Una firma que supone el inicio de 30 meses de obras que darán comienzo este verano para renovar más de 1.700 kilómetros de la Red de Carreteras de la Comunidad Autónoma de Aragón.
Un plan que contempla, además, la construcción de las variantes de Valderrobres, Binéfar, Sástago, Monzón, Sariñena y Mora de Rubielos, contribuyendo con ello «a pacificar las travesías en estas localidades y aumentando, por tanto, la seguridad de sus habitantes, que emprenderán una convivencia más amable con el tráfico rodado y que verán reducidos considerablemente sus niveles de ruido y contaminación», ha señalado el consejero de Fomento, Vivienda, Movilidad y Logística.
Previamente al discurso del consejero, ha intervenido el director general de Carreteras e Infraestructuras, Miguel Ángel Arminio, quien ha mostrado su agradecimiento a los miembros de la Dirección General «por ayudar a poner en marcha este plan que renovará gran parte de las carreteras de Aragón y que, para vosotros, me consta, ha supuesto un esfuerzo extra sobre el trabajo ordinario que realizáis cada día».
Tras el discurso del director general se ha procedido a la firma de los 11 contratos del PEC por parte del consejero Octavio López y los representantes de las empresas concesionarias, cuyas máquinas tomarán las carreteras a partir de este verano, previsiblemente desde el mes de agosto.
Tal como ha apuntado López, las obras «durarán dos años y medio, el plazo que necesitamos para dar la vuelta al estado de la red viaria aragonesa como si de un calcetín se tratara, para que, desde el primer trimestre de 2027, conducir por estas vías sea una experiencia bien distinta a la actual».
Dos años y medio de obras, aunque no en todos los itinerarios se apurarán los plazos, que van a suponer inevitables molestias para los usuarios de las vías, por lo que el consejero ha pedido paciencia y comprensión: «Seguro que ellos son más conscientes que nadie de que esas molestias van a merecer la pena».
Mantenimiento de las carreteras
Octavio López se ha referido también en su discurso al momento posterior a la finalización de las obras de esos más de 1.700 kilómetros, recalcando que el PEC contempla un modelo concesional por el que serán las propias empresas adjudicatarias las encargadas de realizar su adecuado mantenimiento posterior en base a criterios de calidad, siendo ésta «condición 'sine qua non' para que perciban el total de la asignación prevista, que en su conjunto y a lo largo de los 25 años podrá superar los 2.600 millones de euros».
En sus alocuciones, tanto López como Arminio han tenido palabras de agradecimiento para sus predecesores, José Luis Soro y Bizén Fuster, por su participación y su trabajo en el PEC durante la pasada legislatura.
El consejero ha pedido también al Ministerio de Transportes y Movilidad Urbana que acelere «el ritmo mortecino que en estos momentos sufren las obras entre Lanave y Sabiñánigo en la A-23, así como diferentes tamos de la A-68».
Además, López ha pedido que se reconsidere la decisión de rebajar la prometida autovía A-25 a una carretera de tres carriles. «No atender estas legítimas reivindicaciones sería poner palos en la rueda al despegue económico y social que vive Aragón», ha manifestado.
Octavio López ha concluido su intervención asegurando que el PEC va «a brindar oportunidades de desarrollo a toda la comunidad autónoma, como también lo va a hacer el nuevo mapa concesional de transporte de viajeros por carretera, que echará a andar próximamente con una renovada flota de vehículos eléctricos e híbridos, que en 30 meses rodarán por mejores carreteras, más seguras y más cómodas».
Por todo ello, López se ha mostrado seguro de que el PEC, el rediseño de las líneas de autobús, el Plan Aragón Más Vivienda y la implantación de empresas multinacionales, nacionales y regionales en el territorio «van a convertir a Aragón en una de las mejores regiones europeas para vivir y avanzar en la senda del progreso y el desarrollo».
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