Cuatro nietos de personas represaliadas por la dictadura franquista que fueron fusiladas en la Comunitat Valenciana han presentado querellas por crímenes de lesa humanidad por desaparición forzada, con el objetivo de «continuar su lucha» y acabar con la «anomalía democrática» de que la justicia considere que estos asesinatos han prescrito cuando los restos de los fallecidos se han hallado recientemente en las fosas comunes del cementerio de Paterna.
«La verdad ya la tenemos ahí, lo que falta en este momento es la justicia», ha manifestado Sergio Martínez, uno de los nietos de las víctimas, en rueda de prensa junto a los también familiares de los represaliados Carolina Martínez, Pedro Luis Alonso y Rafa Micó y la abogada Aradia Ruiz.
Se trata de los nietos de Ulpiano Alonso, José Manuel Murcia, Fausto Viana, Juan y Miguel Pérez Gavidia, que fueron asesinados en el 'Paredón de España' de Paterna en la inmediata posguerra, víctimas de sentencias dictadas por militares golpistas en consejos de guerra bajo la acusación de «auxilio o adhesión a la rebelión». Ninguna autoridad comunicó en su momento donde fueron fusilados ni enterrados sus cuerpos, cuyos restos se localizaron en las fosas comunes de Paterna entre los de las más de 2.200 personas enterradas en ellas.
Estas querellas se suman a las más de cien presentadas a nivel estatal para exigir la investigación de los crímenes franquistas, de momento «todas archivadas». Los familiares vuelven a intentarlo «con la esperanza de que la nueva Ley de Memoria Democrática tenga algún efecto», ha explicado la abogada en la comparecencia celebrada en el Centre Cultural La Beneficència.
Los cuatro nietos han reivindicado la necesidad de investigar estos crímenes para que no queden impunes y no se puedan repetir, además de mostrar su repulsa a las leyes de «concordia» propulsadas por PP y Vox en la Comunitat y otras autonomías. «Están volviendo a establecer el relato franquista», ha advertido Lucila Aragó en representación de la Coordinadora estatal de apoyo a la Querella Argentina contra crímenes del franquismo (CeAQUA).
Según han relatado los familiares, los represaliados se enfrentaron a juicios sumarísimos sin capacidad de defensa tras ser encarcelados simplemente por pertenecer a partidos como el PSOE o a sindicatos como UGT. «La vida de mi abuelo, como la de todos, se interrumpió violentamente en 1936», ha señalado Pedro Luis Alonso, quien ha recordado emocionado cómo sus abuelos se intercambiaban cartas de amor escondidas en cestas de comida cuando estaba encarcelado.
Carolina Martínez, quien no llegó a conocer a su abuelo, ha explicado que los restos de su abuelo fueron hallados en una fosa de Paterna junto a los de otras personas, todas ellas «maniatadas y con un tiro». «El Estado y la justicia tienen el deber de la memoria para que se sepa toda la verdad y se repare todo el daño», ha recalcado.
Las esposas, "víctimas silenciadas y olvidadas"
«No les bastó con asesinarlos y hacerlos desaparecer: también humillaron y violaron a sus mujeres y algunos robaron a sus hijos. Les quitaron todo», ha aseverado, por lo que ha reivindicado a las «víctimas silenciadas y olvidadas». «¿Dónde están los derechos de estas mujeres?», se ha preguntado, y ha instado a la justicia a acabar con la «hipocresía» y dejar de estar «de brazos cruzados».
Sergio Martínez ha celebrado que su madre podrá «cerrar un duelo que ha llevado encima toda la vida» cuando se confirme que los restos hallados en Paterna pertenecen a su abuelo, quien fue encarcelado junto a su tío aunque este último pudo «huir a pie desde Caudete de las Fuentes hasta Francia».
«Es muy peligroso que parte de la sociedad se quede al margen de estos crímenes --ha advertido--. Perder la memoria nos hará repetir los hechos y perder lo avanzado».
"terrorismo de estado a gran escala"
Para Rafa Micó, fusilamientos como el de su abuelo y su tío abuelo suponen «terrorismo de estado a gran escala». «Sus ecos van más allá del franquismo y nos alcanzan hoy en día», ha subrayado, y ha pedido «no olvidar que hay familias de orden y de bien que hoy ocupan altos cargos en instituciones y empresas y se enriquecieron con los bienes robados» durante la Guerra Civil.
A pesar de reivindicar la importancia de las querellas, este familiar ha lamentado que «es difícil que haya una reparación», ya que no confía en la justicia. «La única razón es continuar la lucha de los represaliados y que los herederos no canten victoria», ha proclamado, para denunciar que «los herederos de los que los mataron hoy siguen gobernando y volverían a hacer lo mismo».
Por su parte, la abogada que ha presentado estas querellas ha defendido que cuentan con la «verdad jurídica» porque «los crímenes de lesa humanidad no prescriben». «Sabemos que lo tenemos difícil y que es complicado que haya condenas, pero la verdad judicial es lo más reparador», ha manifestado.
En representación de Amnistía Internacional, Ignacio Gay ha reivindicado que «la impunidad en España es un muro que ha empezado a tener agujeros».
La presentación pública de estas querellas está respaldada por Amnistía Internacional Valencia, Plataforma de Asociaciones Familiares de Víctimas del Franquismo de las Fosas Comunes de Paterna, Familiares de víctimas del franquismo de la fosa común 139 del cementerio civil de Paterna, Coordinadora de asociaciones de memoria democrática y Acció Ciutadana contra la impunitat del franquisme (Plataforma de suport a la Querella Argentina).
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