«Hoy es un día en el que hay que volver otra vez a echar la mirada atrás y es inevitable volver a ver las imágenes en llamas que todos tenemos en la retina y en la memoria de ese trágico 12 de julio de 1979», ha recordado Chueca en la sede consistorial, donde se ha desarrollado el acto de homenaje.
«Nos reunimos para cumplir con nuestro firme compromiso y es ese el de rendir homenaje a las víctimas del Hotel Corona, a sus familiares, a todos los familiares que estáis aquí porque estamos en deuda, creo que la sociedad está en deuda con vosotros haciéndoos sufrir el olvido y habiendo sido las grandes olvidadas dentro de la memoria de las víctimas del terrorismo», ha expuesto la alcaldesa.
Natalia Chueca ha apostillado que «se cumplen 45 años de este trágico atentado que acabó con la vida por lo menos de 79 personas y más de 100 resultaron heridas, pero el número total de víctimas todavía sigue siendo una incógnita».
Al dolor de perder a los seres queridos «se suma una larga lucha de las familias para lograr el reconocimiento de lo que sucedió, y es que fue un atentado. Y se logró 30 años después cuando tuvo que llegar con una sentencia del Tribunal Supremo», ha continuado diciendo.
«Entendemos perfectamente el desgaste que tuvo que suponer esos 30 años de lucha y de movimientos para poder esclarecer lo que había sucedido ahí». Además, del mismo modo que la Justicia cumple con su obligación, las administraciones públicas también tenemos que cumplir con nuestra obligación, sobre todo lo que debemos hacer es evitar que lo sucedido el 12 de julio de 1979 caiga en el olvido y seguir conservando la memoria de las víctimas".
Natalia Chueca ha resaltado que «este gobierno está plenamente comprometido con las víctimas y sus familias. El objetivo ha sido siempre asegurarnos que las nuevas generaciones no olviden el dolor, la sangre y el sacrificio que ha causado el terrorismo en España y tampoco que ignoren lo que ha costado conseguir la libertad en este país».
«Por eso, cada año nos reunimos para recordar aquel nefasto 12 de julio de 1979, cuando a las ocho y cuarto de la mañana, el Hotel Corona de Aragón estaba casi lleno, repleto de familias que habían venido felices a la entrega de despachos a la Academia General Militar y, de repente el fuego se desató a una velocidad que era difícil de explicar. En solo unos minutos cambió todo. Los bomberos llegaron al instante, pero ya era tarde, porque las llamas se habían extendido a toda velocidad por todas las plantas del hotel y habían llegado a la azotea».
«El final nos duele todavía cada vez que lo recordamos, por eso, nuestro deber creo que también es evitar que se manipule la historia y que el tiempo convierta lo sucedido». Por ello, nuestro deber creo que también es evitar que se manipule la historia y que el tiempo convierta lo sucedido en algo confuso, donde se invierten los papeles y entre víctimas y verdugos, porque las víctimas siempre serán víctimas y los verdugos, fuesen los que fuesen, que todavía están por esclarecer, siempre serán asesinos que actuaron al margen de la ley y que deben ser castigados.
Chueca ha expuesto que «tenemos la obligación de seguir consolidando nuestra democracia bajo cuatro pilares, verdad, memoria, dignidad y justicia. Y para ello, toda la sociedad debe de tener un papel activo, las formaciones políticas democráticas, los familiares y las asociaciones de las víctimas, a las que siempre estaremos agradecidos por seguir recordándonos la necesidad de esclarecer los hechos».
Ha proseguido diciendo que «como demócratas tenemos la obligación de seguir dando pasos, debemos seguir arropando a las víctimas y a sus familiares cada aniversario, debemos frenar la manipulación de la historia reciente y, asegurarnos que los más jóvenes conocen la lacra que supo el terrorismo en España».
Aislar a quienes no condenan el terrorismo
En su intervención ha incidido en que «tenemos que aislar políticamente a quienes hoy todavía no se han desmarcado de los terroristas e intentan manipular el relato del terror y la sangre que vivimos». Chueca ha apostillado que «quienes se niegan a condenar el terrorismo y manipulan la historia para blanquear su pasado no pueden estar decidiendo el futuro de España, ni votar las leyes que nos afectan a todos los españoles, ni aprobar presupuestos que nos afecten a todos los españoles».
En este sentido, la alcaldesa ha detallado que «los demócratas debemos hacer todo lo posible para cambiar la ley electoral con el fin de que no se puedan presentar a los procesos electorales ni terroristas, ni independentistas condenados».
«Frente a quienes rompen los consensos básicos de la democracia y el Estado de Derecho en su propio beneficio, tenemos la obligación de mantenernos unidos y firmes en la defensa de la libertad, los valores democráticos y el respeto a la historia reciente de nuestro país».
La concejala delegada de Víctimas del Terrorismo, Ruth Bravo, ha trasladado «el compromiso, reconocimiento y apoyo para que para que se siga manteniendo viva la memoria de aquel 12 de julio de 1979, la de vuestros familiares y la de vuestros amigos».
Víctima
Por su parte, la portavoz de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Aragón, María Gracia, ha dicho que se siente «decepcionada» de «tantos palos en las ruedas», pero que a pesar se su estado de ánimo no le impide «seguir luchando para quienes no tienen voz porque les mataron, los quemaron y, por si fuera poco querían olvidarlos».
Gracia ha aseverado que «no sabemos quien les mató, no está resuelo. Nuestros hijos viven con la rabia de no poder terminar el luto y eso tiene consecuencias muy graves».
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