Felipe Juaristi, Joaquín Almunia, Idioa Mendia y Ramón Jauregui | EUROPA PRESS EUSKADI

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La candidata del PSE-EE al Parlamento Europeo Idoia Mendia ha criticado que el PP deje en Europa «la puerta abierta a la ultraderecha que quiere volver al pasado», cuando la UE «no se puede permitir retroceder y perder, y no seguir avanzando». Esto es lo que se debate este 9J, ha dicho, «más Europa y no menos, si las derechas extremas acompañan a los conservadores tradicionales».

Mendia ha hecho estas manifestaciones en el acto de presentación en Bilbao del nuevo número de la revista Grand Place, un monográfico editado por la Fundación Mario Onaindia bajo el título «Europa ante un mundo hostil» y en el que también han tomado parte el ex secretario general del PSOE y ex vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, y el ex eurodiputado Ramón Jáuregui.

Mendia ha asegurado que Europa solo será capaz de ser «un actor global» en el contexto mundial si mantiene la combinación de «democracia, justicia social y mercado único», que ha marcado hasta ahora su rumbo y no «con menos Europa», que es «el riesgo que asoma en estas elecciones europeas».

La candidata ha afirmado que Europa debe ser un motor «fundamental de progreso con influencia en el nuevo escenario geopolítico» y eso «solo será posible si mantiene su rumbo de más Europa», como defienden los socialistas, ya que «lo que va a decidirse el 9 de junio es conseguir que haya una contundente presencia progresista en el Parlamento Europeo para tener la garantía de poder afrontar los desafíos en la dirección correcta y no volver a un mundo que ya no existe».

En ese escenario, Mendia ha lamentado que el Partido Popular hoy deje «la puerta abierta» a una ultraderecha que quiere volver al pasado, cuando, ha añadido, «Europa no se puede permitir no seguir avanzando en integración porque lo contrario sería retroceder y perder».

También se ha mostrado convencida de que los socialistas tienen que ser «la garantía de que esta Europa, que tiene tanto por recorrer, no sucumba a la deriva neonacionalista y reaccionaria, desde la convicción de que es hoy día el espacio que mejor equilibra progreso, libertades y derechos».

Tras asegurar que los vascos han sido tradicionalmente «muy europeístas» porque consideran Europa «el espacio que más progreso y más cohesión nos ha ofrecido y nos puede ofrecer», la candidata ha reiterado «con mucha claridad, que el proyecto europeo no solo es el de mayor éxito en la historia, sino que es una necesidad para nuestra propia supervivencia».

Para lograr todos estos retos a escala europea, Mendia ha considerado necesario «profundizar en la integración fiscal con más fondos NEXT y lograr que Europa sea un actor relevante en el mundo, jugando un papel determinante por la paz en todas las fronteras».

También ha afirmado que Europa necesita presupuestos estratégicos para, en lugar de responder solo ante las crisis, sepa responder a los retos futuros con los mecanismos necesarios para lo que se debe contar con «una financiación suficiente para jugar en la liga con los grandes».

Para hacerlo, ha proseguido, «Europa necesita reglas fiscales, sí, pero crecimiento económico, también, y para eso hay que tener en cuenta la economía real y avanzar en la dirección hacia más integración». En todo caso, esa posible salida no será una realidad si «la extrema derecha termina tomando el mando de la Comisión Europea porque la derecha tradicional decida romper los consensos básicos, que son los pilares sobre los que la Europa que conocemos se ha construido», ha alertado.

Según ha concluido, si Vox y sus socios «niegan el cambio climático, el diálogo social y la agenda verde, ¿cómo va a poder avanzar Europa en estructuras compartidas para acabar con la desigualdad y hacia una transición justa».

Mundo más hostil a europa

Por su parte, quien fuera europarlamentario socialista, Ramón Jáuregui, que se ha encargado de coordinar este número de la revista de pensamiento Grand Place, ha comenzado afirmando que Europa es «una idea fantástica que lleva 70 años largos construyéndose y que ha superado crisis innumerables», pero que su convicción ahora es que «lo que está ocurriendo en este momento es mucho más grave que nunca».

Tras afirmar que el mundo ha cambiado «mucho y a peor», y que se está demostrando «profundamente hostil a las ideas europeas», ha dicho que, ante esta constatación, Europa se enfrenta en estas elecciones a una crisis existencial".

En este punto, ha advertido que, frente al modelo federalista para Europa que representan los socialistas, están las propuestas de partidos neonacionalistas o nacionalistas que dicen que hay que respetar la soberanía de su país, «sin comprender», ha subrayado, que «es mentira porque en su país no ejercen ninguna soberanía» y que, en cuanto a Europa, «o la ejercemos juntos o no es soberanía».

A juicio de Jáuregui, de darse en estas próximas elecciones europeas, la victoria de estas opciones etnonacionalistas que hay en Europa, que hay muchísimas«, eso supondrá »no una piedra en el zapato en la construcción europea, sino un ladrillo, porque no vamos a poder caminar juntos con ellos porque no van a querer compartir la necesidad de construir juntos todas esas decisiones que hay que tomar, que son muy graves".

Jauregui ha considerado que, en el actual debate europeo, además de la brecha izquierda-derecha, hay otra brecha «extraordinariamente más importante» que se da «entre cosmopolitas y federalistas con etnonacionalistas» porque, a su entender, «esa concepción nacionalista de querer ejercer la soberanía nacional frente a la soberanía europea, nos mata y es el verdadero riesgo europeo». Por eso, ha concluido, «los socialdemócratas somos federalistas porque el federalismo es Europa».

El ex secretario general del PSOE y ex vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, ha cerrado el acto incidiendo en que estos comicios europeos van a ser muy importantes desde la perspectiva europea por las responsabilidades que asumirán quienes sean votados y apoyados para el próximo Parlamento Europeo.

A su juicio, se necesitan «nuevas reglas de juego desde el ámbito europeo para tener capacidad de orientar la evolución de la integración europea y de la Unión Europea en un sentido o en otro».

Dicho esto, ha afirmado que esas nuevas reglas requieren dejar atrás el modelo de decisión «por unanimidad» actual porque Europa necesita «competitividad y una política industrial moderna del siglo XXI, no la antigua». Ello requiere de reglas convincentes para que Europa disponga de «inversiones e instrumentos para proteger a sus socios de países desleales» y eso, ha subrayado, «requiere de capacidad de decisión conjunto a nivel europeo».

En ese sentido, ha coincidido con Mendia y Jáuregui en considerar «imprescindible» mantener los fondos Next Generation UE para poder afrontar cada año los gastos actuales, para lo cual «tiene que cambiar cómo se construyen los presupuestos» y redoblar «esfuerzos en políticas e inversiones prioritarias».