Campamento de verano para menores con diabetes que organiza la Asociación Granadina de Diabetes (AGRADI). | JUNTA DE ANDALUCÍA

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Un equipo formado por profesionales médicos y de enfermería del Hospital Universitario Clínico San Cecilio colaboran como voluntarios en el campamento de verano para menores con diabetes que organiza la Asociación Granadina de Diabetes, en el que participan alrededor de medio centenar de niños y niñas de entre 7 y 14 años con esta patología crónica.

Proceden de diferentes puntos de Andalucía (concretamente, Granada, Jaén, Almería y Melilla) Y participan esta semana en el campamento infantil que se está celebrando en el Molino de Dúrcal, supervisado por profesionales sanitarios de Endocrinología, Nutrición y Pediatría.

La presencia de profesionales sanitarios es imprescindible en este campamento para garantizar el seguimiento de los menores, así como una correcta atención durante el desarrollo de la actividad, ya que se trata de niñas y niños todavía en edades tempranas y que, en muchos de los casos, han sido diagnosticados recientemente.

El objetivo es que los menores disfruten de actividades de ocio al aire libre y puedan desenvolverse fuera del ámbito familiar en un entorno seguro, al tiempo que reciben información sobre su enfermedad y se forman en el manejo de la patología para saber convivir con la diabetes.

Este año, el equipo sanitario está formado por los endocrinólogos Enrique Redondo y Javier Sánchez; las enfermeras Raquel López, experta en educación diabetológica, y Mercedes Pareja, enfermera pediátrica; la dietista nutricionista Teresa Zarco; el médico interno residente (MIR de 2º año) de Endocrinología y Nutrición Juan Luis Delgado; y las residentes de enfermería pediátrica Carolina Merino y Laura del Carmen García.

Entre las tareas que realizan los profesionales destacan las de encargarse de ajustar los tratamientos, pautar las dosis de insulina que los niños deben aplicarse previamente a las comidas y de realizar el seguimiento de cada uno de ellos previniendo cualquier hipoglucemia. También desarrollan la labor de formación con los más pequeños, enseñándoles a manejar los dispositivos para controlar su enfermedad.

Igualmente, a cada uno de los participantes en el campamento se les calcula de forma individual la cantidad de hidratos de carbono que van a ingerir mediante un juego de cartas, teniendo en cuenta el ejercicio físico desarrollado y el que se realizará en las horas posteriores.