El presidente aragonés, Jorge Azcón, durante su intervención en el homenaje a Miguel Ángel Blanco | FABIÁN SIMÓN/GOBIERNO DE ARAGÓN

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El presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, ha manifestado, durante su intervención en el homenaje a Miguel Ángel Blanco, asesinado por ETA el 17 de julio de 1997, un acto organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza, que «es una cuestión de dignidad y también lo es de que, bajo ningún concepto, aceptemos el proyecto político de ETA, el mismo que por desgracia hoy sigue vivo al punto de ser determinante en la política nacional».

El homenaje ha tenido lugar ante el Monolito a las Víctimas del Terrorismo, situado en el Plaza de San Francisco. Han asistido la alcaldesa de Zaragoza; la consejera de Presidencia del Gobierno de Aragón, la presidenta de las Cortes de Aragón, Marta Fernández; representantes de otras instituciones y partidos políticos, así como de asociaciones de víctimas del terrorismo.

El presidente ha subrayado que se cumplen 27 años del asesinato vil y cobarde de Miguel Ángel Blanco, «27 años de aquella barbarie terrorista que acabó con la vida de un hombre bueno, un joven que era un servidor público, cuya única aspiración era trabajar y construir un país, un País Vasco que fuera mejor para todos».

A Miguel Ángel Blanco «lo mataron por defender la democracia, por defender la libertad, por defender la Constitución Española, en definitiva por defender la igualdad y la libertad que son de todos, por creer en una España de igualdad, y por militar en un partido político, que antepone sus valores a cualquier otra cuestión que no sea los que refleja la constitución que es de todos», ha continuado diciendo.

Azcón ha rememorado que «todos recordamos lo que estábamos haciendo durante ese momento y que todos recordamos con angustia, con tristeza y con dolor esas 48 horas, como también recordamos todo lo que vino después, todo lo que ha pasado desde que asesinaron a Miguel Ángel Blanco durante estos 27 años, pero ese miedo y ese horror no fueron en vano, aquellas 48 horas marcaron un antes y un después».

Legado

Según Azcón, «el legado de Miguel Ángel Blanco, mal que le espese a sus asesinos, hoy sigue siendo enorme. Miguel Ángel nos unió, nos animó a todos los demócratas a seguir luchando contra el terrorismo y a hacerlo con más tesón del que nunca se había hecho en la historia de nuestra democracia». Ha agregado que «empujó a todos los españoles, a toda la sociedad, a salir a la calle, a dar la cara, a gritar alto y claro ¡basta ya!, y lo hizo bajo aquel espíritu de Ermua que hoy sigue siendo inmortal».

«Miguel Ángel nos dio el coraje y nos quitó el miedo y desde aquel verano de 1997 nada volvió a ser igual, por fin empezamos a confrontar con los verdugos a señalarlos sin miedo y sin cortapisas y, sin duda, el asesinato de Miguel Ángel Blanco significó el inicio del principio del final de la banda terrorista ETA, la misma a la que entre toda la sociedad española y encabezadas por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y, por supuesto, por el poder judicial conseguimos acabar».

Miguel Ángel Blanco tendría hoy 56 años «Aunque los terroristas de ETA le arrebataron la vida, lo que nadie va a poder arrebatarnos es su recuerdo y su memoria, el mismo recuerdo, la misma memoria que hoy nos empuja a seguir defendiendo la democracia ante todo y en cualquier circunstancia, por Miguel Ángel Blanco y por todas y cada una de las víctimas no podemos permitirnos que las víctimas caigan en el olvido». ETA ha asesinado «vilmente» a 853 personas y ha herido, mutilado y destrozado a las familias de más de 2.600 víctimas en nuestro país.

El jefe del Ejecutivo autonómico ha precisado que «tenemos una obligación moral de recordar a Miguel Ángel Blanco y a todos los que como él perdieron la vida en esa barbarie, en ese sinsentido, en esa crueldad infinita que ha sido el terrorismo de ETA». No obstante, «tampoco podemos olvidar que todavía quedan asesinatos por resolver, asesinos que todavía no han sido juzgados».

El proyecto de eta sigue vivo

Por ello, Azcón considera «fundamental» que se siga dotando a la Justicia, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de todos los medios para esclarecer los asesinatos y los casos pendientes. «Es una cuestión de dignidad y también lo es que bajo ningún concepto aceptemos el proyecto político de ETA, el mismo que por desgracia hoy sigue vivo al punto de ser determinante en la política nacional».

El presidente aragonés ha subrayado que «un asesino siempre va a ser un asesino un asesino, jamás puede disfrazarse de demócrata, aunque haya quien acepte este relato y pretenda por intereses única y exclusivamente políticos blanquear a quienes hasta hace muy poco anteponían las armas a las palabras».

Asimismo, Jorge Azcón ha apuntado que «no podemos permitir que nuestros jóvenes olviden la historia reciente de este país y el sacrificio que significó las vidas a costa del terrorismo, es fundamental que las generaciones venideras conozcan qué ocurrió en España durante muchísimos años, que sepan que el terrorismo de ETA sesgó la vida de políticos de distintos partidos, de trabajadores públicos, de miembros de Cuerpos de Seguridad del Estado, de civiles y hasta de niños».

En este sentido, «hay que recordar la historia para que no caigamos en la trampa del blanqueo de los herederos de ETA y de su proyecto político». Este ejercicio memoria individual «requiere de una participación decidida», ha dicho, al tiempo que ha agradecido al Ayuntamiento de Zaragoza que, una vez más, se encargue de la mano de las asociaciones de víctimas del terrorismo, de organizar este tipo de actos, en el que todo el mundo tiene que participar".

Azón ha expuesto que las víctimas del terrorismo simbolizan la defensa de la libertad, la defensa del Estado de Derecho frente a quienes no creen en la democracia. «Y los poderes públicos tenemos esa obligación, la obligación de garantizar que las víctimas sean tratadas con respeto, con respeto a sus derechos y asegurar la tutela efectiva de la dignidad de las víctimas del terrorismo».

Para el Gobierno de Aragón, «las víctimas están muy presentes, no les vamos a dar la espalda y el recuerdo de Miguel Ángel Blanco lo va a ser hoy, igual que hace 27 años, eterno».

Ha explicado que «cuando miramos atrás y vemos lo que ha ocurrido en la historia política durante estos 27 años vemos que hay cosas que han cambiado; hoy los grandes partidos que sustentan la democracia de este país no tienen los mismos valores que tenían y cuando hace 27 años se asesinaba a víctimas del terrorismo todos gritábamos '¡basta ya!' y dábamos la espalda a los herederos de ETA y no estábamos dispuestos a llegar a ningún tipo de acuerdo político con ellos».

«Por desgracia, ha aseverado, los herederos políticos de ETA, Bildu, es uno de los socios fundamentales del Gobierno hasta el punto de que una ciudad vecina y hermana como es Pamplona ha sido entregada a un alcalde heredero de el terrorismo».