La XXXI edición de Pirineos Sur concluye tras recibir a más de 33.000 espectadores. | JAIME ORIZ

TW
0

Mon Laferte ha sido la encargado de poner fin a la XXXI edición de Pirineos Sur, por la que han pasado más de 33.000 espectadores durante casi un mes. En total, han sido 31 conciertos durante 16 jornadas sobre el escenario flotante de Lanuza, varios de ellos multitudinarios, como el de Vetusta Morla, La Plazuela, Ricky Martin o Lila Downs.

«Han pasado 33.000 personas y hemos superado las expectativas que nos propusimos. Nuestra prioridad era crear un acceso seguro para todos los espectadores que llegaban hasta Lanuza. Implantar estas nuevas medidas para facilitar la movilidad ha sido el mayor reto al que nos hemos enfrentado en esta edición y estamos muy contentos con el resultado», ha apuntado el director del festival, Sergio Vinadé.

Por otro lado, el diputado delegado de Promoción Cultural, Innovación y Transformación Digital de la Diputación Provincial de Huesca, Carlos Sampériz, ha felicitado a la nueva promotora adjudicataria porque, pese a que han contado con muy poco tiempo para programar, han conseguido un cartel de primer nivel, con estrellas nacionales e internacionales.

«De hecho, como nos han hecho saber desde el sector hostelero del valle de Tena, Pirineos Sur ha vuelto a ser un foco de atracción turística dejando un mes de julio con muy buena ocupación», ha anotado Sampériz.

41 nacionalidades

Más de 33.000 espectadores han coreado y bailado a la sombra de la Foratata en una edición en la que el público, fundamentalmente de origen nacional, se ha acercado al Pirineo Aragonés desde todos los rincones del mundo.

Hasta 41 nacionalidades han pisado Lanuza este año incluyendo a ciudadanos de los cinco continentes: franceses, italianos y alemanes, pero también amantes de la música de Marruecos, Australia, Indonesia o Colombia. Aun así, el grueso del público este año, un 76 por ciento es de origen aragonés, un dato que prueba que este festival de raíz cuenta con todo el apoyo del territorio.

Sampériz ha destacado que las lanzaderas de autobús a Sallent y Formigal «han funcionado a la perfección y han conseguido desatascar de tráfico la zona los días de concierto contribuyendo además de forma efectiva a cumplir con nuestro compromiso con la sostenibilidad, primando proteger el entorno y minimizando el impacto medioambiental disminuyendo las emisiones de CO2».

Servicio de autobús

Por primera vez, Pirineos Sur ha puesto en funcionamiento un sistema de buses lanzadera que han realizado cerca de 35.000 traslados desde Formigal a Sallent y al propio recinto de Lanuza durante los días de concierto.

Siguiendo la línea de otros festivales y como también hacen muchas capitales europeas, que tienden a desatascar sus centros urbanos de coches, el festival ha marcado entre sus objetivos de este año generar un espacio libre de tráfico para poder disfrutar del entorno natural.

Para garantizar la fluidez en los desplazamientos se ha realizado una inversión de 180.000 euros con una media de ocho autobuses diarios en circulación, que se vio reforzada hasta alcanzar los 16 buses el 12 de julio, para facilitar la afluencia de público del concierto de Vetusta Morla que colgó el cartel de entradas agotadas.

«A todos los niveles, tener una flota de autobuses es una gran inversión que intenta resolver el problema de movilidad que históricamente ha habido en el festival. Vamos a intentar mejorar lo que hemos hecho escuchando a los usuarios, a los vecinos de Sallent, pero creo que hemos dado un primer paso muy importante que ha funcionado realmente bien», ha expresado Vinadé.

Escenario camaleónico

El cartel de esta edición ha continuado la tendencia de los últimos años: abierto para todos los públicos y a todo tipo de estilos. Así, durante cuatro fines de semana seguidos, del 4 al 28 de julio, han pasado artistas tan diversos como: Vetusta Morla, Ricky Martin, La Plazuela, Sílvia Pérez Cruz, Mon Laferte, Lila Downs, Mulatu Astatke, Chucho Valdés, Melendi, Israel Fernández, Sara Baras, Carmen Linares o Rodrigo Cuevas, entre otros.

Sergio Vinadé también ha subrayado la capacidad de la programación para convocar, por primera vez, a muchos vecinos de la zona. «Mantener la esencia de Pirineos Sur es prioritario para nosotros, porque queremos seguir andando en lo que durante 31 años ha demostrado que es el carácter fundamental del festival. Sin embargo, también hay que abrirlo a nuevos públicos y tener en cuenta que hay mucha gente del valle que tradicionalmente no se ha visto incluida. Hacer que un festival sea sostenible también es pegarlo al territorio», ha agregado.

En esta XXXI Edición de Pirineos Sur resulta inevitable echar la vista atrás y darse cuenta de que se ha convertido en uno de los festivales más longevos de España. «En muchas familias se está produciendo un relevo generacional» ha afirmado Vinadé, para añadir que hay personas que venían de jóvenes y que ahora traen a sus hijos e hijas.

Gran final por todo lo alto

Mon Laferte ha sido la encargada de poner el broche de oro a esta edición que ha terminado con datos muy positivos y sensaciones magníficas entre el público. La artista chilena-mexicana es una de las cantantes latinoamericanas más escuchadas de los últimos años. Ha visitado el escenario flotante de Lanuza por segunda vez, ahora como parte de su gira 'Autopoiética'.

Su anterior visita fue en 2019, precisamente como cierre de la edición de ese año y, una vez más, la artista ha hecho vibrar el Anfiteatro en un show provocativo y circense en el que no han faltado la calidad musical y el sentido del humor.

La noche comenzó con la voz dulce y arrolladora de Marilia Monzón, que muy lejos de aquella joven que se dio a conocer en OT 2018, ha cautivado al público con sus canciones pegadizas y sonidos exóticos. Para cerrar DJ Pendejo hizo bailar a todos los asistentes con una sesión que sirvió para dejarnos con ganas de Pirineos Sur 2025.