Foto de familia con motivo del inicio de las obras de derribo del estadio de fútbol de La Romareda, con la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón. | Europa Press - EUROPA PRESS.

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El presidente del Gobierno de Aragón y exalcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha afirmado este lunes que tiene «esperanzas más que fundadas» de que el nuevo estadio de La Romareda será subsede del Mundial de Fútbol 2030.

En rueda de prensa en el estadio, donde ha conocido el inicio de los trabajos de derribo, acompañado por la alcaldesa, Natalia Chueca, el jefe del Ejecutivo autonómico ha señalado que el nuevo estadio será «más fuerte, más potente» tras su «renacimiento», dejando claro que «el viejo estadio es algo especial» ya que «no solo es histórico por lo que se ha vivido en él, sino que provoca emociones, recuerdos y sentimientos», de forma que «a la inmensa mayoría de los zaragozanos no nos trae más que buenos recuerdos».

Ha recordado que en La Romareda se han vivido «partidos épicos» como la final de la Copa de la Reina o las Copas del Rey, también conciertos musicales, como los de Dire Straits, Michael Jackson, Julio Iglesias o Metallica. «No solo ha sido un templo del fútbol, sino de la cultura en nuestra ciudad».

Jorge Azcón ha realzado que «La Romareda es un motor económico del deporte y la cultura de primer orden y eso queremos que siga siendo», añadiendo que «los acontecimientos que en los próximos años ocurran en la nueva Romareda formarán parte de la historia de nuestra ciudad, del Real Zaragoza; para que el futuro sea más brillante, hoy es necesario empezar a derribar La Romareda para construir la nueva».

Ha manifestado que cuando se trasladó el campo de fútbol del distrito de Torrero al emplazamiento actual, hace 67 años, se abrió una nueva etapa porque comenzó «el tiempo de gloria para el Real Zaragoza», con los Zaraguayos, la quinta de París y Los Magníficos.

«Hoy queremos que la nueva Romareda signifique un nuevo momento», ha continuado el presidente de la Comunidad Autónoma, quien ha mencionado «a todos los que nos han ayudado y no a quienes pusieron palos en las ruedas».

«Ahora va la vencida, hemos conseguido que la nueva Romareda sea imparable después de 20 años y varios proyectos fallidos», ha enfatizado el exalcalde de la capital aragonesa. «Sin el aliento, sin la convicción de que apostar por el campo de fútbol era lo que la sociedad zaragozana quería, hoy no estaríamos aquí», ha proclamado el presidente aragonés.

Asimismo, ha puesto de relieve que la colaboración entre distintas instituciones es «un requisito imprescindible» y ha celebrado que todos empujan «en la misma dirección y con un objetivo: que la nueva Romareda nos traiga momentos de gloria como nos ha hecho vivir esta Romareda».

Azcón ha dejado claro «sin ningún género de dudas» que Zaragoza será subsede del Mundial, «una aspiración que todavía no está concretada», aunque lo ha dado por seguro. «Zaragoza no podía quedarse fuera de este Mundial».

En toda España se moverán 10.000 millones de euros, en Zaragoza de 335 millones en hoteles, restaurantes, transporte y comercio, ha expuesto, al tiempo que ha destacado que «miles de aficionados de todo el mundo vendrán a la ciudad y millones en todo el mundo conocerán Zaragoza, y eso tendrá un impacto en el empleo», con 4.200 puestos de trabajo a tiempo completo durante meses. También se beneficiará la ciudad de Huesca.

El Mundial 2030 aportará 5.120 millones de euros al PIB español y en el conjunto del país se crearán 82.500 puestos de trabajo, ha continuado el presidente del Ejecutivo regional, insistiendo en que la candidatura de Zaragoza no habría sido posible sin el nuevo estadio.

Así, «hoy es un día de nostalgia por todo lo vivido en el campo, pero también de alegría, de esperanza, de trabajo bien hecho, de mirar al futuro con optimismo». Jorge Azcón ha agregado que «dentro de muy poco todos los zaragozanos y todos los visitantes tendrán la oportunidad de conocer un nuevo y magnífico campo de fútbol en España», ha enfatizado Azcón, quien ha deseado que el Real Zaragoza vuelva a la primera división y ha pedido «tesón y paciencia».

Fase inicial de las obras

Con el inicio de las obras, se delimitará la plataforma exterior del equipamiento desde la confluencia de Gol Sur con Tribuna Este hasta la la puerta 1, junto a la rampa de acceso al terreno de juego.

Ejecuta la Fase 1A la UTE OHLA?Deltapunt 3000, tras adjudicarse la actuación mediante concurso público por un valor de 3.119.893,34 euros, un millón menos del tipo máximo de licitación, y bajo la dirección facultativa de las obras a cargo de Idom Consulting, Engineering, Architecture SAU.

La operación implicará eliminar la banda de estacionamiento regulado que hay en el frente de la plaza de Eduardo Ibarra, si bien la movilidad del tráfico en los viales públicos se mantendrá sin modificaciones.

El primer edificio en ser demolido será la antigua Gerencia de Urbanismo, adosado en la zona oeste del estadio. El edificio consta de una planta sótano, una planta baja abierta configurando un porche que da acceso a las puertas de acceso al estadio, y tres plantas alzadas de oficinas. En los dos extremos de los edificios, la edificación alcanza una planta más.

Para iniciar su derribo, la UTE OHLA?Deltapunt 3000 deberá primero apuntalar la estructura para garantizar la seguridad y el control en la demolición. La intención es despejar toda esa zona y adecuarla posteriormente para facilitar, cuando empiece la competición deportiva del Real Zaragoza, el acceso de los aficionados que acudan al estadio.

De forma paralela se iniciará el desmontaje de los vidrios del edificio El Cubo y, seguidamente, se acometerá su demolición. Este inmueble es una edificación independiente, con una planta baja, de geometría circular, que sirve de acceso. Por debajo hay un sótano y por encima se levantan 5 alturas de planta cuadrada.

Por último, se acometerá la eliminación de la grada Gol Sur. El graderío está configurado por pilares, vigas y losas de hormigón armado, y la cubierta está formada por vigas con celosía metálicas voladas desde los pilares de fachada sobre las que apoya una cubierta.

Las obras comenzarán con la retirada de los elementos interiores, que en este caso corresponden a todos los asientos afectados, y a continuación se colocarán las redes para eliminar la cubierta, en la que se aplicará un estricto protocolo frente a los elementos existentes con amianto.

Acto seguido se demolerá la marquesina metálica y el hormigón de las gradas. Una vez eliminada la edificación de esta área, se continuará con la excavación del sótano, la cimentación y la creación de muros de contención.