La Consellera de Industria ha trasladado al Comité de Empresa de la factoría "el apoyo del Consell para garantizar la carga de producción y la continuidad de los puestos de trabajo" | GVA

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La consellera de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, Nuria Montes, ha exigido al Gobierno central que se implique «a fondo» en el futuro de la planta de ThyssenKrupp Galmed de Sagunto para evitar su cierre definitivo.

Montes se ha reunido con el comité de empresa de la factoría a quien ha trasladado el «total apoyo» del Consell «para garantizar tanto la carga de producción como la continuidad de todos los puestos de trabajo, unos 120 directos y otros 400 vinculados a la industria auxiliar».

La consellera les ha asegurado que el Gobierno valenciano ha hecho «los deberes, poniendo encima de la mesa todas las posibilidades de apoyo a la empresa, centradas en inversiones para la transformación y modernización del proceso productivo, además del ahorro energético».

«Ahora falta que el Gobierno central y el Ayuntamiento de Sagunto, que aún no han hecho absolutamente nada, muevan ficha para evitar el cierre de ThyssenKrupp Galmed», ha sostenido.

"no hay razones"

A su juicio, el Ejecutivo central «tiene varios frentes de actuación, como la financiación del gasto operativo, que puede ser interesante para la empresa, pero también la defensa de la planta en la Unión Europea porque la factoría de Sagunto es rentable. No hay razones de carácter económico, organizativo o estructural que aconsejen su cierre. Se trata, tan sólo, de la decisión de la multinacional de trasladar la producción de acero galvanizado a sus factorías en Alemania».

En tercer lugar, la consellera también se ha comprometido a «establecer un mecanismo red para proteger a los trabajadores durante un tiempo determinado sin necesidad de que se extingan sus contratos de trabajo».

Junto a la consellera, a la reunión con el comité de empresa de ThyssenKrupp Galmed han asistido también el secretario autonómico de Industria, Felipe Carrasco, y la directora general de Comercio, Artesanía y Consumo, Maribel Saéz.

La dirección de ThyssenKrupp Galmed anunció en noviembre del año pasado el cierre de su planta en Sagunto argumentando un «significativo empeoramiento» del mercado automovilístico europeo y como consecuencia una reducción de la demanda de acero galvanizado, como el que se produce en Sagunto. El pasado mes de abril la multinacional comunicó formalmente que el cierre definitivo se producirá el próximo 20 de octubre.

Los representantes de ThyssenKrupp Galmed han mantenido hasta ahora cuatro reuniones de trabajo con la Generalitat para buscar soluciones que eviten el cierre. En ellas, la compañía ha expresado su «confianza» en la recolocación de toda la plantilla, formada por 121 personas, en otras empresas del sector, y formar a aquellos profesionales cuyo perfil sea «adecuado» para las necesidades de la gigafactoría que Volkswagen está construyendo en Parc Sagunt II, justo enfrente de la planta de ThyssenKrupp Galmed.

Según ha señalado el presidente del comité de empresa de Galmed, Antonio Monferrer, durante la reunión les han trasladado la «solidaridad» del Consell y se han interesado «por conocer el estado de las negociaciones con la empresa», al tiempo que han recordado las propuestas que ya realizó el Consell y que la empresa consideró «insuficientes», ha informado en un comunicado.

Los representantes de los trabajadores les han agradecido el «interés» y les han pedido «que se coordinen con el resto de administraciones a fin de lograr que Thyssenkrupp revierta su decisión de cerrar una factoría que es rentable».

Es "viable"

El secretario general de CCOO en Camp de Morvedre-Alt Palància, Sergio Villalba, ha insistido en que Galmed «es viable y España no puede permitirse el lujo de perder estas instalaciones para luego tener que importar lo que en ellas se produce».

«Se trata de una decisión estratégica de una empresa, que afecta negativamente a nuestro empleo y a nuestro tejido industrial, en la que Thyssenkrupp cierra Galmed para llevar su producción a factorías alemanas y continuar suministrando desde allí a nuestro mercado automovilístico», ha criticado.

Para Villalba, «las administraciones han de lograr que el grupo plantee un proyecto sostenible para la planta más allá de las subvenciones, pero si la multinacional persiste en cerrar la factoría, los responsables políticos tendrán que exigirle que asuma los costes del cierre, devolver las ayudas que pueda haber percibido, limpiar los terrenos, etc».

Vicente Garcés, de la Federación de Industria CCOO PV, ha trasladado que la situación de Galmed «se suma al goteo de cierre de industrias en diferentes zonas de la Comunitat Valenciana como sucede con Marie Claire, Playmobil o Bimbo. Es indudable que se están produciendo cambios y que necesitamos una política industrial que garantice una transición justa y sostenible que proteja el empleo de calidad».

A su juicio, «urge poner en marcha un pacto por la industria y una implicación real por parte de las administraciones públicas contra el cierre de empresas y por una política industrial que dé soluciones al sector auto».