La Federación de Enseñanza de CC.OO Madrid alerta de una pérdida de plazas educativas en la educación pública madrileña para el próximo curso de 2.756, hasta las 80.930, con lo que caerían a «mínimos históricos».
Así se recoge en el informe de escolarización elaborado por el sindicato con datos recogidos «del cien por cien» de los casi 1.400 centros de la Comunidad, el cual subraya una bajada aún mayor en el caso de la Educación Infantil y Primaria, llegando a las 3.013, mientras en Secundaria y Bachillerato se produce un incremento de 257.
Las responsables del sindicato han acusado este martes, durante la presentación del documento, a la Comunidad de Madrid de reducir esta oferta de forma deliberada para condicionar la elección de las familias y favorecer que opten por la concertada ante la alternativa de tener que llevar a sus hijos a centros públicos alejados de su hogar por falta de plazas en los más próximos, algo que «vulnera el derecho a la igualdad de los madrileños», como ha remarcado la secretaria general de la Federación de Enseñanza, Isabel Galvín, quien ha incidido en el «coste» que esto genera para las arcas públicas.
Desde el sindicato han relacionado la bajada de ratios con la supresión de plazas, ya que la disminución de alumnos por aula no va acompañada, sostienen, de un aumento de aulas. En concreto, calculan 72 aulas suprimidas.
En cuanto a la distribución por zonas, el informe recoge una pérdida de 1.565 plazas públicas en la Dirección de Área Territorial (DAT) de la capital, con Carabanchel, Ciudad Lineal, Fuencarral-El Pardo, Latina, Moratalaz, Retiro, Salamanca y San Blas como los distritos más afectados.
En la DAT Sur, una de las zonas «más pobladas de la región y donde residen más familias que optan por escolarizar a sus hijos en la enseñanza pública», subraya el sindicato, ocurre «algo similar», con la pérdida de 650 plazas en Infantil y Primaria y 518 en Secundaria y Bachillerato. Las localidades más afectadas en este caso son Alcorcón, Aranjuez, Fuenlabrada, Getafe, Navalcarnero y Parla.
Respecto a la Este son 727 las plazas, según el informe, que desaparecen en Infantil y Primaria, mientras en ESO y Bachillerato se suprimen 45 plazas. Torrejón de Ardoz y Torres de la Alameda son las localidades que más plazas de escolarización pública pierden en esta zona.
Incremento "insuficiente" en secundaria en la dat oeste
Por lo que se refiere a la DAT Oeste, el número de plazas que se suprimen en Infantil y Primaria es de 158 y las plazas que se crean en Secundaria (1.400) «no son suficientes para responder a la demanda». Aquí, las localidades que más van a notar la falta de plazas son Collado Villalba, Moralzarzal y Las Rozas.
Sin embargo, CC.OO señala como «el caso más llamativo» el de la DAT Norte, donde el recorte de plazas se traduce en 229 menos en Infantil y Primaria, y en 1.751 plazas de Secundaria y Bachillerato, un total de 1.980 que supone «casi el desmantelamiento de la educación pública», ha advertido la responsable de enseñanza pública no universitaria de la Federación, Aida San Millán, quien contextualiza estos números en el área territorial «más pequeña», pero que cuenta con «más centros conertados y privados».
En esta zona, las localidades más afectadas son Alcobendas, La Cabrera, Colmenar Viejo, El Molar, San Agustín de Guadalix, Soto del Real, San Sebastián de los Reyes y Torrelaguna
Esta reducción de plazas, asegura CC.OO, conlleva también la pérdida de «más de 700 plazas de docentes», con un impacto inmediato en las plantillas temporales pero, «a largo plazo también en las fijas», ya que «no se repondrán las jubilaciones vía oposiciones ante la menor oferta», ha subrayado San Millán.
Según el informe, son 450 las plazas docentes que se pierden en la DAT Capital, 179 en la Oeste, 70 en la Este, siete en la Norte y dos en la Sur. Una pérdida de docentes que se traduce en 244 menos en los CEIP pese a un incremento de 75,6 en los IES.
San Millán ha reconocido la sensación de que «hay un plan detrás», y el dato destacado en el norte frente a otras tiene que ver, ha advertido, con que en otras como la sur «no más sangre que sacar», y ha puesto de ejemplo el caso de Rivas, donde a pesar de tener «unas de las tasas de natalidad más altas de la región», el próximo curso «unos cien niños se quedarán sin plaza en la pública».
Para Galvín, la Consejería está haciendo «dejación de su mandato constitucional» y «no planifica de forma equilibrada para garantizar la igualdad entre madrileños», por lo que se plantean posibles acciones y recursos a otras instancias como el Defensor del Pueblo, ha explicado.
Una práctica desarrollada "desde hace años" por la administración
Ambas representantes sindicales han señalado que esta «supresión de plazas» en los centros públicos en la fase previa al proceso de escolarización y durante el proceso es «una práctica que desde hace años viene aplicando la Consejería de Educación» y niegan que se justifique por una bajada de natalidad, ya que «año a año crece el número de alumnos», entre otros aspectos por la migración a Madrid desde otros lugares de España y del extranjero.
En este sentido, Galvín defiende que «lo que no existe no se puede elegir», por lo que cree que «es falso» que en Madrid haya «libertad de elección de las familias» cuando éstas quieren que sus hijos «estudien en la pública». «Este efecto se potencia porque tampoco se están construyendo los centros educativos, que se siguen haciendo por fases», ha abundado la secretaria general de la Federación.
Galvín y San Millán han criticado que «esta supuesta bajada se planifique y se aplique en la enseñanza pública» mientras «se han blindado por Ley los conciertos durante diez años independientemente de que haya o no alumnado».
El pasado mes de abril, fuentes de la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades explicaban a Europa Press durante el periodo de escolarización se hace es «una estimación del número de unidades que serán necesarias en cada centro» para una vez se conoce la demanda real, llevar a cabo «los ajustes necesarios».
En consecuencia, estas fuentes indicaban que tanto colegios como institutos pueden experimentar variaciones en el número de grupos, tanto al alza como a la baja «en función de las necesidades y previsiones de escolarización de cada zona».
En cualquier caso, subrayaban que el saldo global del número de grupos que se ofertan en el conjunto de la región en centros públicos «siempre es positivo», con más aumentos que descensos de unidades, ya que el número de alumnos «sigue creciendo durante los últimos años».
Sin embargo, Isabel Galvín ha rechazado que haya flexibilidad para ampliar el número de plazas posteriormente en caso de mayor demanda, como sostiene la Administración, y ha acusado a la Consejería de «manipular la oferta».
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