Archivo - Recreación artística de Itálica con un circo en primer plano | FERNANDO BARROSO/EUROPA PRESS - Archivo

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Los resultados de las perforaciones acometidas en Santiponce (Sevilla) respecto a las anomalías geofísicas atribuidas a vestigios arquitectónicos de lo que habría sido el circo de la antigua ciudad romana de Itálica, cuna del emperador Trajano y al menos de la familia de Adriano; descartan finalmente que las mismas respondan a una estructura estratigráfica compatible con la presencia de los restos de tal edificación, según ha manifestado el consejero de Turismo y Cultura, Arturo Bernal, en Diario de Sevilla; y ha confirmado Europa Press.

Ello, después del anuncio de este supuesto hallazgo en septiembre de 2023, en el marco del contrato adjudicado al arqueólogo Alejandro Jiménez Hernández, doctor en Geografía e Historia en la especialidad de Prehistoria y Arqueología por la Universidad Hispalense, para una «actividad arqueológica puntual» de «sondeos geotécnicos en el posible emplazamiento del circo de Itálica y el análisis de resultados».

Merced a resultados de once perfiles con georradar y otros cinco con tomografía de resistividad eléctrica, Alejandro Jiménez Hernández exponía entonces que «normalmente es complicado demostrar nada» con los resultados de un estudio geofísico, pues los mismos pueden ser «interpretados de diferentes maneras», pero en este caso, según señalaba, «la cimentación de este edificio (del circo) es de tal envergadura», según sus palabras, que había sido «directamente detectado» mediante tales trabajos de georradar y de tomografía de resistividad eléctrica, lo que le llevaba a destacar el uso de «dos sistemas diferentes» de sondeo al objeto de cotejar los resultados.

La propuesta de ubicación

«En todos los perfiles que hicimos, hemos detectado la estructura del circo en diez de ellos, con una idea clara de sus formas y de su estado de conservación», enfatizaba, precisando que aquellos resultados apuntaban a una localización entre el teatro romano de Itálica, instalado en la ladera del Cerro de San Antonio y correspondiente a la trama urbana italicense previa a la ampliación urbanística promovida por Adriano; y el entorno que actualmente ocupa el popular Ventorrillo Canario y sus inmuebles adyacentes.

«Todos los indicios apuntaban allí y ahora la geofísica ha acabado de demostrarlo», manifestaba el arqueólogo responsable de este proyecto de investigación, agregando que su equipo estaba ya redactando un proyecto de actuación arqueológica puntual con la finalidad de precisar al máximo las conclusiones del estudio geofísico y avanzar en el conocimiento del citado recinto italicense.

Visto como "el mayor circo de toda la península"

Es más, el arqueólogo Alejandro Jiménez aseguraba que los resultados de los perfiles de georradar y tomografía de resistividad eléctrica reflejaban una edificación de una superficie de más de ocho hectáreas, con una longitud máxima de 532 metros, una anchura de entre 140 y 155 metros y capacidad para unos 80.000 espectadores; o sea un recinto «excepcional, con diferencia el mayor circo de toda la Península Ibérica y uno de los mayores del Imperio, sólo un escalón por debajo del Circo Máximo de Roma».

Tras ello, en noviembre del año pasado, la Consejería de Turismo y Cultura encargaba a Alejandro Jiménez Hernández un proyecto de actividad arqueológica puntual, destinada a profundizar en este supuesto descubrimiento, pesando en estos nuevos trabajos que las perforaciones mecánicas acometidas con relación a las anomalías geofísicas detectadas han descartado la hipótesis arqueológica de base geofísica planteada en esta localización en cuestión.

Sin "síntomas" de procesos constructivos

Según las fuentes consultadas por Europa Press, las unidades estratigráficas analizadas no muestran «el más mínimo síntoma» de una eventual remoción de terrenos o de algún proceso de terraplenado fruto del replanteo y encaje de un edificio de la envergadura de un circo romano.

Los resultados de los trabajos, así, descartan finalmente que las anomalías detectadas por el análisis geofísico respondan a una estructura estratigráfica y una evolución paleogeográfica compatibles con la presencia de los restos del circo romano de Itálica.