Los representantes de Coexphal ofrecen el balance de la campaña agrícola 2023/2024. | COEXPHAL

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La asociación de organizaciones de frutas y hortalizas de Almería (Coexphal) ha señalado este jueves el escenario de «precios claramente insuficientes» en el que se encuentra el sector tras una campaña agrícola en la que, de media, la facturación ha caído un doce por ciento pese a que la producción ha crecido un seis por ciento.

En base a los datos de avance de resultados de la campaña 2023/2024 que ostenta Coexphal, entre septiembre y junio los precios han descendido de media un 17 por ciento, lo que da lugar a «tendencias inciertas», ya que en la mayoría de los mercados de destino «se ha hecho un fuerte esfuerzo por contener los precios al consumidor, lo que ha repercutido en origen».

«Es cierto que el sector ha vivido dos campañas previas con datos aceptables, pero parece que el ciclo 2023/24 nos sitúa de nuevo en el punto de partida, con precios claramente insuficientes, más cuando se introducen los costes en el análisis», ha indicado el presidente de Coexphal, Juan Antonio González.

Así, aunque consideran que los costes «se fueron moderando conforme avanzaba la campaña» hasta reducirse al final a «un 3,6% de media para todos los cultivos», han recordado que el ciclo pasado «acabó con una variación positiva del cuatro por ciento».

«Lo más importante es que desde septiembre de 2021, momento en el que empezó a sentirse el aumento del coste de los insumos, el crecimiento acumulado sigue siendo del 15%», ha destacado el presidente de Coexphal.

El precio del tomate se reduce

Según los datos de Coexphal, en la campaña 2023/2024 la comercialización de tomate en toneladas creció un ocho por ciento, sobre todo en la parte fundamental de la campaña de enero a junio, si bien los precios cayeron «un 20%» y los ingresos «descienden también un 14%».

A juicio de los productores, la situación «vuelve a ser comprometida una vez solventadas las caídas puntuales de la oferta internacional del año anterior, fundamentalmente la holandesa de invierno, y los vaivenes de las ventas marroquíes».

Hay que considerar que la campaña pasada el tomate «tuvo un incremento de los ingresos del 10%, por lo que este ciclo supone un importante retroceso».

La comercialización de tomate suelto, pera y cherry aumenta en el primer caso un 12% y un siete por ciento en los dos últimos. En todos los casos se aprecia una caída superior del precio: 24%, 27% y 13%, respectivamente. Cae, en contraposición, un tres por ciento la producción del tomate en rama, que a pesar de la menor oferta tampoco consigue precios más altos (un 18% menos).

Por su parte, la producción comercializada de tomate ecológico muestra un aumento del nueve por ciento, pero su precio cae un cinco por ciento siendo el menor descenso en todas las tipologías. El tomate ecológico supera el 12% de las ventas, porcentaje que «no crece en la última campaña».

Otros cultivos

En pimiento ha habido un incremento relevante de la producción del siete por ciento., sobre todo en el periodo de febrero a abril, lo que ha provocado que los precios desciendan un 21%, «proporcionando ingresos un 16% más bajos que un año antes».

El pimiento fue el cultivo que mejor se comportó la campaña pasada: sus ingresos crecieron un 26% a pesar de que hubo una caída del volumen del 13%.

El pepino sigue la misma tendencia que los productos anteriores. La producción crece un cinco por ciento, con un fuerte tirón en los meses de febrero y marzo. Los precios caen un 23% y los ingresos también descienden un 19%.

La berenjena es el producto con peor resultado en esta campaña. Los precios cayeron de forma «abrupta» el mes de octubre, se recuperaron entre noviembre y enero, y volvieron a los niveles bajos entre febrero y junio. Este comportamiento, unido a problemas de calidad, ha hecho que tuviera que ser declarada la extensión de norma en varias ocasiones. En términos generales la producción creció un 14%, los precios y los ingresos cayeron, respectivamente, un 33% y un 24%.

El calabacín muestra un aumento de la comercialización del 8%, con dos campañas en positivo, y una caída del precio del 19%. Como consecuencia, los ingresos totales caen un 13%.

Este producto ha tenido un comportamiento errático. La campaña comenzó con precios bajos, que fueron subiendo hasta llegar al máximo en diciembre, a partir de ahí se produjo un cambio radical de tendencia. Desde febrero los precios se mantuvieron bajos hasta junio. El año pasado la campaña cerró con un aumento de los ingresos del 17%.

Sandía y melón, con mejores resultados

La comercialización de sandía aumenta levemente un uno por ciento, con precios un 28% superiores y un 29% más de ingresos. Sin embargo, hay que remarcar que el año pasado las cotizaciones cayeron un 41%, al igual que los ingresos, que fueron de un 30% menos.

«No se puede hablar, por tanto, de vuelta a la normalidad», han estimado desde Coexphal, desde donde observan que en melón la producción cayó un cuatro por ciento y los precios aumentaron un 13%, sobre todo debido al buen comportamiento del mes de mayo, ya que en junio estos estuvieron por debajo del año anterior.

Los ingresos totales crecen un ocho por ciento. Hay que recordar que el año pasado los precios cayeron un 30%, aunque los ingresos no se resintieron por un aumento de la comercialización superior al 50%.

La lechuga producida sobre todo en el norte de la provincia acaba también el ciclo con precios negativos, seis por ciento menos, pero relativamente mejores en relación con los productos típicos de invernadero. La producción aumenta un dos por ciento. Como resultado, los ingresos caen un cuatro por ciento. El año pasado los ingresos sumaron un aumento de 14%, por lo que la situación «sigue siendo asumible».

Menos importaciones de marruecos

Coexphal ha constatado que Marruecos ha frenado su ritmo de crecimiento, ya que sus últimos envíos al exterior caen un seis por ciento. Este descenso tiene su origen en la primera parte de su campaña, donde «hubo problemas en las plantaciones debido al virus del rugoso».

A partir de enero, Marruecos volvió a recuperar el ritmo exportador. «El sector marroquí está empezando a sufrir fuertes desequilibrios internos favorecidos por la necesidad de mano de obra no cubierta, aumento de los costes productivos, falta de agua, estructuras no preparadas para la meteorología adversa, entre otros asuntos», han analizado.

Para Coexphal, el tomate español reafirma «su mayor confiabilidad y su compromiso tanto en calidad como en seguridad alimentaria», donde Almería «está a la cabeza desde hace muchos años, como está quedando demostrado», según Fernández.

Con respecto al resto de competidores, Países Bajos vuelve a crecer y recupera el nivel previo a la crisis iniciada por el aumento del coste de la energía. Los envíos franceses caen arrastrados por el descenso de ventas de Marruecos, «confirmándose el comercio de reexportación de tomate marroquí desde Francia».

Destaca también que las importaciones españolas de tomate marroquí caen por segundo año consecutivo, tanto por la mayor predisposición del consumidor nacional al tomate local, como por la menor oferta marroquí.

En su análisis, Coexphal estima que Almería «recupera el pulso exportador» en cuanto al volumen de tomate. Para la campaña 2023/24 se observa un incremento de los envíos al exterior del tres por ciento, sobre todo resultado del aumento en el periodo enero a junio.

Alemania gana casi dos puntos de cuota y es el principal cliente con el 36% de los envíos de Almería. Estos dos puntos se pierden en Francia, que es segundo comprador y principal destino de las exportaciones de Marruecos; y Reino Unido, donde Marruecos crece «aceleradamente» en las últimas campañas.