Así lo ha indicado en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza de este jueves, en el que ha explicado su decisión argumentando que los diez concejales socialista «hemos venido para garantizar siempre la transparencia, el interés general y el interés público».
Ranera ha afirmado: «Hoy ha ganado la empresa, porque ha pasado de --suelo-- educativo a residencial», agregando que no existe beneficio para la ciudad. Además, ha recordado que los informes técnicos «desaconsejan» aprobar la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
Además, al quedar aprobada dicha modificación con los 19 votos a favor del PP y VOX, frente a los 12 en contra de la oposición, Ranera ha alertado de que será el Gobierno de Zaragoza el que tenga plenas competencias para continuar con la negociación, «quitándonos la competencia a los 31 concejales».
El consejero municipal de Urbanismo, Infraestructuras, Energía y Vivienda, Víctor Serrano, ha manifestado su «perplejidad y preocupación» ante la postura del PSOE de «poner palos en la rueda» a la posibilidad de acabar con un vacío urbano en la ciudad.
Serrano ha aclarado que plazo de formalización del convenio en un plazo de dos meses «no es una amenaza a la promotora», sino que «hay que avanzar» y, por tanto, si en este periodo no está definido el planeamiento el interés público requerirá que el Ayuntamiento introducirá los ajustes que resulten oportunos, como, por ejemplo, la reducción de edificabilidad residencial.
Urbanismo a la carta
El concejal de ZeC, Suso Domínguez, ha señalado que se trata de «otro claro caso de urbanismo a la carta» para beneficiar a las constructoras y ha acusado a Serrano de solicitar una modificación 'ad hoc' «para construir pisos de lujo, que son los que mayor rentabilidad dan».
Asimismo, Domínguez ha afeado a Serrano el «chantaje» al que está sometido el Ayuntamiento de Zaragoza por parte de la propietaria del suelo, la constructora Wilcox, para agregar que el interés de la zona no es tener vivienda de lujo, sino equipamientos y espacios verdes y abiertos, «ni tampoco acabar con el patrimonio».
En este sentido, el portavoz del grupo municipal de VOX, Julio Calvo, ha llamado la atención sobre el hecho de que el edificio haya estado vacío durante 28 años sin que nadie haya incidido en su protección y calidad artística, pero sí se haga cuando se desbloquea el expediente que permitirá «cerrar esta cicatriz urbana en una de las avenidas más emblemáticas de Zaragoza».
Por otro lado, ha aplaudido la construcción de vivienda, con independencia de que sean de lujo, para resolver la carencia que existe en la capital aragonesa, especialmente en el centro, algo que, ha continuado Calvo, también promoverá la generación de negocios y puestos de trabajo.
Suelos del antiguo colegio jesús y maría
Los suelos del antiguo Colegio Jesús y María ocupan una superficie de 8.952,03 metros cuadrados y se propone materializar la edificabilidad residencial total de 28.891,46 metros cuadrados, con una capacidad para 160 viviendas libres en una única parcela de 3.370,32 metros cuadrados de superficie, recayente a la avenida de Goya y a la calle de Cortes de Aragón, y se cederían al municipio los 5.581,97 metros cuadrados restantes.
Por lo tanto, la operación supondría un área con 160 viviendas libres, rebajándose así en 50 las expectativas originales de los promotores de 210; una parcela municipal libre de cargas, que coincide con la antigua edificación del centro educativo en sí; y una compensación económica de a favor del ayuntamiento, que el Consistorio quiere que se reciban mediante la construcción de un equipamiento público para la ciudadanía en la parcela que quedaría en propiedad municipal.
Suelos de aceralia
Por otro lado, Serrano se ha congratulado de «seguir desatacando problemas históricos de la ciudad» con la antigua fábrica de Aceralia, en Picarral, al conseguir aprobar esta modificación del PGOU con 29 votos a favor --PP, PSOE y VOX-- y dos en contra --ZeC--.
Ha agradecido la disposición de los propietarios de los suelos, la Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa (SAICA), así como a la Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (SAREB), con la empresa Prames, la Fundación Picarral y los vecinos del entorno.
La ordenación final de los terrenos quedará de tal forma que al sur, junto a la actual fábrica de SAICA habrá una gran manzana industrial de 40.244,51 metros cuadrados, que lindará en su zona oeste, junto al actual edificio de la Fundación Picarral.
En el centro se construirá un gran parque o zona verde de 12.824 metros cuadrados, que irá junto al barrio consolidado, y una parcela para equipamientos de 12.859 metros cuadrados. Al norte quedarán dispuestas las 850 viviendas repartidas en seis manzanas de edificios de 39.394 metros cuadrados, con sus calles y espacios públicos. Los viales públicos tendrán capacidad para 390 nuevas plazas de estacionamiento.
Grupos municipales
En este punto, el concejal de ZeC Suso Domínguez ha planteado «dudas» sobre cómo afectará esta modificación a los intereses de la Fundación Picarral y de Prames, así como acerca de la contaminación de suelo y si condicionaría la construcción de viviendas.
Desde VOX, Armando Martínez ha observado que esta modificación favorecerá la creación de viviendas y equipamientos municipales. De modo que ha celebrado poder desatascar este proyecto y ha deseado que sea una realidad «lo antes posible».
Mientras que el concejal del PSOE, Horacio Royo, ha reconocido que, en este caso, «se acomete la resolución de un vacío urbanístico» y ha calificado esta solución de «positiva para el barrio» por ser un planeamiento «razonable» y con capacidad para ser «motor de recuperación» del Picarral.
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