La presentación de la edición 2024 ha tenido lugar este viernes en plena Gran Vía de la capital vizcaína, donde las obras seleccionadas estarán expuestas hasta el 13 de mayo, al aire libre y en paneles y finalizará su periplo, del 9 al 15 de diciembre, en Lemoa.
Las obras elegidas para la ocasión son una selección de «la forma en que creaciones de la colección del museo han tratado la representación de la infancia en diferentes temas, estilos y periodos de la historia del arte» y a través de miradas de sus creadores que abordan el mundo de la religión, del ocio, la relación de los niños con los adultos e incluso de los roles y cómo han ido cambiando a lo largo de la historia" ha explicado el autor de la selección, el conservador de Arte Antiguo de la pinacoteca, José Luis Merino Gorospe.
La propuesta final reúne 28 pinturas, una escultura, cinco fotografías y cuatro carteles que recorren una amplia cronología, desde una pintura sobre tabla, fechada en el siglo XV, hasta una fotografía de 2022 de Vanessa Whinship.
Junto a los paneles, el montaje aporta un dispositivo didáctico con reproducciones en «alta calidad» de las obras. El programa cuenta con la colaboración de los ayuntamientos de las 32 localidades vizcaínas por las que itinerará y que durante una semana, entre mayo y diciembre acogerán esta iniciativa en espacios de «encuentro ciudadano, accesibles y al aire libre».
La pintura religiosa aborda la representación de la infancia en temas apócrifos, como sucede con la Virgen María niña de la tabla gótica del taller aragonés de Blasco de Grañén, y canónicos, como la parentela de santa Ana de Francisco de Herrera el Viejo. Sofonisba Anguissola, en el siglo XVI, trata la iconografía de los desposorios místicos como una escena familiar de intimidad y otros pintores, como Atanasio Bocanegra en el XVII, incorporan niños, ya de la sociedad civil, con finalidad votiva.
Durante el siglo XIX, el retrato infantil fue un género que gozó del favor de una amplia clientela burguesa. El posado de la familia del artista en un interior de Juan Barroeta padre, el retrato romántico con un paisaje de fondo, como los de Barroeta hijo y Esquivel, o el retrato sin aderezos de Barrueta muestran un nuevo interés por los rostros y gestos de la infancia ya no como potencia de la edad adulta, sino como una condición valiosa en sí misma.
Retratos de mujer con niño
Los retratos de mujer con niño constituyen un tema aparte, a menudo asimilado con el de la maternidad. La actual selección de 'La Ruta del Arte BBK' incluye una pintura italiana del siglo XVI en donde su autor, aún desconocido, retrata a una dama y un niño poniendo especial atención en lujosos elementos de moda y mobiliario de tipología cortesana.
El escenario con objetos de contexto, en este caso burgués, interesa también a la impresionista norteamericana Mary Cassatt, esta vez en una escena de intimidad protagonizada por un bebé. Ricard Canals, en un retrato de su mujer y su hijo, expresa «de forma explícita» la relación maternofilial.
El costumbrismo ofrece una vertiente popular de la imagen de la infancia en la escena festiva con el cortejo de niños y niñas de la tabla flamenca, de 1605, de Vinckboons. La temática se repite, ya en el cambio del siglo XIX al XX, en el monaguillo de Sorolla, en la escena anecdótica de Guinea o en el regionalismo del interior doméstico de Ortiz Echagüe.
Otros retratos se inclinan hacia el sentimentalismo, centrándose en imágenes de desamparo infantil, como sucede en los lienzos de finales del siglo XIX y primera mitad del XX de Doré, Larroque, Echevarría, Bikandi o Sáenz de Tejada. Una visión más amable y feminizada contemplan algunos cuadros que representan «labores de aguja», como el de Olasagasti, con influencia del cubismo.
La experiencia del impresionismo se refleja en una imagen de ocio grupal de Regoyos, que parece tener su eco en fotografías como las de Guezala, Schommer o Cualladó, que documentan la camaradería de los chicos o su poderosa individualidad. Otros artistas, como Manterola o Baquedano, utilizan el medio fotográfico en un montaje y en un collage pictórico, respectivamente, cercanos al surrealismo.
El cartelismo también empleó la imagen infantil. Con propósito de reparación bélica en el caso de Labasque y Kokoschka, y con fines comerciales en el afiche de las galletas Chiquilín en el que el diseñador Ferrer i Espel versiona al protagonista de la película 'El chico', de Charles Chaplin. Para terminar, John Davies alude a la visión de un niño en «una escultura monumental» de resonancias griegas o etruscas.
En la presentación, que ha tenido lugar en plena Gran Vía, han estado presentes el director del museo, Miguel Zugaza; el alcalde y presidente de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, Juan Mari Aburto; la diputada general de Bizkaia y vicepresidenta de la Fundación Museo de Bellas Artes de Bilbao, Elixabete Etxanobe; el director general de BBK, Patrono de Honor, Gorka Martínez, y el conservador de Arte Antiguo de la pinacoteca, José Luis Merino Gorospe.
Cada una de las reproducciones va acompañada por su correspondiente comentario curatorial, a cargo del conservador José Luis Merino, que puede obtenerse también a través de un código QR que da acceso al conjunto (en euskera, castellano e inglés) alojado en la web del museo.
María Victoria Antoñanzas y César Ochoa, del Departamento de Educación y Acción Cultural, se han encargado de la propuesta didáctica, poniendo en marcha un programa gratuito de mediación que incluye visitas comentadas para centros educativos y asociaciones culturales, y la atención a las consultas de los visitantes que se acerquen a ver la exposición.
Tras Bilbao, la exposición recalará este mes en Barakaldo (del 13 al 20 de mayo); Santurtzi (del 20 al 27) y Astrabudua (del 27 al 3 de junio). En junio, y por este orden, la muestra se podrá ver en Sodupe, Portugalete, Trapagaran y Abanto-Zierbena, respectivamente; en julio, en Balmaseda, Getxo, Plentzia, Bermeo y Mundaka y en agosto, en Elantxobe, Artzentales, Gernika-Lumo y Mungia.
Ya en septiembre, la ruta artística llegará a Mallabia, Alonsotegui, Sestao, Artea y Gordexola; en octubre podrá contemplarse en Ugao-Miraballes, Etxebarri, Basauri y Lezama y, en noviembre, en Amorebieta-Etxano, Derio, Garai y Markina-Xemein. Esta quinta edición de 'La Ruta BBK' finalizará en diciembre en Durango, del 2 al 8; y en Lemoa, del 9 al 15.
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