación de bienes han hecho que la balanza comercial sea deficitaria, algo que no ocurría desde 2007», ha comentado el jefe de Análisis Económico y Financiero del Banco.
Agrocpecuario, inmobiliario y mercado laboral
En cuanto al sector agropecuario, los datos de PIB estimados por el IAEST revelan un comportamiento negativo y peor que el del conjunto de España. En lo relativo al sector constructor e inmobiliario, la «satisfacción de la demanda» tras la pandemia se ha visto empañada por la caída de las ventas de viviendas, y más todavía las hipotecas, a causa de la subida de tipos de interés.
En este punto, han anotado que los precios de la vivienda ha seguido creciendo e incluso se han acelerado, como respuesta a la escasez de oferta de vivienda una vez absorbido el exceso de stock acumulado durante la burbuja inmobiliaria.
El crecimiento del empleo, que parecía agotarse en España en el segundo semestre de 2023, ha resistido y la serie de afiliados y los datos posteriores, muestran una reactivación y revelan una inercia más positiva de la esperada.
En el caso del mercado laboral aragonés, la predicción para 2024 en términos de ocupación revela una «leve pérdida de dinamismo», con una variación de la tasa de ocupación se situaría del 1,9% ante el 2,1% del conjunto nacional, augurando además un descenso de hasta el 7,3% en el número de parados, frente al 11,4% de la española.
Triple desafío al crecimiento
A pesar de ello, la visión a medio y largo plazo no ha sufrido grandes modificaciones. «Creemos que el crecimiento económico se desacelerará a lo largo del ciclo por el efecto del triple desafío al que nos enfrentamos: demográfico, geopolítico y de inflación y tipos de interés», ha dicho Santiago Martínez.
En el plano demográfico, el envejecimiento de la población deriva en un menor potencial de crecimiento de la ocupación y en posibles tensiones en los salarios que afectarán a los márgenes empresariales. La evolución demográfica también afecta a las dinámicas de consumo, inversión y ahorro, tanto en Aragón como desde una perspectiva mundial.
Tanto Martínez como Barbero han asegurado que el proceso globalizador de los ciclos anteriores parece haber llegado a su fin y la integración económica mundial, sobre todo entre los países avanzados y los emergentes, se está revirtiendo.
«Una menor especialización conlleva una pérdida de productividad que supone menos crecimiento y más inflación a largo plazo. Por otra parte, la reorientación de las cadenas de producción mundiales puede favorecer el retorno industrial a los países avanzados, o a sus principales socios, de forma que también pueden surgir oportunidades».
«Las crecientes tensiones geopolíticas y de la gravedad de los posibles conflictos internacionales representan uno de los mayores factores de riesgo para nuestras previsiones», han apuntado.
En este sentido, aseguran que las alteraciones en la cadena de suministro afectan de forma «drástica» a los precios y a la capacidad productiva. «Una bélica de grandes dimensiones traería consecuencias disruptivas incluso mayores que la pandemia», han advertido.
Crecimiento de los precios y los tipos
En definitiva, estas tendencias encaminan la coyuntura económica a un crecimiento de los precios y a unos tipos de interés superiores a los registrados entre la gran recesión y la pandemia, «que fueron anormalmente reducidos».
La mejor respuesta a este triple desafío, han opinado Martínez y Barbero, sería fomentar un aumento de la productividad. «Sin embargo, --han apuntado-- en España la inversión se ha quedado atrás y se sitúa por debajo de los niveles de 2019, a pesar de la movilización de los fondos europeos, a lo que hay que añadir la escasez relativa de capital humano y el tecnológico».
Otros factores que dificultan la convergencia de la productividad, en particular con Estados Unidos, que ha dejado atrás a Europa en los últimos ciclos pasan por el reducido tamaño empresarial, que limita la obtención de economías de escala y la implantación de nuevas tecnologías; la menor competencia empresarial; la falta de iniciativa y emprendimiento; el exceso de burocracia; la calidad de la gobernanza; o la dependencia energética.
El esfuerzo inversor en Aragón ha sido «más intenso» que en el conjunto de España, por lo que se espera una evolución de la productividad «favorable» y que contrarreste el efecto negativo de un mayor envejecimiento poblacional.
La inversión en bienes de equipo en 2023 fue un 1% inferior a la de 2019, mientras que en España el retroceso fue peor, del 8,4%. Las importaciones de bienes de equipo aumentaron en ese periodo un 89,2% en Aragón frente a un 38,6% en España.
Si estos esfuerzos tienen continuidad y se intensifican, han avanzado Barbero y Martínez, «con el apoyo de las reformas institucionales necesarias para que mejore la productividad, el escenario económico a medio y largo plazo sería más positivo que el contemplado con las condiciones actuales».
Así, la evolución del PIB para próximos años estará condicionada por el envejecimiento de la población, el efecto de la deglobalización y la geopolítica, así como por un contexto inflacionista y los tipos de interés.
Monográficos
En cuanto a los monográficos, el primero es un texto del director del Servicio de Estudios del Consejo General de Economistas de España, Salvador Marín-Hernández, bajo el título 'Información en Materia de Sostenibilidad: concepto, situación, nueva Directiva CSRD y otra normativa relevante a considerar'.
El segundo, 'La sostenibilidad en los mercados financieros, un puzle de mil piezas', firmado por el experto en Sostenibilidad en Ibercaja Gestión, Jorge Urriza; mientras que el director del Observatorio de la Sostenibilidad en Aragón USJ-CEOE, Juan Royo, es el autor de 'La huella de carbono registrada de las organizaciones aragonesas'.
En el punto de mira periodístico, la directora de contenidos de Cadena SER en Aragón, Eva Pérez Sorribes, reflexiona sobre la evolución de la economía aragonesa en el primer trimestre del año; y la visión empresarial la protagonizan los propietarios del negocio familiar Montal.
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