Archivo - Viviendas del Sector 6 de la Cañada Real, a 31 de diciembre de 2021, en Madrid, (España). | Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo

TW
0

La Agencia de Vivienda Social de la Comunidad de Madrid (AVS) va adquirir un máximo de 50 viviendas destinadas a la integración social de familias residentes en la Cañada Real Galiana para «erradicar las situaciones de chabolismo y marginidad».

Así consta en una resolución, a la que ha tenido acceso Europa Press, en la que se acuerda el inicio del procedimiento de adquisición de las viviendas, mediante concurso público, financiado por el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana.

El contrato se autorizó en el Consejo de Gobierno del 24 de julio y las empresas interesadas podrán presentar su oferta hasta el 16 de septiembre. La Agencia de Vivienda Social tendrá «un papel primordial» como entidad especializada en el realojo y la atención social a las familias chabolistas.

«Tras dos décadas de trabajo, se puede considerar que el chabolismo en la región ha quedado prácticamente extinguido, siendo la Cañada Real la que permanece con cierta relevancia. El objetivo es erradicar estas situaciones y realojar a las personas residentes en este asentamiento», explica la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras en el documento.

Financiado por el gobierno de españa

La Secretaría de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (actualmente Vivienda y Agenda Urbana) aprobó en 2023 una ayuda de 8.375.000 euros para la adquisición de viviendas y destinarlas al realojo de residentes en la Cañada Real. Esta subvención la gestionará la Agencia de Vivienda Social hasta el 31 de diciembre de 2027.

«La AVS necesita adquirir las viviendas en el mercado inmobiliario de segunda mano para garantizar la integración de las familias realojadas en el nuevo entorno, junto con la puesta en marcha de un acompañamiento social a las mismas. Posteriormente, se procederá a su rehabilitación», explica la Consejería.

Además, los municipios donde estarán localizadas las viviendas se distribuyen en zonas en función de las necesidades y prioridades de los destinatarios para «dar cumplimiento al principio de distribución territorial que garantice la no concentración de familias chabolistas».