Fotografía del conflicto en Gaza | Omar Ashtawy / Zuma Press / ContactoPhoto

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La Coordinadora Valenciana de ONGD ha recordado «la necesidad urgente de fortalecer la política pública esencial de garantizar vidas» en el Día Mundial de la Asistencia Humanitaria y ante el aumento de los conflictos en todo el planeta.

Con motivo de esta jornada, las ONGD denuncian la violación del derecho internacional humanitario que se está produciendo en distintos lugares del planeta y llaman a la responsabilidad internacional para «evitar la impunidad».

En un comunicado, exponen que el mundo concentra «la mayor cantidad» de conflictos activos desde el final de la Segunda Guerra Mundial y que estas crisis humanitarias «graves» afectan a millones de personas en todo el planeta: «Asegurar la asistencia humanitaria en tal contexto es una obligación establecida por el Derecho Internacional Humanitario que no está siendo cumplida».

En los últimos años, apuntan, se han multiplicado las trabas al apoyo humanitario e incluso los ataques a quienes ejercen esta labor. Según datos del Aid Worker Security Database, en lo que va de año, 172 personas han sido asesinadas, 119 de ellas en Palestina, mientras el año pasado la cifra total de muertes ascendió a 277 (173 eran palestinas).

«Solo en Sudán, Ucrania y Palestina, 40 millones de personas necesitan asistencia humanitaria; la inmensa mayoría de ellas, de manera urgente --señalan desde la Coordinadora--. En los tres países, así como en otros muchos, se está produciendo una violación flagrante del Derecho Internacional Humanitario al dificultar la asistencia que merece la población y al atacar al personal que realiza esta labor».

Además, lamentan que los países donantes «no están aportando los fondos que se requieren ni contribuyendo de manera efectiva» a la promoción de la solución de los conflictos y la construcción de la paz.

Sudán, palestina y ucrania

En Sudán, según datos de OCHA (Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanistarios), casi 25 millones de personas, la mitad de su población, necesita asistencia humanitaria. El conflicto que sufre el país ha generado la mayor crisis de personas desplazadas del mundo, con casi diez millones de personas obligadas a dejar sus hogares en condiciones extremadamente precarias.

A todo ello se suma que el sistema de atención sanitaria de Sudán está colapsado, por lo que dos tercios de la población no pueden ir a un hospital ni ver a un médico, y las fuertes lluvias que han causado inundaciones que han multiplicado las enfermedades infecciosas.

Mientras tanto, el llamamiento humanitario para Sudán solo ha sido financiado en un 32%, lo que supone que solo se han recaudado 874 millones de dólares de los 2.700 necesarios. Todo ello mientras la semana pasada se declaró la hambruna en Darfur del Norte, «algo que da cuenta de la enorme dimensión del desastre humanitario que sufren millones de personas».

En Palestina, las últimas cifras oficiales sitúan el número de personas asesinadas en casi 40.000, mientras que casi 90.000 han resultado heridas y cerca de dos millones se ven obligadas a desplazarse de manera «constante» en un territorio bombardeado sin tregua y sin posibilidad de escapatoria.

Según indican las ONGD, garantizar la asistencia humanitaria es «prácticamente imposible»: han sido asesinadas más de 380 trabajadoras y trabajadores humanitarios y más de 500 profesionales de la salud, la utilización del hambre como arma de guerra está causando la muerte de muchos niños y niñas y casi medio millón de personas se encuentran en fase 5 de inseguridad alimentaria; es decir, catastrófica.

Las altas temperaturas, la falta de agua, combustible, electricidad, alimentos y medicinas agravan aún más si cabe una situación que es «absolutamente insostenible». El pasado enero, la Corte Internacional de Justicia pidió a Israel que tomara medidas inmediatas para garantizar que no se cometa un genocidio, pero ocho meses después los bombardeos continúan de manera «incesante».

En Ucrania, casi 15 millones de personas necesitan asistencia humanitaria lo que supone el 40% de la población. Según los informes de Naciones Unidas, la situación humanitaria en Ucrania se deterioró en los últimos meses.

Los ataques siguieron provocando muertes, lesiones graves y desplazamientos constantes de civiles, a lo que se suma el deterioro de las infraestructuras, que se vieron gravemente afectadas, lo que impactó en los medios de vida y agravó la vulnerabilidad de la población.

De acuerdo a datos de Naciones Unidas, de mayo a junio, 72 casos afectaron a actividades humanitarias, más del doble de los 27 incidentes registrados en los dos meses anteriores o de los 34 documentados el año pasado en el mismo periodo.

Ante este contexto internacional, las ONGD insisten en que es «determinante» fortalecer la asistencia humanitaria y garantizar el acceso a las poblaciones que viven en contextos de crisis humanitaria.

Defienden que es esencial contar con fondos suficientes, estructuras institucionales que garanticen la eficacia en las actuaciones, la promoción de procesos de paz y la defensa del medio ambiente con el fin de atenuar el impacto de la emergencia climática.

La Coordinadora de Organizaciones para el Desarrollo, de la que forma parte la Coordinadora Valenciana de ONGD,, en su propuesta para los presupuestos generales del Estado (PGE) para 2025, solicita al Gobierno «fortalecer de manera transversal la acción humanitaria, aumentar los fondos destinados a ONG para acción humanitaria hasta 75 millones de euros y facilitar la financiación de organizaciones locales con el fin de conseguir actuaciones más efectivas».

También pide «fortalecer la coherencia de políticas, las propuestas ecologistas y de paz como modo de evitar la multiplicación de crisis humanitarias» y, por último, «garantizar el enfoque feminista y la participación activa de las mujeres en las actuaciones humanitarias».