El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, posa tras una entrevista para Europa Press. | Rober Solsona - Europa Press

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El conseller de Educación, Cultura, Universidades y Empleo, José Antonio Rovira, asegura que le «gustaría» que la exención de cursar la asignatura del valenciano desapareciera, «pero no por un cambio en la ley, sino de motu proprio de los padres».

Así lo ha aseverado el titular de Educación, en una entrevista concedida a Europa Press en la que ha hecho balance de su primer año al frente del departamento y ha desgranado algunos de sus principales objetivos.

Rovira ha vuelto a incidir a que con la nueva Ley de libertad educativa se pretende lograr «un sistema equilibrado». En este sentido, se ha referido a la adaptación que tendrán que hacer ya para el curso próximo los 221 centros que tenían programas experimentales en valenciano para dar al menos el 25% del tiempo lectivo en castellano y, también, a la «segunda parte» de la ley, la de elección de la elección de la lengua base, que entrará en vigor en 2025-26.

«Nosotros lo único que estamos haciendo es que se cumpla la Ley de libertad educativa, que es fruto del programa electoral con el que el PP se presentó a las elecciones y lo que queremos diseñar es un modelo equilibrado», sostiene el conseller, que incide en que si la fórmula contempla un 50% en el idioma que elijan las familias, un 30% en la otra lengua cooficial y el resto en inglés, «la diferencia entre la lengua base y la no base va a ser de en torno a un 20%».

Cuando se le pregunta qué opina sobre las críticas a la norma por «arrinconar el valenciano», recuerda que la nueva propuesta plurilingüe recoge medidas --como ya pretendía el anterior equipo de Compromís-- para incentivar la lengua vernácula a través de la certificación de niveles.

«Ellos (Compromís) se habían dado cuenta de que el modelo de imposición había llevado a que los propios estudios que hace la Acadèmia Valenciana de la Llengua decían que el uso del valenciano retrocedía. Entonces, lo que pretendían era combinar la política de imposición con la política de promoción. Nosotros vamos a quedarnos con la parte positiva, que es la política de promoción», ha resumido.

Y cuando se le plantea si le agradaría ser el conseller que consiguiera reducir la incidencia de solicitudes de exención del valenciano responde afirmativamente: «Me gustaría. Me oirá usted decirle a los padres en las zonas castellanohablantes que, por favor, no pidan la exención para sus hijos. Tienen que dar la asignatura, no cuesta nada que se examinen y van a tener un premio. Un chaval que acabe el bachiller va a tener un B2, si tiene de media un 7, o saca un 7 en la EBAU, va a tener un C1 y la posibilidad de ser maestro o profesor de Secundaria en esta comunidad. Son puntos en cualquier oposición que haga. Vale la pena».

De hecho, ha afirmado que en las zonas de predominio lingüístico castellano lo que va a hacer «es promocionar que no se pida la exención». En este punto, ha recordado que la exención viene regulada en la Llei d'Ús i Ensenyament del Valencià (LUEV), una «ley de amplia concordia y que nadie ha tocado por ahora».

«Pero yo voy a aconsejar a los padres que no pidan la exención, porque creo que es bueno el conocimiento del valenciano». Ha ido más allá al avanzar que está a dispuesto a poner «recursos especiales» para promocionar el valenciano en las zonas castellanoparlantes, por ejemplo exigiendo un número menor de alumnos para habilitar grupos.

«Me gustaría que la exención del valenciano desapareciera, pero no por un cambio en la ley, sino de motu proprio de los padres. Que desapareciera no el derecho, sino el hecho», ha matizado.

No tiene "plan b"

Acerca de la posibilidad de que prospere alguno de los recursos contra la ley, Rovira declara que «no hay tiene plan B». «Nosotros lo hemos hecho todo cumpliendo con la legislación estatal, claramente. Quien no lo hacía así era el Botánico, que tuvo un montón de sentencias en contra por la inmersión lingüística y por otras cuestiones ideológicas. No hemos articulado ningún plan B porque hemos cumplido todo de acuerdo a la ley. Quien tiene que articular planes B son aquellos que se saltan las leyes», ha zanjado.

Por otra parte, e interrogado por el balance que hace de su primer curso como responsable de Educación, Rovira se muestra satisfecho y agradecido al personal de la Conselleria. Pese al protagonismo de la cuestión del plurilinguïsmo, defiende que han hecho «muchas más cosas».

Entre otras novedades, se recuperan las notas numéricas con el fin de que los padres y madres tengan «la mejor información» sobre el rendimiento de los hijos. Al preguntarle qué calificación pondría a su gestión dice que «podría ser un siete, un notable».

De cara al próximo curso, el conseller resalta la importancia de la gratuidad de la enseñanza 0-3 --que el 'president', Carlos Mazón, ha querido abordar ya con una inversión muy importante, ha subrayado--, el impulso a la Formación Profesional con el foco puesto en la empleabilidad, la atención a la orientación educativa y a los centros de Especial y la recuperación de la Música en tercero de la ESO.