En concreto, en la denuncia al Juzgado de Guardia, consultada por Europa Press, se recoge que sobre las 0,30 horas del ya día 25 de junio, «la Policía Nacional, sin avisar y sin mediar palabra alguna, comenzó a cargar contra los celebrantes, disparando 'bolas de goma'» y «atacando a la gente con las 'porras de goma'», todo ello «sin mediar siquiera el más mínimo aviso de desalojo», asegura.
En este sentido, el joven relata que su grupo de amigos y él estaban a la altura de un establecimiento al principio de la calle Cruz Conde, «y al ver el monumental lío que se formó con la actuación policial, nos fuimos de allí relativamente rápido, ya que estábamos próximos a la calle Morería».
De este modo, se volvieron a reunir varios del grupo, minutos después, en el Bulevar de Gran Capitán. «Allí, se encontraban numerosas personas, la mayoría sentadas en los espacios destinados al efecto», precisando que sus amigos y él estaban «a la altura de la Delegación de Hacienda en Córdoba», todos «sentados, conversando sobre los hechos acontecidos minutos antes».
Al respecto, sobre las 1,10 horas un amigo y él decidieron marcharse a casa, y justo cuando se levantaron aparecieron «varios furgones de la Policía, aunque habían dado varias vueltas por la zona previamente, de los que se bajaron varios agentes con 'porras', y sin mediar palabra alguna», supuestamente se dirigieron corriendo hacia donde estaban ellos «con una actitud claramente hostil». «Lógicamente, el susto fue tremendo y el instinto nos hizo empezar a correr hacia la calle más próxima, concretamente hacia la calle Góngora, por el lateral de la referida Delegación de Hacienda», según se indica.
Ayuda de un amigo
Así, el joven explica que al inicio de la referida calle tropezó, «fruto del nerviosismo», y cayó al suelo, y «en ese momento, tres agentes de la Policía me dieron alcance, y comenzaron a darme con la 'porra de goma' donde pillaron», según su relato, que añade que conseguió levantarse y comenzó «a correr de nuevo, pero unos pasos después volvieron a alcanzarme, propinándome una paliza con la porra».
«La paliza cesó cuando uno de mis amigos que corría conmigo, al ver lo que estaba pasando, se volvió hacia los policías para intentar que dejaran de pegarme», mantiene el joven en su denuncia, para precisar que «en ese momento, los agentes cesaron y se dieron la vuelta, dejándome maltrecho».
Gracias a su amigo, llegó a casa, al tiempo que subraya que «la actuación de los agentes fue en todo momento ofensiva, nunca defensiva», después de que «sin mediar la más mínima palabra, esos agentes vinieron a pegarnos con las porras». «No vinieron ni a disolver una manifestación ni a detener a nadie; vinieron a pegarnos», remarca el joven en la denuncia, y cree que el motivo es que él concretamente llevaba una bufanda del Córdoba CF en la muñeca.
Acto seguido se dirigió a su casa, donde llegó cinco minutos más tarde «en un lamentable estado», momento en el que su hermano mayor al verle, avisó a sus padres, y a continuación le llevaron en coche a Urgencias de un hospital de la capital, donde le atendieron de las lesiones que presentaba en la mano izquierda con fractura no desplazada de dos dedos, en la espalda, en la cadera y en la rodilla derecha.
Igualmente, se aporta un vídeo que circula por las redes sociales «donde se capta precisamente el momento donde comenzamos a correr ante el ataque de los agentes de la Policía», a lo que añade que «en el vídeo que se adjunta se observa como otros agentes persiguen a otro chico a quien también le han propinado una brutal paliza».
"atentado grave y completamente injustificado"
En definitiva, el joven considera que los hechos descritos anteriormente suponen «un atentado grave y completamente injustificado» hacia su persona, «siendo la actuación de los tres policías claramente incardinable en los delitos de tortura, en su modalidad de atentado grave a la integridad moral, previsto y penado en el artículo 174 del Código Penal y de un delito de lesiones, previsto y penado en los artículos 147 y 148.1o», como «así viene recogido, entre otras, en la sentencia del Tribunal Supremo, Sala Segunda, de lo Penal, 181/2023, de 15 de marzo. Recurso 3337/2021».
Ante ello, suplica al Juzgado que tenga por presentada esta denuncia y los documentos adjuntos, y que «acuerde lo necesario para el esclarecimiento de los hechos y para la depuración de las responsabilidades penales y civiles», a la vez que considera «especialmente importante el visionado de las cámaras de seguridad de los establecimientos que se encuentran en el Bulevar de Gran Capitán», por lo que interesa que «con carácter de urgencia --antes de que se puedan borrar las referidas grabaciones-- se requiera a distintos establecimientos que aporten al Juzgado las grabaciones realizadas», entre las 0,30 horas del día 24 de junio hasta las 1,45 del día 25.
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