«Es un sector muy digno con un futuro increíble, que se tiene que explicar muy bien para que la gente no piense que está anclado en el pasado, sino que se está adaptando a las nuevas necesidades y presenta avances como la automatización, la digitalización y cuyo convenio contempla avances económicos importantes para los trabajadores y trabajadoras», ha sostenido el secretario general de la Federación de Industria, Construcción, y Agro de UGT Aragón, Sergio Sancho, encargado de presentar este jueves el informe 'Radiografía del sector de la construcción en Aragón: hacia la industrialización del sector'.
La Federación de UGT, representada también en la presentación por el secretario del sector de la construcción , Manolo Grande, y la economista del sindicato Carmen García, apunta desde hace años «cierto desarraigo laboral» con el sector y sus diferentes profesiones a raíz del estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008, lo que ha llevado a muchos antiguos trabajadores a no regresar a la obra, que envejece por falta de reemplazo al no recibir entradas significativas de nuevos profesionales y en la que la mujer solo representa el 11,56% del total de empleados en la Comunidad, mientras los migrantes ya suponen el significativo peso del 24,88% en la construcción aragonesa --en el conjunto del mercado laboral es el 14,37%--.
El problema no está en los salarios
El problema no está en la oferta salarial, según han explicado, por cuanto la banda de emolumentos establecidos por convenio va de los 50.000 euros de un ingeniero a los 26.000 euros que un peón especialista alcanzará en 2025, con el valor de referencia del oficial de primera, que puede cobrar entre 29.000 y 30.000 euros.
Para hacer más atractiva la construcción, justo ahora que el sector se anima atendiendo tanto a las alzas de precios como a la activación de los visados de dirección de obra, UGT Fica Aragón plantea que sea la Fundación Laboral de la Construcción la que lidere este proceso de formación como una "herramienta de transición hacia el nuevo modelo en el que primar la figura de los instaladores de construcción.
«Ello pasaría por dejar de trabajar con grandes cantidades de materiales como el hormigón, el cemento, los ladrillos o las vigas y apostar por sistemas prefabricados que se producen en empresas en mejores condiciones climáticas y ambientales y luego se instalan con rapidez, sin perder calidad en la construcción», ha planteado Sancho.
Este sistema, ha ampliado, «abarata el coste total de los edificios y reduce la probabilidad de sobrecostes, por lo que el precio final puede ser más competitivo y rentable para el empresario y asequible para un mayor número de ciudadanos, además de suponer una construcción más sostenible».
Como ejemplo, el secretario del sector de la construcción de UGT Fica, Manolo Grande, ha aludido a varias obras de Arcosur: «Allí se están levantando edificios con fachadas que vienen ya montadas con las ventanas en factorías en las que hay mejores condiciones y en las que trabajan muchas mujeres», ha comentado.
Ugt pide fomentar la construcción de vivienda protegida
UGT Fica Aragón también reclama que se fomente la construcción de viviendas de VPO, tanto en régimen de propiedad como de alquiler, «pero no solo en las ciudades, también en el medio rural como forma de combatir la despoblación y al calor de grandes proyectos industriales como el caso de Épila», ha apuntado Sancho.
Además, Sancho ha planteado que es necesario impulsar la rehabilitación de viviendas por la antigüedad del parque y facilitar a la ciudadanía el acceso a las distintas ayudas y subvenciones públicas destinadas a ese objetivo ante la «farragosidad» que presentan estos procesos, «lo que disuaden a muchos ciudadanos».
Desde 2020, el peso del sector se ha reducido siete décimas tras la pérdida de 1.466 empresas --un -12,44% más acusado que el -7,42% del tejido empresarial de la Comunidad en general por la desaparición de 6.729 empresas. Y se aprecia que en los últimos años la figura del autónomo deja paso a la micropyme. Así, las empresas con 1-5 trabajadores ha pasado de representar el 39,74% en 2023 frente al 34,85% de 2020.
Entre el primer trimestre de 2022 y el segundo de 2024 el mercado de trabajo de la construcción ha experimentado un ajuste de ocho décimas, según indica la EPA --del 6,8% al 6,1%--, lo que ha supuesto la destrucción de 4.500 empleos, quedándose en los 41.000 trabajadores. La encuesta también indica una reducción del paro de hasta el 73,5% al pasar de los 3.400 trabajadores a los 900 en el segundo trimestre del presente año.
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