El periodista Pablo González permanecerá todavía en observación unos días en un centro sanitario de Moscú tras detectársele un problema en los pulmones en las pruebas médicas que se le han realizado tras ser puesto en libertad el pasado 1 de julio después de casi dos años y medio encarcelado en Polonia.
Oihana Goiriena, mujer del informador, ha explicado a Europa Press que ya ha hablado con él por teléfono en dos ocasiones y que su intención es regresar a la localidad vizcaína de Nabarniz, donde ella reside con los tres hijos de ambos, para verlos una vez que le den el alta y recupere la documentación que se le incautó.
Mientras, se le realizarán nuevos chequeos para ver el origen del problema que tiene en los pulmones, que tal como ha apuntado Goiriena, puede haber sido provocado por las condiciones en la que se encontraba en la cárcel de Polonia, «encerrado sin aire natural, con humedad, mucho frío en invierno y sin calefacción, y calor en verano». «Tuvo Covid dentro y a saber cómo se ha recuperado porque afecta a los pulmones», ha señalado.
En todo caso, el periodista se encuentra «animado». «La diferencia es abismal», ha explicado Goiriena, quien ya le visitó en la cárcel en compañía de su hijo mayor, de 16 años de edad. «Nos dice: 'aquí estoy, pero las ventanas se pueden abrir, voy al baño y no me están grabando'. Es otro mundo», ha subrayado.
"muy felices"
Pablo González ya ha conversado con ella y sus tres hijos ayer y hoy en sendas llamadas telefónicas. Oihana Goriena ha afirmado que están «felices y muy contentos», y se ha mostrado sorprendida por la reacción de sus hijos.
«Cuando cogieron ayer el teléfono y se dieron cuenta de que era su padre, se pusieron a hablar con toda normalidad; le empezaron a decir que hoy tenían carrera en goitibera, contándole su día a día como si no hubiera pasado el tiempo. Tienen mucha capacidad de resiliencia», ha apuntado.
En cuanto al periodista, ha dicho que no sabe si es todavía «muy consciente de que ya no está preso, de que ya es libre, y que puede moverse cuando él quiera sin pedir permiso y sin que le esposen». «Estará aterrizando todavía», ha manifestado.
La familia de Pablo González desconoce en qué momento este podrá volver a Bizkaia. «Lo primero es terminar con los médicos y, después, recuperar la documentación, que no se la han devuelto», ha explicado Oihana Goiriena.
González, que trabaja como periodista freelance para varios medios de comunicación, fue liberado el jueves de la pasada semana y trasladado a Rusia tras permanecer casi dos años y medio en prisión preventiva acusado de espionaje.
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