«La gente no está yendo a la playa y eso nos viene muy bien para las ventas», ha expresado la vicepresidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, Susana Alaguero, en declaraciones a Europa Press.
Por su parte, el gerente de BilbaoCentro, Jorge Aio, ha defendido esa misma línea y ha asegurado que gracias al clima «no ha habido un abandono de la ciudad, sino todo lo contrario» y los comercios están funcionando «bastante más que en años anteriores».
Según ha indicado Aio, la gran afluencia de personas en la Villa durante los meses de julio --donde se concentra el periodo de rebajas--, y en lo que llevamos de agosto, ha hecho que los comercios se hayan tenido que adaptar a los hábitos de consumo de los clientes.
«Estamos viendo cómo sectores concretos, como puede ser la alimentación o el textil, empiezan a centrar su apertura en los hábitos de los clientes, como manteniendo abierto el local en agosto», ha argumentado respecto a los comercios del centro de Bilbao. «De una manera natural, el comerciante o el hostelero también se va dando cuenta de ello y va buscando los momentos de más rendimiento», ha añadido.
También así lo ha constatado en las tiendas del Casco Viejo Alaguero, que ha asegurado que «cada vez se van abriendo más los comercios, incluso en fiestas de Bilbao, en previsión de la llegada de mucha gente». «El pequeño comercio somos los grandes adaptadores a todos los tiempos», ha celebrado.
En los comercios del Casco Viejo tienen además una expectativa «muy buena» de cara a lo que queda de verano porque «desgraciadamente, no va a haber sol», ha bromeado Alaguero.
Por su parte, el gerente de BilbaoCentro ha destacado que el hecho de que los comercios permanezcan abiertos, beneficia «la imagen y, sobre todo, el servicio que da el centro de la ciudad a los clientes tradicionales», incluso con la visión de venta. Por barrios, ha añadido, en Abando «el turista es un agente más» y se está empezando a observar también esta tendencia en Indautxu.
Más allá de la gastronomía y la cultura
Tanto turistas, internacionales y nacionales, como locales han contribuido al buen balance de los meses de verano y Aio ha subrayado además que lo han hecho «rompiendo un poco con la norma, con una vinculación importante e interesante con la moda y el comercio local», más allá de la gastronomía y la cultura.
El desafío para los pequeños comercios a la hora de adaptarse a estos hábitos son, principalmente, el descanso y la cobertura de la demanda con el personal que tienen. Sobre los establecimientos del Casco Viejo, Alaguero asegura que la contratación no destaca porque intentan «conciliar las vacaciones con los compañeros y tirar» con el personal que hay.
En contraste a esto, desde BilbaoCentro, Aio ha asegurado que «en los grandes comercios hay contrataciones importantes para dar servicio durante todo el año y en este caso es el sector que más responde a nivel de empleo en la bajada del paro».
Todos estos esfuerzos tienen como resultado, además, que Bilbao sea «muy atractivo» y que «grandes empresas y franquicias están viendo en la ciudad una oportunidad». A pesar de ello, ha insistido en la necesidad de «fomentar el emprendimiento para que no venga solo oferta de fuera, sino generar empleo y tener comercios locales».
Los comercios de la Villa compiten con ofertas comerciales, tanto digitales como físicas, pero, en general, ha opinado, «Bizkaia es una oferta turística increíble y es bueno que los municipios del entorno, sean costeros o interiores, complementen la oferta de Bilbao».
De cara al resto del año, los comerciantes del Casco Viejo piden el apoyo del Gobierno Vasco, con quien esperan poder reunirse de cara a otoño, según ha confirmado Alaguero. «Todas las ayudas que nos puedan dar son buenas», ha dicho, para recordar que «gracias al pequeño comercio, las ciudades también subsisten».
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