Proyecto Chiralforce. Instituto universitario de tecnología nanofotónica. CHIRALFORCE Iago Díez Alejandro Martínez Josep Martínez | VICENTE LARA ACOM UPV

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Un equipo de la Universitat Politècnica de València (UPV), perteneciente al Centro de Tecnología Nanofotónica (NTC), ha diseñado un nuevo chip fotónico que permitirá producir de forma «más eficiente y barata» moléculas bioactivas quirales para uso farmacéutico y agrícola.

Este es el principal resultado del proyecto 'Chiralforce', que coordina el NTC de la UPV, y en el que participan otros seis socios de cinco países europeos.

Las moléculas quirales tienen dos formas que se parecen, pero no son exactamente iguales y no se pueden superponer una sobre la otra, como la mano derecha y la mano izquierda. Esto origina que las dos formas del compuesto activo de fármacos quirales presenten respuestas farmacológicas distintas en el cuerpo. Del mismo modo, ambas formas interactúan de manera distinta con la luz polarizada.

«Esta distinta interacción óptica es precisamente el fenómeno que el proyecto explota para poder separar ambas formas quirales de las moléculas», señala el investigador del Centro de Tecnología Nanofotónica y coordinador del equipo de trabajo de la UPV que participa en esta investigación, Alejandro Martínez Abietar.

Este proceso de separación, clave en la producción de moléculas bioactivas para uso farmacéutico y agrícola, se realiza en la actualidad mediante procesos químicos que son caros y lentos. Los chips fotónicos de Chiralforce permitirá realizar este proceso de una forma más sencilla, rápida, barata y eficiente.

«Las industrias farmacéutica, agroquímica y alimentaria son las que más beneficiadas se van a ver con el resultado del proyecto», destaca Martínez Abietar.

"totalmente novedoso"

El enfoque del chip Chiralforce es «totalmente novedoso», al estar basado en circuitos integrados fotónicos diseñados para transportar luz quiral en tecnología de silicio. De esta forma, el proyecto abre nuevos caminos al explotar los dispositivos integrados de silicio, ya usados en los últimos años para detección biológica y química de bajo coste y alta sensibilidad, para permitir una separación quiróptica sencilla, barata y rápida para uso en múltiples sectores.

«La introducción de fuerzas ópticas en un chip de silicio para la separación de moléculas enantiopuras --de una sola quiralidad-- abrirá rutas completamente nuevas para la separación rápida de componentes básicos químicos esenciales, aplicados por ejemplo al desarrollo de nuevas medicinas», concluye Alejandro Martínez.